Alguien dijo una vez que de grandes personas salían enormes historias. Ahora entiendo. La vida de este hombre en particular es un testimonio espeluznante. No importa lo tergiversada que la vendan. La verdad sólo es una.
Nada que decir de la película. Ni bien ni mal. Sólo un gran aplauso por la fidelidad.
Nada más.
Sisa R. Alenza
Un Hombre para la Eternidad: una conciencia para toda ocasió
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Sisa R. Alenza
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"No podemos decidir el tiempo en que vivimos.Tenemos que decidir qué hacer con el que se nos ha dado."
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SERGI
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Recientemente, no sólo he tenido el placer de revisar esta obra maestra del Cine (la vi hace mil años, y casi no recordaba nada), sino que he hallado este post (que podríamos denominar ya "clásico" dentro de los foros de cinemanet 
) y me he encontrado con vuestros apasionantes comentarios, no ya sobre la figura de Thomas More, que no necesita reivindicación, sino sobre la película.
Muy interesantes los apuntes sobre la edificación de una completa simbología a través de los planos a la naturaleza (sumo ese bello y a la vez tristísimo plano de transición que muestra el cambio de estaciones -un árbol- encuadrado desde la ventana de la celda donde More está recluido).
Sobre la estética de su tiempo, añadir que se nota mucho la filiación teatral (y didáctica) del texto. Cierto es que hoy en día se hubiera intentado disimular eso más, porque la estética es mucho más manierista. A mí me gusta mucho la dirección de actores también respetando ese sustrato teatral (sobretodo Scofield, podemos decir que declama, y en general hay ese hálito de solemnidad que se posa en todos los diálogos), y la clarividencia del guión en la explicación -creo que diáfana, a pesar de lo complicado que resulta- de la distancia entre la Ley Natural y las leyes positivas (de los hombres), de lo que se sigue que, incluso siendo notoria la postura de More respecto de la decisión de Enrique VIII, éste se mantenga a salvo (de la condena, no del descrédito civil y político) merced del ejercicio insobornable de su silencio. De hecho, si Richs no hubiera cometido perjurio, More no hubiera sido condenado a muerte. Un contundente ejemplo de la imposibilidad de las leyes hechas por los hombres de alcanzar el Todo que esa ley natural, proyectada desde y hacia los valores y la moralidad, sí ofrece.
Sin duda, una película sensacional.
) y me he encontrado con vuestros apasionantes comentarios, no ya sobre la figura de Thomas More, que no necesita reivindicación, sino sobre la película.Muy interesantes los apuntes sobre la edificación de una completa simbología a través de los planos a la naturaleza (sumo ese bello y a la vez tristísimo plano de transición que muestra el cambio de estaciones -un árbol- encuadrado desde la ventana de la celda donde More está recluido).
Sobre la estética de su tiempo, añadir que se nota mucho la filiación teatral (y didáctica) del texto. Cierto es que hoy en día se hubiera intentado disimular eso más, porque la estética es mucho más manierista. A mí me gusta mucho la dirección de actores también respetando ese sustrato teatral (sobretodo Scofield, podemos decir que declama, y en general hay ese hálito de solemnidad que se posa en todos los diálogos), y la clarividencia del guión en la explicación -creo que diáfana, a pesar de lo complicado que resulta- de la distancia entre la Ley Natural y las leyes positivas (de los hombres), de lo que se sigue que, incluso siendo notoria la postura de More respecto de la decisión de Enrique VIII, éste se mantenga a salvo (de la condena, no del descrédito civil y político) merced del ejercicio insobornable de su silencio. De hecho, si Richs no hubiera cometido perjurio, More no hubiera sido condenado a muerte. Un contundente ejemplo de la imposibilidad de las leyes hechas por los hombres de alcanzar el Todo que esa ley natural, proyectada desde y hacia los valores y la moralidad, sí ofrece.
Sin duda, una película sensacional.