
Hoy llega a las pantallas este filme policiaco (al que me refiero aquí, en "drama", porque no tengo muy claro si se debe considerar "Acción", o "Suspense"; es un thriller, y tiene un poco de cada cosa

En Broken City, un ex-policía convertido en investigador privado (Mark Whalberg), termina descubriendo, por accidente, los tejemanejes que el alcalde de Nueva York (Russell Crowe) lleva a cabo para lucrarse a costa de lo que los americanos llaman un "housing project", una reforma urbanística en el seno de una comunidad deprimida -de mayoría de población negra y pobre- de la ciudad.
Como decía, es éste un tema muy recurrido por el cine, y en ese sentido la película de Allen Hughes nada aporta que pueda considerarse nuevo. Pero no por ello la película deja de resultar agradable de ver, pues cumple con solvencia sus considerandos estrictamente cinematográficos: Broken City –bonito y alusivo título– nos propone un acercamiento de los conflictos entre personajes y tramas implicadas en el que los convencionalismos de todo tipo están ahí, pero servidos con suficiente garra –tanto en la escritura de la trama y los diálogos como en la puesta en escena– para vestir un relato atractivo en imágenes, muy rítmico, y que nos invita a apetecibles reflexiones sobre cuestiones éticas, no tanto centradas en lo que al político que encarna Crowe se refiere (que es un personaje de una pieza, despótico cuya frialdad ya acusamos en la primera secuencia), cuanto al detective que incorpora Whalberg, personificación de las mismas debilidades -aunque a menor escala- que termina denunciando, en un proceso de asunción de la propia culpabilidad que el filme desarrolla con sutileza pero mucho vigor.
Sin duda recomendable para los amantes del género.