Publicado: Dom Ago 19, 2012 6:36 pm
¡Hola!
Hace poco participé en un cinefórum sobre esta película, y os copio algunas ideas de las que fuimos viendo a lo largo de la discusión, esperando que también a vosotros os sirvan.
- La vocación y la fidelidad a ella: William Wilberforce se siente llamado a responder a Dios con su vida, y se plantea la dicotomía entre la política (para cambiar el mundo) o una vida contemplativa, incluso con una posible vocación religiosa. Sin embargo, esta visión tan polarizada, corresponde a una cosmovisión evangélica; mientras que, bajo la mirada católica, lo que haces en lo escondido también sirve para cambiar el mundo. Además, toda vocación vive un momento de crisis, como el que se muestra en la película; y es importante asumirlas y seguir adelante.
Otra faceta de este tema es que la vocación de Wilberforce hace de su vida un don en defensa de algo grande. Toda vocación es una llamada a esto. Y, además, lo hace con una perseverancia admirable, presentando la misma propuesta año tras año (“cada otoño”). Pero luego llega un momento de crisis en que tira la toalla, y ése es el punto clave donde arranca y en el que se centra la película. Se ve que en un momento dado se desesperó cuando vio que su lucha no tenía éxito. Esto puede ayudar a plantearse por qué trabajamos, si por el éxito material o porque algo es lo correcto.
En este momento, podría haberse quedado con la conciencia tranquila, y dejar que el relevo lo tomaran otros, como le dicen varios personajes. Pero él vive un proceso de crecimiento, y ve que no puede dejar que su vida se quede a medias. Además, su lucha sí había ido calando, y por eso al comienzo de la película le reconocen.
Un símbolo de su lucha interna es la voz. En varios momentos de la película se apunta a que de joven cantaba bien, pero con la lucha y la enfermedad la ha perdido, hasta el momento de su boda, en que vuelve a cantar.
- Amor: quien le da nuevas fuerzas para retomar la lucha es una mujer, Barbara, al preguntarle: “¿ES así como termina?”
- La compasión y el amor al otro, que es una persona con la misma dignidad que yo. De hecho, en la película se dice expresamente que el esclavo es un ser humano, creado como todos a imagen de Dios, y que se le marca con un hierro al rojo vivo para negar esto y para señalar que pertenece a un hombre. La compasión no es simplemente un sentimiento de lástima, sino compartir el padecimiento del otro. Wilberforce busca hacer experiencia de cómo viven y sufren los esclavos (se construye un armario como sus camarotes, visita los barcos). El momento en el que más se ve es cuando está partiendo leña y hablando sobre el sufrimiento de África, y se ve el paralelismo con los dolores de su enfermedad.
También William Pitt vive un momento de compasión, cuando en su enfermedad, al ver cercana la muerte, se identifica más con el sufrimiento de los esclavos y anima y ayuda a Wilberforce con más pasión y claridad de lo que lo había hecho hasta entonces.
- El claro paralelismo que se puede trazar con el tema del aborto.
- La amistad con William Pitt, y cómo ésta se va desarrollando y creciendo, hasta el punto de estar enterrados cerca el uno del otro. Ambos se preocupan por el bien del otro, se corrigen mutuamente, aunque también pasan por un periodo de distanciamiento.
- La comunidad: cómo gente que, en un principio, tienen poco en común, se unen para luchar por un ideal.
- El arrepentimiento y la necesidad de redención y perdón. El personaje de John Newton, esclavista converso y pastor metodista, pasa toda una vida haciendo penitencia, llevando consigo el fantasma de los 20.000 esclavos con los que traficó, y sin poder contar su historia. Hasta que, al final de su proceso, es capaz de llorar y, aun habiéndose quedado ciego, poder “ver” finalmente que Cristo le perdona y escribir su confesión. Sin embargo, ésta sólo tiene un valor meramente testimonial, y la película puede servir para subrayar la importancia del sacramento de la confesión.
- Aunque todos los puntos comentados hasta ahora son tantos a favor de la película y presentan valores positivos, hay que tener cuidado con algo que puede pasar desapercibido, y es si, para lograr un bien fin, se puede usar cualquier medio. En la película se ve que, para aprobar la primera (e incompleta) medida para acabar con la esclavitud, Wilberforce y sus amigos, siguiendo los consejos de Pitt, la camuflan dentro de una ley de apariencia patriótica, la presentan de forma aburrida (algo legítimo) y además regalan a los parlamentarios de la oposición entradas a unas carreras, para que no estén presentes para votar. El espectador puede tender a identificarse con esto y valorar su astucia, pero conviene señalar que se trata de una trampa y que, antes, se había criticado a los políticos partidarios de la esclavitud por hacer lo mismo. Así que, en este punto, hay que resaltar que la conducta de los protagonistas es censurable.
