[ Jaume Figa, Colaborador de CinemaNet]
Clint Eastwood es un llanero del western que a sus recién cumplidos 79 años muestra una madurez mucho superior a otros grandes de la Meca del Cine y que sabe usar su cine para explicar lo que a él le preocupa o tiene en la cabeza.
A estas alturas, es muy difícil (por no decir imposible) ver una película de Clint Eastwood y no quitarse el sombrero: chapeau! Desde Mystic River (2003) no ha dejado de ofrecernos grandes obras maestras. ¡Y van seis! Este año han sido El Intercambio, primero, y Gran Torino -la que ha dicho es su última interpretación- después. Chapeau! Y es que, pienso no quemarme si lo digo, Eastwood es hoy el mejor director de cine de Hollywood. Un llanero del western que a sus recién cumplidos 79 años muestra una madurez mucho superior a otros grandes de la Meca del Cine y que sabe usar su cine para explicar lo que a él le preocupa o tiene en la cabeza.
En Gran Torino, Clint Eastwood representa a Walt Kowalski un anciano gruñón que vive anclado en el pasado, representado por su coche, un Ford Gran Torino de 1972. Por casualidades de la vida, acaba rescatando a uno de sus vecinos, miembro de la etnia «hmong» (que él llama «jamón»), de manos de una pandilla. Pero Kowalski odia a los de esta raza; le recuerdan a todos los «amarillos» que mató cuando estuvo luchando en Corea y no quiere saber nada de ellos. No obstante éstos insisten en tenerlo como un héroe y él, también por casualidades de la vida, acabará viéndoles como alguien mucho más cercano que sus inmaduros hijos y su sobrina pija y repipi.
Eastwood ha transformado su pesimismo de antaño en un optimismo esperanzador: en medio de la maldad de algunos, hay bondad. Y es lo que se ve también en El Intercambio, la historia real de una madre soltera (una genial Angelina Jolie) que, trabajando duramente en un puesto de operadora de teléfonos -considerado en esos años 20 como algo más propio de hombres-, un día pierde a su hijo y hace lo imposible para encontrarlo, aún teniendo que luchar contra la corrupción y mentira de la policía de Los Ángeles.
¿Qué aporta este director de cine casi octogenario? Lo dicho, obras maestras. Es como si quisiera dejar un legado y no se contentara con un simple panfleto. Sus personajes son profundos, habla del hombre y de la mujer, de la familia, de la amistad, del pecado, de la redención… Un gran chapeau!
Un maestro de Hollywood
Clint Eastwood, año tras año, es capaz de mostrarnos su buena mano para hacer buenas películas y, lo que más le honra, de hacer obras maestras. Casi a dos por año. En su momento fueron las de Iwo Jima: primero Banderas de nuestros padres (2006) e, inmediatamente después, por una necesidad de contar también el otro punto de vista, Cartas desde Iwo Jima (2006). Y le siguieron Gran Torino(2008) y El intercambio (2008). Ahora, esperamos Invictus (2009) -estreno en enero de 2010- y Hereafter (2010), donde, por primera vez, Eastwood se mete en el terreno de lo fantástico.
Gran Torino ha sido -según lo que dijo el mismo Eastwood- la última vez que se ponía delante de las cámaras. Tal como si fuera una especie de testamento que quiere dejar para la posteridad. De hecho, creo que realmente es así; una entrevista en la que este gran director, actor, músico y productor (con su Malpaso Productions) habla de una necesidad que tiene de buscar algo más que lo que nos rodea y deja lejos su tiempo de agnóstico, me lo hace pensar:
Antes tenía mucho más de agnóstico. No soy realmente una persona de religión organizada. Pero ahora soy mucho más tolerante con las personas religiosas, porque puedo ver por qué han llegado allí
Sus películas son mucho más «espirituales» -por decirlo de algún modo- y sus personajes, con una fuerte carga de humanismo (el hombre con cuerpo y alma).
AVISO, SPOILERS: puede haberlos, en este post (y, de hecho, los hay: es un cineforum)
Quizá todo esto fue lo que me llevó a aceptar dirigir un cinefórum sobre Gran Torino, hace poco más de una semana. Primero, yo planteé una cuestión, al hilo de la cual fueron saliendo otras tantas:
- ¿Cuál es eltemaque plantea Clint Eastwood en esta su película?
- ¿Es casualidad que muera cayendo con losbrazos en cruz?
- ¿Por qué el título de «gran torino»?
- ¿Qué es lo que ve Walt Kowalski en sus vecinos «hmong»?
