A principios de agosto se estrenó en España esta película, que ha pasado un tanto desapercibida. La queremos destacar como un precioso ejemplo de cine religioso. Todavía se encuentra en algunas salas. Si tenéis oportunidad de verla en el cine, no os la perdáis. Si no, esperad a que salga en DVD. ¡Vale la pena!
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: L’apôtre |
SINOPSIS
Akim es francés, musulmán, trabajador en una panadería y escalador aficionado. Pertenece a una familia de origen argelino muy unida y amable y se espera que sea el sucesor de su tío, el imán de la ciudad. Un día acude al bautizo del hijo de un amigo suyo y, a partir de ese momento, se empezará a interesar por la figura de Jesucristo, lo que le provocará importantes conflictos con su familia y amigos pero, sobre todo, consigo mismo.
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CRÍTICAS
[Sara Ariño. Colaboradora de Cinemanet]
Un hombre mata a su vecina para robarle. El hermano de ésta, sacerdote católico, sigue viviendo junto a los padres del asesino de su hermana. Considera que, de esta manera, les ayuda a vivir, a sobrellevar el dolor por lo que su hijo ha hecho. Este es un hecho real que se presenta como punto de partida argumental de esta película.
Rodada en un estilo documentalista y muy dinámico, que le confiere un gran realismo, El apóstol nos adentra en un tema casi tabú: relata el proceso de conversión al cristianismo, guiado por esa muestra de caridad extrema, de un muchacho crecido en Francia, en el seno de una piadosa familia musulmana. Por lo delicado de la temática, la película tuvo dificultades en su país de origen. No recibió ninguna subvención y su directora, guionista y productora – Cheyenne-Marie Carron – recurrió a las diez mayores fortunas de Francia para que la ayudaran a sufragarla. Sólo una respondió, pero fue suficiente para sacar adelante el proyecto. Tras los atentados contra la redacción de Charlie Hebdo, algunos cines la retiraron de la cartelera, por miedo a represalias.
Muchas son las teclas que toca la película. Nos habla de la vida de los musulmanes en Francia. En este sentido, se guarda mucho de dar una imagen negativa o caricaturesca del Islam. De hecho, para quienes no tienen contacto con la comunidad musulmana es una buena muestra, por ejemplo, de la figura y la labor del imán, muy alejada del estereotipo de fundamentalista al que estamos tristemente habituados. También es interesante observar a una familia musulmana en su hogar, y ver cómo en su seno habla de cosas comunes y corrientes, como la conveniencia de pedir aumento de sueldo o el valor del arte contemporáneo, como haríamos cualquiera de nosotros en nuestros hogares. Esta naturalidad permite al espectador acercarse a esta realidad desde la simpatía y la complicidad.
El filme nos acompaña, de la mano de su protagonista, en el descubrimiento de la belleza del cristianismo. El protagonista, invitado casi por casualidad a un bautizo, se queda maravillado ante la figura de Jesucristo. Descubre lo que es la caridad cristiana, el don del perdón y la misericordia y empieza a compararlo con la formación religiosa que él ha recibido. A partir de aquí se inicia un proceso de conversión que le causará grandes dificultades de comprensión en su comunidad y en su misma familia.
Lo que más conmueve del film no son tanto los enfrentamientos del protagonista con su entorno, rodados con gran verosimilitud, sino su evolución en su camino de conversión, vivido como un auténtico enamoramiento. Valga como muestra la escena de la confesión ante la familia, que pone la piel de gallina a cualquiera con un mínimo de sensibilidad.
Una película, en fin, capaz, para decirlo en palabras de su directora, de hablar de la belleza del cristianismo sin denigrar el Islam.
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