Hace poco participé en un cinefórum sobre esta película, y os copio algunas ideas de las que fuimos viendo a lo largo de la discusión, esperando que también a vosotros os sirvan.
- La vocación y la fidelidad a ella: William Wilberforce se siente llamado a responder a Dios con su vida, y se plantea la dicotomía entre la política (para cambiar el mundo) o una vida contemplativa, incluso con una posible vocación religiosa. Sin embargo, esta visión tan polarizada, corresponde a una cosmovisión evangélica; mientras que, bajo la mirada católica, lo que haces en lo escondido también sirve para cambiar el mundo. Además, toda vocación vive un momento de crisis, como el que se muestra en la película; y es importante asumirlas y seguir adelante.
Otra faceta de este tema es que la vocación de Wilberforce hace de su vida un don en defensa de algo grande. Toda vocación es una llamada a esto. Y, además, lo hace con una perseverancia admirable, presentando la misma propuesta año tras año (“cada otoño”). Pero luego llega un momento de crisis en que tira la toalla, y ése es el punto clave donde arranca y en el que se centra la película. Se ve que en un momento dado se desesperó cuando vio que su lucha no tenía éxito. Esto puede ayudar a plantearse por qué trabajamos, si por el éxito material o porque algo es lo correcto.
En este momento, podría haberse quedado con la conciencia tranquila, y dejar que el relevo lo tomaran otros, como le dicen varios personajes. Pero él vive un proceso de crecimiento, y ve que no puede dejar que su vida se quede a medias. Además, su lucha sí había ido calando, y por eso al comienzo de la película le reconocen.
Un símbolo de su lucha interna es la voz. En varios momentos de la película se apunta a que de joven cantaba bien, pero con la lucha y la enfermedad la ha perdido, hasta el momento de su boda, en que vuelve a cantar.
- Amor: quien le da nuevas fuerzas para retomar la lucha es una mujer, Barbara, al preguntarle: “¿ES así como termina?”
- La compasión y el amor al otro, que es una persona con la misma dignidad que yo. De hecho, en la película se dice expresamente que el esclavo es un ser humano, creado como todos a imagen de Dios, y que se le marca con un hierro al rojo vivo para negar esto y para señalar que pertenece a un hombre. La compasión no es simplemente un sentimiento de lástima, sino compartir el padecimiento del otro. Wilberforce busca hacer experiencia de cómo viven y sufren los esclavos (se construye un armario como sus camarotes, visita los barcos). El momento en el que más se ve es cuando está partiendo leña y hablando sobre el sufrimiento de África, y se ve el paralelismo con los dolores de su enfermedad.
También William Pitt vive un momento de compasión, cuando en su enfermedad, al ver cercana la muerte, se identifica más con el sufrimiento de los esclavos y anima y ayuda a Wilberforce con más pasión y claridad de lo que lo había hecho hasta entonces.
- El claro paralelismo que se puede trazar con el tema del aborto.
- La amistad con William Pitt, y cómo ésta se va desarrollando y creciendo, hasta el punto de estar enterrados cerca el uno del otro. Ambos se preocupan por el bien del otro, se corrigen mutuamente, aunque también pasan por un periodo de distanciamiento.
- La comunidad: cómo gente que, en un principio, tienen poco en común, se unen para luchar por un ideal.
- El arrepentimiento y la necesidad de redención y perdón. El personaje de John Newton, esclavista converso y pastor metodista, pasa toda una vida haciendo penitencia, llevando consigo el fantasma de los 20.000 esclavos con los que traficó, y sin poder contar su historia. Hasta que, al final de su proceso, es capaz de llorar y, aun habiéndose quedado ciego, poder “ver” finalmente que Cristo le perdona y escribir su confesión. Sin embargo, ésta sólo tiene un valor meramente testimonial, y la película puede servir para subrayar la importancia del sacramento de la confesión.
- Aunque todos los puntos comentados hasta ahora son tantos a favor de la película y presentan valores positivos, hay que tener cuidado con algo que puede pasar desapercibido, y es si, para lograr un bien fin, se puede usar cualquier medio. En la película se ve que, para aprobar la primera (e incompleta) medida para acabar con la esclavitud, Wilberforce y sus amigos, siguiendo los consejos de Pitt, la camuflan dentro de una ley de apariencia patriótica, la presentan de forma aburrida (algo legítimo) y además regalan a los parlamentarios de la oposición entradas a unas carreras, para que no estén presentes para votar. El espectador puede tender a identificarse con esto y valorar su astucia, pero conviene señalar que se trata de una trampa y que, antes, se había criticado a los políticos partidarios de la esclavitud por hacer lo mismo. Así que, en este punto, hay que resaltar que la conducta de los protagonistas es censurable.