SOMBRAS TENEBROSAS
Publicado: Vie May 11, 2012 3:58 pm
Hola a todos.
Para todos aquellos que se planteen ir al cine a ver la última película de Tim Burton, expongo mi opinión sobre ella. Por cierto, también es una buena opción de ocio para quienes sean reacios al grueso de la filmografía del director, que ha sabido reír para todos los públicos:
A finales del siglo XVIII, Barnabas Collins, miembro de la familia británica que ha impulsado la economía de un pueblo de Maine gracias a su negocio pesquero y que a la larga acabaría dándole nombre, Collinsport, rechaza a Angelique, doncella enamorada de él. La joven, despechada, comienza a interesarse por la brujería y las artes oscuras, dispuesta a destruir la felicidad de Barnabas y su familia. Esto pasa por empujar a la muerte a Josette DuPres, novia de Barnabas, y convertirlo a él en vampiro, para que su sufrimiento no tenga fin. Después, convence a los lugareños para que lo entierren vivo. Casi doscientos años después, en 1972, unos operarios en pleno trabajo encuentran por casualidad el ataúd de Barnabas y lo liberan. Desconcertado por su letargo, decide volver a la mansión familiar, donde residen los últimos resquicios de su ya decadente dinastía. Allí confiesa su secreto a Elizabeth Collins y comienza las gestiones necesarias para devolver el lustre a su nombre. Desgraciadamente, la malvada Angelique sigue viva e intentará impedirlo.
Basada en la serie televisiva de los 60 y 70 “Sombras en la oscuridad”, asociada a la infancia de su director, regresa Tim Burton a la gran pantalla con una historia fantástica y cómica, con los elementos góticos que tan popular lo han hecho y acaso suavizándolos, dotando así al film con una línea claramente identificativa y con la relajación de no necesitar exponer una historia en ese tono extrañamente grandilocuente y hasta denso que impregnan trabajos precedentes, perdiendo así, dicho sea de paso, parte de la fuerza mitómana. “Sombras tenebrosas” viene presentada de la mejor manera posible gracias a un reparto fabuloso, encabezado por su actor fetiche, Johnny Depp, en la piel del vampiro protagonista, lo que no sorprende a nadie, como buen rey del disfraz y hombre camaleónico donde los haya. A su lado, la elegantísima Michelle Pfeiffer como Elizabeth, pariente lejana al frente de la maltrecha familia, derrochando simpatía sin necesidad de sonrisa y casi riéndose de sí misma, como gran actriz en un género que conoce a la perfección. De caricaturesco podría calificarse el personaje de la doctora Julia Hoffman (Helena Bonham Carter), dedicada a la ayuda psicológica del pequeño David (Gulliver McGrath), quien dice hablar con su difunta madre. La nueva niñera, Victoria, para enredar aún más la trama, tiene los mismos rasgos de la difunta Josette, lo que hace que Barnabas vuelva a enamorarse. La australiana Bella Heathcote es la actriz encargada de dar vida a ambas. Chloë Grace Moretz es la hija adolescente de Elizabeth, que proporciona con su rebeldía algunas de las mejores secuencias en su choque cultural y generacional con su antepasado vampiro. Y para redondear el reparto, nadie mejor que Eva Green, gran hallazgo como personaje “burtoniano”, en la mala malísima, Angelique Bouchard, diabólicamente atractiva y dispuesta a seguir destruyendo a los Collins. También debe ser motivo de mención la presencia breve y testimonial de Christopher Lee, tal y como le gusta a Burton homenajear el género del terror. Aviso a navegantes y escépticos: la acción transcurre más en la realidad que lo que el exceso de rostros pálidos del cartel parece indicar.
“Sombras tenebrosas” pasa por ser una divertida comedia de gran ambientación gótica y espectacular puesta en escena – aunque el final de la historia se vaya un poco de las manos –, provista de muy buenos toques de humor y una estupenda banda sonora de antaño – se dejan oír The Moody Blues, Elton John y Barry White – con alguna que otra sorpresa. Un título curioso y original que gustará aun a los poco familiarizados con la temática y estética extravagante o “freak”, tan difícil de mantener en la primera línea, de la que Tim Burton es abanderado.
