Los tiempos han cambiado, y lejos quedan ya las princesas Disney de cuento de hadas. Las mujeres de las películas de animación de hoy ya no esperan pacientes a un príncipe azul que las rescate; si no que toman control de sus vidas y se yerguen heroínas de su propia historia. Mérida, la protegonista de Brave, es la impetuosa hija del rey Fergus y la reina Elinor y una genial arquera. Dispuesta a encontrar su propio camino en la vida, Mérida desafía a su madre y a cientos de años de tradición por su derecho a decidir su futuro. Pero su rebeldía provocará un caos en el reino que jamás habría podido imaginar.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: Brave |
SINOPSIS
“Brave (Indomable)” cuenta la historia de Mérida, una excelente arquera que es la impetuosa hija del rey Fergus y la reina Elinor. Dispuesta a encontrar su propio camino en la vida, Mérida desafía una ancestral costumbre sagrada de los señores de la guerra (el gigantesco lord MacGuffin, el malhumorado lord Macintosh y el cascarrabias lord Dingwall). El comportamiento de Mérida desencadena sin quererlo el caos y la furia en el reino. Además, la princesa decide pedir ayuda a la excéntrica bruja, quien le concede un deseo que resultará nefasto. Los peligros a los que deberá enfrentarse obligan a Mérida a utilizar todas sus habilidades y recursos para acabar con la terrible maldición antes de que sea demasiado tarde.
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CRÍTICAS
[P.J. Armengou Freixa. CinemaNet]
Los tiempos han cambiado, y lejos quedan ya las princesas Disney de cuento de hadas. Esas apacibles y bellas doncellas, siempre a la espera de un príncipe azul que las rescate, pierden protagonismo en las películas de hoy. Los arcaicos modelos de mujer no valen en la actualidad, y Disney parece haber captado el mensaje. Incluso ha plantado cara a los argumentos de cuentos tan tradicionales cómo Rapunzel, de los hermanos Grimm. En Enredados, la protagonista no espera encerrada en la torre a su príncipe, si no que se aventura a salir por sí misma, pese a los peligros que entraña la fuga. Pero Rapunzel no está sola en este club de princesas guerreras. Mulan abrió la veda y Mérida, la protagonista de Brave, continúa con esta nueva tradición de mujeres luchadoras.
Mérida, es la bella, y un tanto díscola hija del Rey Fergus y de la Reina Elinor. Desde pequeña maneja el arco mejor que cualquier otra mujer u hombre del reino, y es una excelente jinete. La vida de una joven princesa escocesa, sin embargo, no es del agrado de la protagonista. Las costumbres ancestrales que su madre la reina quiere inculcarle no van con ella, y está dispuesta a labrarse su propio destino. Cuando llega el momento de que sea desposada, la princesa retará a su familia y al reino entero al negarse a seguir con la tradición y luchará por su derecho a decidir su futuro. Brave une pues, en este argumento, dos conflictos clave: en primer lugar el conflicto generacional, entre madre e hija; y en segundo lugar, el valor de la personalidad.
Pese a lo que pueda parecer, Mérida no es en absoluto una chica perfecta; ni la severa reina es el ogro que se pudiera deducir con un rápido vistazo al argumento. La joven princesa es una adolescente que aborrece las obligaciones y que está dispuesta a todo por sus propios intereses. Pese a que sus motivos son razonables, la manera como trata de alcanzarlos demuestra su inmadurez y egoísmo. Impulsada sólo por sus propios deseos, pedirá un hechizo a una vieja bruja, que provocará el caos en todo el reino. La segunda protagonista es, sin duda, la reina Elinor. La reina es severa con Mérida, y le resulta más fácil dominar a los violentos clanes del reino que escuchar a su propia hija. Pero es también una madre cariñosa y sacrificada. Sus diferencias y discusiones hacen palpable el problema de comunicación que hay entre ambas y que sólo el profundo amor que se profesan mutuamente podrá solventar.
A esta trama de carácter generacional se suma la de poder decidir sobre la vida de uno mismo y la importancia de querer forjar nuestro futuro. El propio nombre del film, Brave (Indomable), da cuenta de la importancia que tiene para la película la necesidad de trazar nuestro propio destino con la cabeza y el corazón. En la película no se ensalza la rebelión vacía y impulsiva contra la tradición. La desobediencia de la joven Mérida es más una alabanza a la personalidad y la libertad que una simple crítica a lo establecido. El enojo de Mérida se dirige hacia la aquello que es injusto de las costumbres. La película valora el hecho de cuestionar aquello con lo que no se está de acuerdo, pero resalta la importancia de la libertad resoponsable y el valor del diálogo como herramienta transformadora.
Como en toda película de animación Pixar, no falta el toque de humor que siempre aportan los personajes secundarios. En este caso los hermanos menores de Mérida, los revoltosos trillizos Harris, Hubert y Hamish, serán los encargados de dar la nota cómica a la película. Sus diabluras por el castillo, robando pastelillos a la repostera o molestando a los guardias, harán las delicias de los más pequeños. Los tres gemelos tampoco están faltos de valores: la valentía y el amor a su familia caracterizan a los principitos. Pese a que el protagonismo de la reina y la princesa es troncal en Brave, el señor del castillo, el Rey Fergus, se ganará seguro el corazón de los espectadores. El rey es un guerrero valiente y decidido que hará todo lo necesario por defender a los suyos. Está, además, profundamente enamorado de su esposa y es un ejemplo amor familiar. Pero si algo es el rey por encima de todo es un hombre afable y divertido, siempre cercano a sus hijos y a sus súbditos. Los caricaturescos miembros de los clanes escoceses del reino completan el plantel de personajes. Sus peleas sin sentido y sus viejas rencillas no logran deslucir valores como el honor o la amistad que superan toda disputa.
