



Pinchando en el cartel se puede acceder a la crítica que ha publicado cinemanet sobre esta película, con los detalles sobre el reparto y la dirección de la misma.

Hacía tiempo que quería verla, pero hasta ahora no lo había conseguido, así que no ha podido ser en pantalla grande sino en televisión. Creo que muchas de las imágenes y los trucos que se ven me hubieran impresionado más en el cine, pero qué le vamos a hacer, jejeje.
En un principio no podía evitar compararla con "El Ilusionista", las dos tenían como protagonista a un mago y la magia formaba parte de ambas tramas. Sin embargo, según iban pasando las secuencias me daba cuenta de que sólo tenían eso en común. En ésta lo que empieza como una fábula de magos...pronto se convierte en un drama sobre la ambición, la venganza y cómo puede destrozarse una vida y las que la rodean cuando el orden de valores se trastoca y uno pone como principal lo accesorio y viceversa.
Es en el fondo la historia de dos hombres que se enfrentan y se van autodestruyendo a lo largo de la cinta a base de actos vengativos. La envidia también hace acto de presencia. Y es que en vez de agradecer lo que poseen y sacar partido de ello, en lo que se centran es en lo que les falta, y por lograrlo no se dan cuenta de que están sacrificando lo que más vale: familia, amistad, paz interior...No existe el perdón: ni se pide ni se otorga. Y con semejante actitud no nos puede quedar sino una parte del hombre muy empobrecida que desde luego no es capaz de encontrarse a sí mismo.
El guión da muchas vueltas, y los trucos son a veces impactantes. Aunque, como bien dice en algún momento la cinta, cuando vamos a ver magia, en el fondo no queremos saber el truco, sino sólo dejarnos engañar y disfrutar de ello. Cuando se conoce el mecanismo, la magia desaparece y a veces lo que queda en nuestra mente llega a ser hasta desagradable.
Una película que desde luego mantiene la intriga desde el principio y no deja que te aburras en ningún momento. Que de alguna forma refleja lo peor que, en algunos aspectos, todos tenemos dentro, y por eso invita a pensar sobre todo ello.

Y al mismo tiempo brinda el contraste que ofrece una niña pequeña, su inocencia y la limpieza de su mirada, que sin decirnos nada nos está dando el contrapunto y la esperanza.
