Hay películas que son extraordinarias por lo que cuentan y, sin embargo, pasan desapercibidas, como Entre la razón y la locura (2019) que relata la primera edición del diccionario Oxford English; la tarea de recopilar todas las palabras de lengua inglesa a cargo de un doctor que estaba en un asilo psiquiátrico, y que fue un caso real.
Otro caso real es el que se relata en Mas allá de la esperanza (2019), que trata el caso de una pareja que creía que habían perdido a su hijo adolescente tras caer en un lago helado. Los médicos lo dieron por muerto durante sesenta minutos, pidieron permiso a la madre para quitar los enchufes de las maquinas que lo mantenían, pero su madre no quiso; tenía fe y clamó a Dios, y milagrosamente el corazón volvió a latir.
En la lista de las 1.000 mejores películas están las de siempre, pero las historias extraordinarias muy pocas veces aparecen ahí; estas joyas de películas de grandes casos reales. Otra película de un caso real, El médico de Viena (2023), que recuerda mucho a otro médico en Dioses (2014), película polaca basada en un hecho real del cirujano Zbigniew, quien hizo el primer trasplante de corazón contra la opinión de sus colegas.
El medico de Viena es un film húngaro inspirado en la vida de Ignaz Semmelweis, un médico cirujano y obstetra del siglo XIX casi olvidado, a quien se le atribuye el descubrimiento de la vital importancia del lavado de manos por parte de médicos y enfermeras. Es conocido popularmente como el «salvador de madres» porque descubrió que la sepsis puerperal (fiebre del parto) podía reducirse mucho desinfectando las manos en las clínicas de obstetricia. Se le considera el creador de los procedimientos antisépticos. Las recomendaciones de Semmelweis no se aceptaron hasta después de su muerte. Esto ocurrió cuando Louis Pasteur confirmó la teoría de que los gérmenes causan infecciones. Después, Joseph Lister, basándose en el trabajo de Pasteur, comenzó a usar métodos de asepsia y antisepsia en la cirugía.
Una película que ha pasado sin pena ni gloria y es una obra maestra solo por la historia que cuenta de ver madres que morían nada más nacer sus hijos y el largo enfrentamiento del director del hospital con el doctor que buscaba la causa de tantas muertes. Muy bien ambientada, bien filmada, grandes actuaciones de todos los actores y una actuación extraordinaria de Katica Nagy.
¡Qué poco cine húngaro llega a España! Fue grande en los años ‘60 y ‘70 y ahora nos llega esta historia extraordinaria de 122 minutos que te atrapa nada más empezar la película. Un doctor volcado con los pacientes, que ayudaba en los partos cuando sus colegas no podían. Qué gran escena cuando una madre pide que salvara a su hijo porque podían morir la madre y la criatura, y entonces el doctor hace una cirugía para sacar al niño que era muy grande. Película que sólo por la historia, lo bien que la cuenta, cómo está desarrollada y lo que aportó este médico en su trabajo científico, ya está entre las 2.000 mejores películas de la historia.
* El medico de Viena está disponible en Movistar +