Aunque me encanta Nicolas Cage como actor, el verle toda la película necesitado de medicamentos para aliviar el dolor, y en un personaje además en que no parece importarle mucho el valor moral de las cosas...no me gustó demasiado.
Porque no es el tipo simpático que podemos ver en Dr House, que se toma las pastillitas pero luego tiene un código...en este caso, el conseguir las drogas llega a ser el fin que justifica muchas cosas.
POr otra parte, en muchos momentos es sórdida, violenta y las relaciones personales de pareja no se plantean de manera muy normal, ya que ella es una prostituta, y el padre, vuelto a casar, tampoco es ningún ejemplo.
En un momento determinado, sin saber bien por qué, el personaje es capaz de una buena acción. Eso nos lleva a poder pensar que todos llevamos algo bueno dentro. Pero luego...durante casi todo el metraje de la película, empezamos a dudar si en este caso fue un acto aislado, sin ningún sentido y poco creíble.
Al final, parece que el tema recupera el rítmo, las cosas parecen arreglarse un poco...y el tema de la redención se apunta...aunque sin demasiada profundidad.
En definitiva, me pareció demasiado larga, con situaciones poco probables y no demasiado recomendable.
