[María Martínez. CinemaNet]
El fin de semana del 6 al 8 de noviembre se celebró en Zaragoza el IV Congreso Internacional Provida, con la asistencia de más de 1.300 particpantes de 30 países. En medio de un sinfín de conferencias y mesas redondas en las que participaron diversos líderes del movimiento provida de todo el mundo, el cine también tuvo un lugar destacado.
Fue en “Retratos de una realidad”, una actividad del Foro de Asociaciones que se celebró de forma paralela a lo largo de todo el sábado 7. El coordinador de “Retratos” fue Jerónimo José Martín, crítico de cine, Presidente del Círculo de Escritores Cinematofráficos y colaborador de CinemaNet, que también hizo una breve exposición sobre cómo trata el cine contemporáneo el tema del aborto y la vida del no nacido.
La base de su diagnóstico fue que “es muy difícil ver en el cine una visión positiva del aborto. Mientras en televisión es fácil econtrar las ideologías dominantes”, en el cine es más fácil encontrar, aquí y allí, películas que “mantienen un hálito de esperanza, aunque no sean perfectas o íntegramente provida”. Es el caso, por ejemplo, de “Juno”, “Solas”, “4 meses, 3 semanas, 2 días”, “La princesa de Nebraska”, y la más reciente, “Nunca es tarde para enamorarse”. La teoría de José Martín sobre este fenómeno se apoya en dos aspectos: por un lado, “el cine contemporáneo muestra el individualismo posesivo, la única ideología que queda viva, como el principal enemigo del ser humano”; por otro, “no ha entrado a ridiculizar la naturaleza humana y desdramatizar lo que es dramático”, dos condiciones necesarias para difundir la ideología de género que también promueve el aborto.
“En el cine estamos cojos”
Otra parte de la mesa redonda se centró en el ámbito del cine vinculado más directamente a los defensores de la vida, “un campo en el que seguimos estando especialmente cojos”, subrayó este crítico: “Juan Pablo II se dejó la voz diciendo que, o convertimos la fe en cultura, o no sirve para nada. Debemos tener la misma capacidad de acogida con la cultura que con esa chica que acude a nuestras asociaciones y que ha cometido errores”. Decía esto en referencia al diálogo con otros creadores, pero también a la necesidad de que gente del ámbito provida se implique en el mundo cinematográfico, pues “una de las causas de que no haya más películas contra el aborto es de algunos padres que no dejan a sus hijos estudiar cine”.
Pero, poco a poco, comienzan a surgir las iniciativas. La estrella, no podía ser de otra forma, es “Bella”, de Eduardo Verástegui. Pero por otros sitios se van dando pasos más discretos. Si en marzo de 2007 fue el joven Santiago Requejo quien presentó en el Congreso “Mujer y realidad del aborto” su documental “Silencio”, en el Congreso Internacional Provida se presentaron dos iniciativas que pretenden aportar su granito de arena. La primera, ya realizada, es “Tiempo para una vida”, elaborado por Ricardo del Pozo para Siloé Films.
Partiendo de la situación real de Ana, una activista provida que pasa por un momento de desesperanza en su lucha, “Tiempo para una vida” analiza distintos aspectos del problema del aborto, como los datos científicos sobre el inicio de la vida, cómo es un aborto, la situación de las mujeres que se plantean abortar, las consecuencias psicológicas de esto o la objeción de conciencia de los médicos. Tanto Ana como Ricardo explicaron, al presentar su obra, las dificultades que han pasado al no tener ninguna financiación y tener que compaginarlo con sus trabajos. Sin embargo, Del Pozo señaló que lo que han pretendido es “realizar una llamada de esperanza”.
Película financiada por suscripción popular
En segundo lugar, se presentó el proyecto de la película “El hijo de las estrellas”, que resultará innovador al ser la primera película que, en España, se financie por suscripción popular, es decir, mediante las aportaciones de las personas que lo deseen –aunque también contará con la colaboración del grupo Intereconomía-. Al frente del proyecto está Javier Santamaría, con 17 años de experiencia en el mundo de los documentales y la televisión y que, ahora, es el Presidente de la Asociación Española de Documentalistas.
Santamaría explicó que, en esta batalla, “los cineastas tenemos que dar lo que tenemos: una cámara y contar historias”. No quiso desvelar nada del argumento –aunque está ya todo en su cabeza, aseguró-, pero si adelantó que pretenden que esté listo para el próximo verano. Eso sí, para ello, Santamaría y las tres personas de su equipo necesitan, además de financiación, la ayuda de guionistas, técnicos, personas que les faciliten contactos, y todo tipo de colaboradores.
También intervino en la presentación Elena Ajenjo, del equipo de Santamaría, quien reconoció que embarcarse en un proyecto así “no es fácil, como profesional, y como madre con dos hijos a los que mantener”. Sin embargo, confían en que todo salga bien y ya tienen previsto, cuando la cinta esté terminada, dotarla de una licencia de “Creative Commons”. Esto significa que cualquiera podrá descargarla, proyectarla y difundirla libremente, si es sin ánimo de lucro. El objetivo de esto es sobre todo, explica Ajenjo, que “no seamos sólo los convencidos los que vayamos al cine a verla”.
Muy buen artículo!!! Y muy interesante realmente todo lo que se contó en el Congreso y su relación con el cine. Buen resumen!! 😉
Muy valiente el segundo proyecto. Estoy deseando verlo. ¿Cómo recaudareis loa aportaciones?