Por último, subrayar una vez más que el hecho que la protagonista sea mujer no es, en absoluto, un asunto secundario. Y así queda remarcado a lo largo de la película. El interés de Disney por hacer una película con una mujer protagonista fuerte y valiente, es claro. Incluso los tres pretendientes de la joven princesa, de su misma edad, parecen servir de contraste con la pelirroja princesa. No solo son bastante más simplones, si no que tienen mucha menos personalidad e iniciativa que la protagonista. Como punto final recomendar el artículo de Marina Pereda en esta misma web, sobre heroínas del cine reciente.
[Ana María Pérez-Guerrero. Colaboradora de CinemaNet]
Un años más, Pixar vuelve a sorprendernos con su clara voluntad de innovar, sin abandonar una narrativa clásica. Brave, su trabajo más reciente, es la primera película del estudio protagonizada por una princesa. Aunque no es lo mejor que han producido a la fecha, se trata de un proyecto que contiene los rasgos distintivos de la casa y que nos deja buenas sensaciones, respecto a la buena salud creativa de la que se goza en las instalaciones de Emeyville.
Mérida es la princesa adolescente de un reino de Escocia. Su mayor afición consiste en practicar al arco y flecha, mientras cabalga por el bosque. Sin embargo, las obligaciones propias de su condición real son cada vez más urgentes, por lo que su madre, la reina Elinor, intenta corregirla para hacer de ella una heredera idónea. Los desencuentros entre ambas llegan a un punto en el que la comunicación entre madre e hija parece romperse. Mérida, al verse abocada a un destino que no desea, recurre a una salida desesperada, cuyas consecuencias resultan tan imprevistas como complicadas de solucionar.
Firman la película Mark Andrews (El hombre orquesta, John Carter) y Brenda Chapman (El rey león, El príncipe de Egipto), junto a Steve Purcell, quien ha realizado distintos trabajos de animación en Pixar. La puesta en escena es brillante, planos generales y panorámicas nos regalan impresionantes estampas de Escocia. La imponencia de los osos que aparecen en la trama es captada cada vez que intervienen en la historia, llegando a tener una imagen amenazadora en las escenas de más acción. De hecho, es probable que los niños más pequeños lleguen a asustarse, en una de las primeras apariciones de estos animales. El acabado de texturas: telas, pelo y piel revelan una evolución más que notable en la técnica diseñada en el estudio. Mención especial merece la animación de la reina Elinor, después de su transformación. Una vez más, los artistas de Pixar demuestran que es posible que un personaje animado por ordenador pueda comunicar ideas y sentimientos sin necesidad de palabras. Asimismo, Patrick Doyle (El origen del planeta de los simios, Thor), a cargo de la banda sonora, realiza un excelente trabajo, que nos transporta al mundo mágico del relato.
En lo que concierne al guion, encontramos aspectos no tan pixarianos que, sobre todo, al comienzo de la historia desorientan un poco, respecto a la filmografía del estudio. De hecho, la primera parte del film no resulta tan redondo como el de otras producciones de la casa, a lo que se suma la inclusión de un pasaje musical y la presentación de una heroína que nos retrotrae de manera equivoca a producciones de animación de comienzos de la década de los noventa. Y no es de extrañar, en el guion de Brave intervienen Brenda Chapman, autora de la idea original, e Irene Mecchi (El rey león, El jorobado de Notre Dame, Hércules), guionistas de películas emblemáticas de ese período.
Pero decir que Brave es un film de princesas sin más no sería correcto. En efecto, tenemos una princesa rebelde que no se quiere casar como tantas otras. Sin embargo, el verdadero interés de esta historia se centra en explorar la relación entre una madre y su hija, una perspectiva que no se había realizado hasta ahora en el cine de animación, puesto que este tipo de narraciones se ha desarrollado en el marco de familias monoparentales, y los conflictos que estas protagonistas tenían con sus progenitores se relacionaban con sus padres. Recordemos como ejemplo, La sirenita o Aladdín. Además, las actitudes de Mérida son las típicas de una joven adolescente, por lo que los conflictos que mantiene con su madre son fácilmente identificables, especialmente entre el sector femenino de la audiencia. No obstante, la película tiene el suficiente interés como para que todos los públicos puedan disfrutarla. Aunque a este respecto, hay que decir que es una de esas poquísimas veces que un guion de Pixar no trabaja en profundidad los personajes secundarios, que en este caso, ofrecen alivios cómicos para los niños, como los trillizos, hermanos de Mérida, y guiños a los adultos, como las alusiones a Macintosh.
Pese a una trama sencilla, cuya premisa reside en el valor necesario para cambiar el propio destino, el desarrollo de la historia, subraya la importancia de la responsabilidad en el ejercicio de la libertad, la generosidad y el diálogo. Asimismo, subraya la idea de que las salidas fáciles nunca solucionan nada, así como el hecho de que nuestras acciones tienen consecuencias sobre los que nos rodean, aspectos que convierten a esta cinta en algo más que un producto entretenido. Por cierto, hay que advertir de la inclusión de una escena al final de los créditos finales.
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