CINE NEGRO: EL HALCON MALTES
Publicado: Jue Dic 14, 2006 5:56 pm
Hago referencia a una de las tantísimas Obras Maestras de un género que desde aquí reivindico se le conceda un hilo propio: la serie negra.
Parece indudable que el detective Sam Spade fumando un cigarrillo o jugando al falso cinismo forma parte del imaginario colectivo como uno de los iconos del cine negro clásico. Y lo es gracias a esa interpretación de Bogart, claro, pero también merced del don narrativo del que dio muestras John Huston ya desde esta su opera prima, y por el devenir argumental patrocinado por un experto en desesperados fatum como fuera el nihilista Dashiell Hammett.
En The maltese falcon todo sucede muy deprisa, los buenos no son tan buenos y los malos –si se identifican- no son tan malos. Partiendo de un típico whodunit – es decir, de esos filmes que tratan de animar al espectador a hallar el culpable, normalmente asesino-, la película de Huston va punteando con maestría las referencias genéricas del cine negro más genuino, y traslada al espectador por un submundo zafio y embaucador que, tan callando, aparece latiendo con fuerza bajo la epidermis de la cotidianeidad.
Aunque en apariencia el periplo de Spade-Bogart termine de forma exitosa, el desenlace de la función está demasiado empapado por el sinsabor existencial del detective, que ve frustradas las únicas expectativas que arrojarían un poco de luz a su caprichoso destino: esa femme fatale, no por desamparada menos vigorosa, que compone Mary Astor.
Ahí lo tienen: A girl and a gun. Puro cine negro.
Parece indudable que el detective Sam Spade fumando un cigarrillo o jugando al falso cinismo forma parte del imaginario colectivo como uno de los iconos del cine negro clásico. Y lo es gracias a esa interpretación de Bogart, claro, pero también merced del don narrativo del que dio muestras John Huston ya desde esta su opera prima, y por el devenir argumental patrocinado por un experto en desesperados fatum como fuera el nihilista Dashiell Hammett.
En The maltese falcon todo sucede muy deprisa, los buenos no son tan buenos y los malos –si se identifican- no son tan malos. Partiendo de un típico whodunit – es decir, de esos filmes que tratan de animar al espectador a hallar el culpable, normalmente asesino-, la película de Huston va punteando con maestría las referencias genéricas del cine negro más genuino, y traslada al espectador por un submundo zafio y embaucador que, tan callando, aparece latiendo con fuerza bajo la epidermis de la cotidianeidad.
Aunque en apariencia el periplo de Spade-Bogart termine de forma exitosa, el desenlace de la función está demasiado empapado por el sinsabor existencial del detective, que ve frustradas las únicas expectativas que arrojarían un poco de luz a su caprichoso destino: esa femme fatale, no por desamparada menos vigorosa, que compone Mary Astor.
Ahí lo tienen: A girl and a gun. Puro cine negro.