La película cuenta una historia real que parece imposible. Jeffrey Manchester, interpretado por Channing Tatum, fue un criminal conocido por asaltar más de sesenta McDonald ‘s entrando por un agujero que abría en el techo durante la noche. Después de ser detenido, logró escaparse de prisión y estuvo escondido durante unos seis meses dentro de una tienda Toys R Us. Su habilidad para pasar desapercibido era increíble: desconectó las alarmas, instaló minicámaras que se vendían en la propia tienda y las colocó en el despacho del gerente para escuchar todas las conversaciones.
La protagonista trabaja en esa tienda y un día fue a pedirle al gerente algunos juguetes para niños necesitados de una iglesia donde ella colaboraba como voluntaria y cantaba en el coro. El gerente se negó, pero Manchester escuchó la conversación y al día siguiente se presentó en la iglesia. Dejó los juguetes en un saco y cuando estaba a punto de marcharse una mujer lo invitó a entrar. Ese gesto hizo que su vida cambiara por completo.
A partir de ahí empezó una doble vida: por un lado, seguía siendo un fugitivo, pero por otro se convirtió en un hombre bueno y atento para una mujer separada y sus dos hijas; las ayudaba con los deberes, compartía tiempo con ellas y mostró una bondad que nadie habría esperado de alguien con su pasado. En un momento de la película reflexiona que la familia que tuvo no necesitaba tantos regalos porque para ellos el mejor regalo era su presencia.
La historia muestra su lucha interna cuando llega el momento de decidir entre huir o quedarse con aquella familia que se había convertido en su refugio. También es fascinante ver cómo vivía dentro de la tienda Toys R Us, algo que parece surrealista, pero que ocurrió de verdad. Jeffrey Manchester sigue en prisión en la actualidad y su salida está prevista para 2036.







