DOS BUENAS OPCIONES, AÚN EN CARTEL

[SERGI]

Soy de la opinión que en los últimos meses se han estrenado en cines propuestas de lo más interesantes. Diría que son meses "afortunados", porque la media de calidad, a mi humilde parecer, ha subido. A ver si dura hasta el (temible en lo que concierne a calidad) verano.

A mí personalmente, me han gustado muchas películas estrenadas en los últimos meses: Buenas noches y buena suerte, El nuevo mundo, El Jardinero Fiel, Match Point, Capote, El Castillo Ambulante, Crash... Aunque en esta ocasión, quiero destacar un par de opciones, una muy publicitada y otra que, a pesar de su cierto talante "independiente" (léase, según el interés de las distribuidoras, y por no depender de una major), me resultó más que interesante.

En primer lugar, MUNICH, que me parece la película más arriesgada que la industria norteamericana nos ha entregado en muchos años. Soy fan de Spielberg, lo reconozco, porque me parece el mejor director de una excelsa generación (acaso con el permiso de Coppola y Scorsese). Da la sensación que Spielberg ha alcanzado una plena conciencia de su capacidad como transmisor de ideas así como un serio compromiso con su tiempo. Al igual que en una película de evasión como War of the worlds, su predecesora, el director ya alentaba en las imágenes la sombra del miedo terrorista que tiene amordazada a la sociedad norteamericana actual, en esta Munich Spielberg asume todos los riesgos imaginables. Porque Munich es una película de larga duración que nos habla sobre terrorismo desde las antípodas del dogmatismo, que enfrenta al espectador con las raíces de ese miedo antes enunciado, escarbando en sus causas, en sus entrañas, sin temor de agradar o defraudar, sino de dejar patente que la valentía es una obligación de aquéllos que se hallan en una posición preeminente en la industria. El realizador judío no toma partido por ninguna de las facciones que en 1972, como en 2006, estaban en abierto conflicto, y lo más que se permite es victimizarlos a todos, abonando la teoría de que los espirales del odio sólo llevan a la sinrazón y el abismo.


En segundo lugar, LOS TRES ENTIERROS DE MELQUIADES ESTRADA. Especialmente para fans del western. Tommy Lee Jones escoge para su puesta de largo en la realización una partitura escrita por Guillermo Arriaga, creador ya consolidado de pulsiones humanas arrojadas al límite (guionista de Amores Perros y 21 gramos), y las convierte en celuloide con una serenidad que hereda tanto de Eastwood como de Fuller, que rehuye toda convención, y, por lo demás, permitiéndose el lujo de dirigirse a sí mismo en uno de los papeles más sugestivos que han visitado las carteleras en los últimos tiempos. Si el libreto de Arriaga confirma las severas inquietudes que ya apuntó en sus anteriores guiones (las emociones subyugantes que a menudo subyacen de las relaciones humanas), Jones repara en lo que de mítico y crepuscular tiene el journey que Jones y Pepper emprenden con el cadáver del personaje que aparece en el título del filme. Bajo su aspecto de western con hálito a redención, puede encontrarse un lúcido retrato del fenómeno migratorio y la sempiterna injusticia del que emana y por el que transita. En el filme, el personaje de Melquíades, así como los mejicanos que transitan y viven en el desierto fronterizo, albergan una humanidad y unos valores que se contraponen claramente a la indiferencia de los agentes de la Border Patrol y a los vicios y la vacuidad vital que reina en la localidad tejana.
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