Gran película, rotunda en su factura y en sus planteamientos de fondo. Nunca pierde su realista e implacable mirada sobre la capacidad de maldad del ser humano, incluso desde su más tierna infancia. Denuncia la falta de solidez moral de tantas personas, incluso con firmes convicciones religiosas. Además, subraya con vigor las funestas consecuencias de la brutal hipersexualización de las sociedades occidentales.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título original: Jagten. |
SINOPSIS
Tras un divorcio difícil, Lucas, de cuarenta años, ha conocido a otra mujer, tiene un nuevo trabajo y se dispone a reconstruir la relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo va mal. Un detalle. Un comentario inocente. Una mentira fortuita. La nieve comienza a caer, las luces navideñas se encienden y la mentira se propaga como un virus. La sorpresa y la desconfianza crecen hasta alcanzar proporciones inimaginables, y la pequeña comunidad se sume en un estado de histeria colectiva. Lucas no tendrá más remedio que luchar en solitario para defender su dignidad y su vida.
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CRÍTICAS
[Jeronimo José Martín – COPE]
Nacido en Copenhage en 1969, Thomas Vinterberg dirigió dos cortos, un mediometraje, una tv-movie y un largometraje antes de triunfar internacionalmente en 1998 como director de Celebración, la primera película del ultranaturalista Movimiento Dogma 95, que inició con su amigo Lars Von Trier. Después, Vinterberg ha mantenido un buen nivel en películas como Querida Wendy, Cuando un hombre vuelve a casa o Submarino. Ahora, acierta de nuevo con La caza, angustioso thriller psicológico sobre las consecuencias de una calumnia en torno a la pedofilia. La película le valió a Mads Mikkelsen el Premio al mejor actor en Cannes 2012, y al propio Vinterberg y a su colaborador habitual Tobias Lindholm el Premio al mejor guion 2012 de la Academia del Cine Europeo.
Ya en la cuarentena, Lucas (Mads Mikkelsen) vive solo en una pequeña localidad danesa. Tras un divorcio difícil, tiene un nuevo trabajo como carismático profesor en un parvulario, donde los niños le adoran. Además, allí ha conocido a Nadja (Alexandra Rapaport), con la que ha comenzado a salir. Se dispone así a reconstruir la relación con Marcus (Lasse Fogelstrøm), su hijo adolescente. Pero un día, poco antes de Navidad, Klara (Annika Wedderkopp), una niña de la guardería, hija de Theo (Thomas Bo Larsen), el mejor amigo de Lucas, hace un comentario obsceno y dice una mentira —quizás de modo inocente, quizás por despecho—, que lleva a pensar a la directora del centro, Grethe (Susse Wold), que Lucas ha abusado sexualmente de ella. La mujer aplica el protocolo, hace caso a la niña sin demasiadas indagaciones, desoye las razones del alucinado Lucas, y denuncia los hechos a la policía y a los padres. Enseguida, toda la pequeña comunidad se vuelve agresivamente contra Lucas, poniendo en peligro su integridad física y dejándolo en un penoso estado de abandono e indefensión. Sólo su amigo Bruun (Lars Ranthe) sigue confiando en él incondicionalmente.
Como siempre, cabe reprochar a Vinterberg un tratamiento demasiado explícito del sexo y la violencia, así como una cierta tendencia a tensar las situaciones dramáticas hasta el mismo límite de lo verosímil. Sin embargo, logra controlar los momentos críticos gracias a una poderosa puesta en escena y, sobre todo, a una rigurosísima dirección de actores, que arranca unas interpretaciones antológicas a Mads Mikkelsen y a la niña Annika Wedderkopp, absolutamente apabullante en su inocente naturalidad.
Esta vez, Vinterberg abre un cierto portillo a la esperanza, casi capriano, a través de los oxigenantes personajes de Bruun y su familia. Sin embargo, el cineasta danés nunca pierde su realista e implacable mirada sobre la capacidad de maldad del ser humano, incluso desde su más tierna infancia. Una mirada que aquí le lleva a denunciar la falta de solidez moral de tantas personas, incluso con firmes convicciones religiosas, y su consecuente falta de prudencia y caridad cristiana, hasta el punto de iniciar una injusta caza de brujas.