- Interesante ver eldistanciamientoque hay entre su familia y él. ¿Por qué?
- Hay alguna relación entre esta película y su anterior filme como actor,Million dollar baby(2004)
Pérdida de valores
En la misma entrevista que citaba anteriormente, Eastwood dice algo que pienso que viene muy al dedo con alguna de estas preguntas:
Estados Unidos se está convirtiendo en una nación más juvenil. Los tipos que ganaron la Segunda Guerra Mundial, toda esa generación, ha desaparecido, y ahora tenemos a un grupo de imbéciles adolescentes (…) La gente está tan zumbada. Parece que nuestro país está en una especie de estado de ánimo blando, por la recesión o por lo que sea.»
Lo que ve Kowalski en su sobrina es eso: una chica que viste mal -le da igual si enseñar su cuerpo o no- y alguien a quien lo único que le importa es el coche y el sofá para «rellenar» su piso de estudiante… Y lo mismo con sus hijos: sólo preocupados por su trabajo y ni cuando él mismo les da una oportunidad -les quiere decir que está enfermo de muerte-, son capaces de pensar en el otro y olvidarse de sí mismos.
Kowalski es un hombre trabajado por la vida; que ha luchado en Corea, donde ha matado a niños «amarillos» y, por lo tanto ha visto la muerte muy de cerca. Y eso, le ha marcado la vida. Odia los «nuevos americanos» porque viven en una frivolidad constante, y odia a sus vecinos porque le recuerdan a los coreanos y la guerra que no puede quitarse de encima, con un fuerte sentido de culpabilidad. Y por eso, también, es un hombre encerrado en sí mismo y su pasado -el bueno: el de toda una vida con su mujer que, tal como dice, «fue la mejor elección que he hecho en mi vida»-, ha quedado anclado en ese coche marca gran torino.
Pero Walt descubrirá en sus vecinos, alguien mucho más cercano -«tengo más cosas en común con estos que con mi propia familia», dice. Así, siendo «padre» del chico «hmon», podrá volver a tener su vida… y darla: he ahí el tema de la película…
Redención
Desde el comienzo de la película hay un tema recurrente: la confesión de los pecados. Al principio, Walt Kowalski no quiere confesar con el joven sacerdote porque no quiere desprenderse de lo que realmente le hace daño (no quiere reconocerlo). Posiblemente porque no sabe cómo: necesita algo que realmente le elimine esa «mancha». Ese «algo» es aquello por lo que poder dar su vida: primero, su mujer; después, su nueva «familia», los «hmon». No lo descubre en su familia real (que representa la América que critica Eastwood).
Por eso, no creo que sea casualidad que acabe muriendo de brazos en cruz: es como una alegoría de Cristo, que murió por todo el mundo, colgado de un madero, brazos en cruz…
Y, ¿qué significa, a todo esto, el nombre de «Gran Torino»? El Ford Gran Torino de Kowalski es él mismo. Durante toda la película, el coche aparece tapado o casi tapado. Tan solo lo vamos viendo a medida que él se va abriendo a los demás, va mostrando su interior. En concreto, se va abriendo a Thao y su familia. Así, al final, cuando ya ha podido redimirse, vemos al coche por completo, conducido por el chico, y ante un horizonte que se abre a la vida.
¿Qué tiene que ve esta película con Million dollar baby? Creo que mucho… pero valdrá la pena dejarlo para otro momento. Por ahora, si alguien quiere aportar algo, será bienvenido.
[Puedes ver nuestra crítica a Gran Torino]
Clint Eastwood está estos últimos años muy sorprendente, casi que desde que hizo «Mystic River», está que se sale.
Por suerte ha dejado atrás toda esa serie de películas que protagonizó de «Harry el Sucio», para dedicarse a producir/dirigir PELICULAS (no telefilmes, o precuelas y secuelas). Nos encanta.
Me gusta Easwood como director, pero no quitaría su parte de actor. El género «oeste» tiene cosas realmente interesantes y ha aportado novedades en el modo de narrar historias cinematográficas. Ha inventado planos, tiempos, etc. No creo que se entienda la historia del cine sin las películas del oeste.
Estimado Jaume:
Me ha parecido excelente tu comentario crítico, con lúcidas aportaciones originales.
Ánimo, pues, colega!
Un abrazo de
Josep Maria Caparrós Lera
Para es una gran pelicula, el protagonista sin comentarios,es de las peliculas que no te importaria volver a ver, por su dialogo y su comunicación no verbal