La década de los 50 y 60 fue la mejor del cine épico, que ya no se hace actualmente, y de cuatro obras maestras: Espartaco, Ben-Hur, Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, que están en las 100 mejores películas de la historia. Nos llega este año 2025 una película que parece que es de las películas de aquella época; los 155 minutos son frenéticos y, aunque a algunas personas no les gusten las películas de coches, seguro que quedan atrapados al verla. Una película que está diseñada para el éxito antes de estrenarse y con el apoyo de Apple.
Hay varias temáticas en el cine: western, comedia, románticas, bélicos, dramas, etc., pero me dijo un historiador de cine que en el cine todo es acción, y es verdad. Pero la película F1 es acción total casi toda la película, y además se cataloga una buena película por un buen guión, y si además en este se logran varios giros para sorprender a los espectadores, lo consigue el guionista. Ver como actores principales a tres guaperas: Brad Pitt, Damon Idris y Javier Bardem; más no se puede pedir. Y si encima, en una escudería en la que había un líder, llega un veterano que estaba retirado de los circuitos de carreras y se enfrenta al líder, tenemos una película explosiva.
¡Qué bien está retratado el mundo de las carreras!: ver cómo en dos segundos cambian las ruedas, el cuadro técnico de cuatro personas dirigiendo a los pilotos, el día antes de la carrera toda la escudería y su equipo preparando la carrera. Y, como dice la directora, no hay líderes: si gana, gana un equipo. En ningún momento decae la película, porque los cambios de guión la sostienen, y si encima hay lucha por el liderazgo, negocios entre medio, un poco de comedia y hasta romanticismo, hacemos casi una película de diez.
Ya está, de momento, en el pódium de las tres mejores películas del 2025 y, casi con toda seguridad, pudiera entrar en mi lista de las 1000 mejores de la historia y casi a la altura de la mejor de carreras de coches: Le Mans ‘66 (2019). Gran guión, montaje, dirección, y un Brad Pitt que no solo se muestra un viejo zorro como piloto: se las sabe todas para dominar una carrera, hacer las trampas que haga falta y volar en la última vuelta como él siempre soñó; sino que hace un trabajo espectacular. Como las películas de antaño del cine épico, nos llegó esta película que estoy seguro que el 90% de los entendidos en cine quizás no la consideren de cine épico, pero para mí lo es.