Hola!
¿Alguien ha visto esta peli? Yo no lo he hecho pero me han dicho que es muy rara; y, por otro lado, Sergi, en tu blog hablas de la "fuerza de la imagen", pero por tu descripción se me hace que debe ser muy rara...
¿alguien la ha visto?
Promesas del Este
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- Registrado:Mar Abr 11, 2006 3:53 pm
- Ubicación:BARCELONA [phpBB Debug] PHP Warning: in file [ROOT]/vendor/twig/twig/lib/Twig/Extension/Core.php on line 1275: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable
"LA VIOLENCIA EN EL CINE", este tema sí que daría para muchos y apasionados puntos de vista.
Yo soy fan de David Cronenberg desde mi adolescencia, tiempos en los que me gustaba el cine de terror y me tragaba las salvajes parábolas de lo que después se llamó "La nueva carne" de Cronenberg.
Es un realizador muy personal, Belvís tiene razón de que es un hombre fascinado por la violencia (le pasa algo parecido a Coppola en "El Padrino": enfatiza la violencia para no banalizarla, para mostrar su completa y horrible dimensión -para que se me entienda: nada que ver con los típicos thrillers en los que Bruce Willis se carga a tropecientos villanos-; así, creo que la plasmación de la violencia en el cine de Cronenberg (que la hay, y mucha) obedece a razones morales más que a opciones estéticas.
En cualquier caso, Eastern Promises, película que me gustó casi tanto como la anterior A history of Violence, es una película bajo cuya trama se estudian los mecanismos de la más turbia integración de la inmigración en una sociedad, digamos, avanzada: desde dos focos: la mafia rusa afincada en Londres, y las terribles condiciones de vida de las prostitutas adolescentes que son inmigradas para convertirse en... carnaza sexual.
Una película sin duda dura. Y un realizador no apto para todos los paladares. Que a mí me encanta
Yo soy fan de David Cronenberg desde mi adolescencia, tiempos en los que me gustaba el cine de terror y me tragaba las salvajes parábolas de lo que después se llamó "La nueva carne" de Cronenberg.
Es un realizador muy personal, Belvís tiene razón de que es un hombre fascinado por la violencia (le pasa algo parecido a Coppola en "El Padrino": enfatiza la violencia para no banalizarla, para mostrar su completa y horrible dimensión -para que se me entienda: nada que ver con los típicos thrillers en los que Bruce Willis se carga a tropecientos villanos-; así, creo que la plasmación de la violencia en el cine de Cronenberg (que la hay, y mucha) obedece a razones morales más que a opciones estéticas.
En cualquier caso, Eastern Promises, película que me gustó casi tanto como la anterior A history of Violence, es una película bajo cuya trama se estudian los mecanismos de la más turbia integración de la inmigración en una sociedad, digamos, avanzada: desde dos focos: la mafia rusa afincada en Londres, y las terribles condiciones de vida de las prostitutas adolescentes que son inmigradas para convertirse en... carnaza sexual.
Una película sin duda dura. Y un realizador no apto para todos los paladares. Que a mí me encanta
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- Ubicación:Madrid [phpBB Debug] PHP Warning: in file [ROOT]/vendor/twig/twig/lib/Twig/Extension/Core.php on line 1275: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable
Entonces, Sergi, entiendo que este director muestra la violencia en su forma más descarnada para enseñarnos lo abominable que es, ¿eso quieres decir?
Pero ¿propone alguna solución? ¿Aporta algún contrapunto? Quiero decir, que muchas veces proponemos contraejemplos con la idea de que todo el mundo rechace lo reprobable del contraejemplo y nos terminamos dando cuenta de que el rechazo no es tal, sino que hay una especia de "atracción morbosa" por ese lado "perverso"... ¿Entiendes a lo que me refiero? Si no se propone un modelo positivo que permita ver el contrapunto, no sé yo hasta qué punto resulta útil como enseñanza moral...Fíjate en lo "atractivo" que resulta el personaje de Aníbal Lecter, pese a lo terrible de sus crímenes, por poner sólo un ejemplo reciente...