Además, subraya con vigor las funestas consecuencias de la brutal hipersexualización de las sociedades occidentales, sobre todo entre los niños, cada vez más expuestos a perversiones de todo tipo —también desde los medios de comunicación—, que ni entienden ni controlan. Una patología que además enturbia y enrarece las relaciones más básicas, como las de amistad o las de un profesor con sus alumnos. Temas, por cierto, que ya afrontó con acierto Profesor Lazhar, la notable película del canadiense Philippe Falardeau.
Queda así otra gran película post-Dogma 95, rotunda en su factura y en sus planteamientos de fondo, también en los más evidentes, como ése que reza su publicidad: “Una mentira puede destruir a un inocente”. Un tema eterno, universal y desgraciadamente actual ese de la difamación o maledicencia, que otros expresan con la fórmula clásica: “Calumnia, que algo queda”.
[Marta Gª Outón – Colaboradora de CinemaNet]
La verdad es el venado que se oculta en el bosque. Los cazadores la buscan y sólo algunos la encuentran; sin embargo, existen algunos que se obsesionan con perseguir la falsedad, aferrarse a ella y olvidar la verdad, a pesar de que ésta siempre está presente, aunque quizás se deja ver con mayor dificultad que la mentira…
Mads Mikkelsen (un extraordinario actor, que ganó en Cannes el premio a Mejor Actor por su papel en esta película) interpreta a Lucas, un hombre que colabora en un jardín de niños tras haber perdido su trabajo como profesor; vive separado de su mujer, pero a pesar de ello no desiste en reencontrarse con su hijo, a quien le cuesta ver tras el divorcio. Lucas tiene un gran carisma en el trato con los niños e incluso la hija de su mejor amigo, la pequeña Klara, llega a considerarlo como un padre, carente de la atención necesaria de su familia. Por un enfado de la pequeña, al que le seguirá una mentira, Lucas es acusado de cometer abusos sexuales con los menores. Esto desencadenará en un drama, donde Lucas lucha por mantener su dignidad e incluso su vida.
Thomas Vinterberg es un director danés que trabaja temas de gran dramatismo y complejidad, como ya vimos en La celebración, Submarino o en It’s all about love, y esta vez regresa con un asunto igualmente impactante y sobrecogedor, no por el tema en sí, sino por las circunstancias y las consecuencias que lo arrastran: una mentira puede destrozar la vida de alguien.
Todas las interpretaciones son admirables, incluso la de la pequeña Annika Wedderkopp, que arrastra con su personaje todo el thriller del film. El personaje de Lucas es impresionante; es un hombre que desea rehacer su vida, su relación afectiva, regresar junto a su hijo, recuperar un trabajo… y, por un simple suceso, todo se quiebra y pasa de avanzar por un camino desorientado a la soledad más absoluta –abandonado por sus amigos y por la mujer a la que ama, alejado de su familia y de toda la sociedad-. Sin embargo, Lucas no se resigna a la desesperanza y combate hasta el final para demostrar que es inocente, que es un buen hombre, a pesar de que muchos no quieran aceptar la verdad.
Es admirable la fuerza de voluntad de este personaje, que en muy poco tiempo lo pierde todo; un carácter similar al de su hijo Marcus (Lasse Folgelstrøm), un adolescente que desea estar con su padre, su referente, y pelea con obstinación en demostrar que éste es inocente. El personaje del mejor amigo de Lucas, Theo (Thomas Bo Larsen), excepcional, también es interesante en tanto que en él encontramos el debate entre confiar en aquella persona con la que has compartido y comprendes tanto o, en cambio, dejarse convencer por los rumores que arrastra toda la sociedad.
Las escenas son oscuras, porque subrayan el drama que acoge a los protagonistas y el conflicto psicológico al que se enfrentan todos ellos mediante los silencios, la intensidad de las miradas –en momentos escasos de palabras, la mirada de los actores lo dice todo- y en esos planos tan subjetivos y cercanos que nos acercan a la realidad que atraviesa cada personaje.
La película La caza ha logrado un notable éxito en numerosos festivales (Mejor actor en Cannes, Mejor guión y 5 nominaciones en Premios del Cine Europeo y nominada a mejor película extranjera en los Premios BAFTA). Es una película intensa, dura, profunda en el drama de los personajes, que provoca que estés atento en todo momento, atrapado por un hecho tan real y de consecuencias tan catastróficas.
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