
Mi impresión, es que es una película que da para un buen cine-forum, no sólo de tipo cinéfilo(técnicamente, quiero decir), sino en cuestión de temas a tratar, de valores...
La protagonista, representa la lucha por conseguir un objetivo. El tener una meta. La renuncia que supone luchar por conseguir los propios ideales. así el dolor y el sacrificio no es que no tengan importancia, sino que se soportan como algo consustancial a la meta que se pretende lograr.
Es una chica optimista, que no se rinde con facilidad, que es luchadora...porque tiene una meta.
¿Qué pasa al final? Que se queda sin meta. En la película no se da ninguna visión real de la trascendencia de la vida. Le faltó que alguien le explicase que su vida, en esas condiciones tenía mucho sentido, en sí misma. Incluso en el plano humano podía estudiar, como le comenta en un momento su entrenador...pero en ningún momento se le presenta un objetivo por el que luchar.
El personaje de Clint Eastwood, es un hombre que no es capaz de perdonarse a sí mismo por sus propios errores. Va a Misa a diario, pero en realidad no tiene una fe real y operativa ( el sacerdote que aparece es casi una caricatura, pues no entra nunca en los problemas de fondo como qué pasa con la hija) para poder ayudarle. Tampoco tiene un sentido trascendente de la vida, por mucho que se le vea rezando a veces...está perdido.
No quiero alargarme más, pero me llegó mucho el mensaje de lo importante que es tener una meta, y de cómo si esa meta es sobrenatural, nunca nos faltará pase lo que pase, no porque no la alcancemos, sino porque está más allá a la vez que aquí...
Espero no haberos aburrido