Para todos aquellos que se planteen ir al cine a ver la última película de Tim Burton, expongo mi opinión sobre ella. Por cierto, también es una buena opción de ocio para quienes sean reacios al grueso de la filmografía del director, que ha sabido reír para todos los públicos:
A finales del siglo XVIII, Barnabas Collins, miembro de la familia británica que ha impulsado la economía de un pueblo de Maine gracias a su negocio pesquero y que a la larga acabaría dándole nombre, Collinsport, rechaza a Angelique, doncella enamorada de él. La joven, despechada, comienza a interesarse por la brujería y las artes oscuras, dispuesta a destruir la felicidad de Barnabas y su familia. Esto pasa por empujar a la muerte a Josette DuPres, novia de Barnabas, y convertirlo a él en vampiro, para que su sufrimiento no tenga fin. Después, convence a los lugareños para que lo entierren vivo. Casi doscientos años después, en 1972, unos operarios en pleno trabajo encuentran por casualidad el ataúd de Barnabas y lo liberan. Desconcertado por su letargo, decide volver a la mansión familiar, donde residen los últimos resquicios de su ya decadente dinastía. Allí confiesa su secreto a Elizabeth Collins y comienza las gestiones necesarias para devolver el lustre a su nombre. Desgraciadamente, la malvada Angelique sigue viva e intentará impedirlo.
Basada en la serie televisiva de los 60 y 70 “Sombras en la oscuridad”, asociada a la infancia de su director, regresa Tim Burton a la gran pantalla con una historia fantástica y cómica, con los elementos góticos que tan popular lo han hecho y acaso suavizándolos, dotando así al film con una línea claramente identificativa y con la relajación de no necesitar exponer una historia en ese tono extrañamente grandilocuente y hasta denso que impregnan trabajos precedentes, perdiendo así, dicho sea de paso, parte de la fuerza mitómana. “Sombras tenebrosas” viene presentada de la mejor manera posible gracias a un reparto fabuloso, encabezado por su actor fetiche, Johnny Depp, en la piel del vampiro protagonista, lo que no sorprende a nadie, como buen rey del disfraz y hombre camaleónico donde los haya. A su lado, la elegantísima Michelle Pfeiffer como Elizabeth, pariente lejana al frente de la maltrecha familia, derrochando simpatía sin necesidad de sonrisa y casi riéndose de sí misma, como gran actriz en un género que conoce a la perfección. De caricaturesco podría calificarse el personaje de la doctora Julia Hoffman (Helena Bonham Carter), dedicada a la ayuda psicológica del pequeño David (Gulliver McGrath), quien dice hablar con su difunta madre. La nueva niñera, Victoria, para enredar aún más la trama, tiene los mismos rasgos de la difunta Josette, lo que hace que Barnabas vuelva a enamorarse. La australiana Bella Heathcote es la actriz encargada de dar vida a ambas. Chloë Grace Moretz es la hija adolescente de Elizabeth, que proporciona con su rebeldía algunas de las mejores secuencias en su choque cultural y generacional con su antepasado vampiro. Y para redondear el reparto, nadie mejor que Eva Green, gran hallazgo como personaje “burtoniano”, en la mala malísima, Angelique Bouchard, diabólicamente atractiva y dispuesta a seguir destruyendo a los Collins. También debe ser motivo de mención la presencia breve y testimonial de Christopher Lee, tal y como le gusta a Burton homenajear el género del terror. Aviso a navegantes y escépticos: la acción transcurre más en la realidad que lo que el exceso de rostros pálidos del cartel parece indicar.
“Sombras tenebrosas” pasa por ser una divertida comedia de gran ambientación gótica y espectacular puesta en escena – aunque el final de la historia se vaya un poco de las manos –, provista de muy buenos toques de humor y una estupenda banda sonora de antaño – se dejan oír The Moody Blues, Elton John y Barry White – con alguna que otra sorpresa. Un título curioso y original que gustará aun a los poco familiarizados con la temática y estética extravagante o “freak”, tan difícil de mantener en la primera línea, de la que Tim Burton es abanderado.