Pero ¿propone alguna solución? ¿Aporta algún contrapunto? Quiero decir, que muchas veces proponemos contraejemplos con la idea de que todo el mundo rechace lo reprobable del contraejemplo y nos terminamos dando cuenta de que el rechazo no es tal, sino que hay una especia de "atracción morbosa" por ese lado "perverso"... ¿Entiendes a lo que me refiero? Si no se propone un modelo positivo que permita ver el contrapunto, no sé yo hasta qué punto resulta útil como enseñanza moral...Fíjate en lo "atractivo" que resulta el personaje de Aníbal Lecter, pese a lo terrible de sus crímenes, por poner sólo un ejemplo reciente...
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- Ubicación:BARCELONA [phpBB Debug] PHP Warning: in file [ROOT]/vendor/twig/twig/lib/Twig/Extension/Core.php on line 1275: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable
No, yo decía que "es una opción moral", no "moralizante". Quizá en el discurso de Cornenberg -como en el de Michael Haneke, por ejemplo, o quizá podríamos traer a colación a maestros americanos como Arthur Penn o Sam Peckinpah- queda patente que la violencia es connatural al ser humano y forma parte de sus pulsiones.
Lo que no tiene nada que ver, ya desde su complejidad, con querer aprovecharse de la violencia con intereses crematísticos (vuelvo al ejemplo de Bruce Willis, por quien -que conste- no siento ninguna animadversión especial) .
En cualquier caso, creo que no te sigo el argumento. Hannibal Lecter es el superstar de su saga. Por un lado, es un enfermo mental, no un villano (de hecho, el villano de la función, Buffalo Bill, también es un perturbado). Por tanto, ya no creo que parta de las premisas que dices. Y por otro lado, Lecter (por cierto, glorios Hopkins) es un monstruo, y el cine siente devoción por los monstruos. Sí que es cierto que en las producciones antiguas solía anidar un subtexto moralizante en el retrato de esos monstruos (no siempre: v.gr. "El hombre y el monstruo" de Rouben Mamullian), pero los cánones clásicos han ido trasmutándose y alcanzando complejidad. Consubstancialmenta al devenir de cualquier expresión artística, el lenguaje cinematográfico, en este caso.
Quizá un tema interesante a analizar sería las razones por las que a los teenagers les gusta tanto el cine de psychokillers: las sagas de Freddie Krueger o Scream o Viernes 13. Ahí sí que veo un interés crematístico por parte de sus realizadores que se aprovecha del morbo (o el gusto por la exploración y la ruptura con la norma de los adolescentes), y un propósito de adocenamiento que entiendo nocivo para el público.
Esto daría para mucho. ¡Y encantado de que así fuera, que conste!
Lo que no tiene nada que ver, ya desde su complejidad, con querer aprovecharse de la violencia con intereses crematísticos (vuelvo al ejemplo de Bruce Willis, por quien -que conste- no siento ninguna animadversión especial) .
En cualquier caso, creo que no te sigo el argumento. Hannibal Lecter es el superstar de su saga. Por un lado, es un enfermo mental, no un villano (de hecho, el villano de la función, Buffalo Bill, también es un perturbado). Por tanto, ya no creo que parta de las premisas que dices. Y por otro lado, Lecter (por cierto, glorios Hopkins) es un monstruo, y el cine siente devoción por los monstruos. Sí que es cierto que en las producciones antiguas solía anidar un subtexto moralizante en el retrato de esos monstruos (no siempre: v.gr. "El hombre y el monstruo" de Rouben Mamullian), pero los cánones clásicos han ido trasmutándose y alcanzando complejidad. Consubstancialmenta al devenir de cualquier expresión artística, el lenguaje cinematográfico, en este caso.
Quizá un tema interesante a analizar sería las razones por las que a los teenagers les gusta tanto el cine de psychokillers: las sagas de Freddie Krueger o Scream o Viernes 13. Ahí sí que veo un interés crematístico por parte de sus realizadores que se aprovecha del morbo (o el gusto por la exploración y la ruptura con la norma de los adolescentes), y un propósito de adocenamiento que entiendo nocivo para el público.
Esto daría para mucho. ¡Y encantado de que así fuera, que conste!