Quizás este año sea el mejor de la historia en películas de terapias. Adorable y Dreams presentan a una terapeuta en el transcurso de la película y merecen ser vistas, dos grandes obras.
Nos llega una película muy interesante, liderada por Jodie Foster desde el minuto uno hasta el final, que vuelve por sus fueros después de su magnífico trabajo en La nadadora Nyad (2023), y que recuerda a sus otras tres grandes películas de thriller: Plan de vuelo: desaparecida (2002), La habitación del pánico (2002) y su obra maestra El silencio de los corderos (1991).
La trama gira en torno a una terapeuta a la que se le muere uno de sus pacientes, hecho que trastoca toda su vida. Lo mejor es la actuación de Jodie Foster, que a pesar de los años enamora a la cámara y hace pareja con su exmarido Daniel Auteuil, que ya lleva 96 películas y está formidable.
La protagonista entra en una catarsis y debe acudir a una sesión de hipnosis, donde se desencadena aún más su proceso. Es interesante cómo el guion aborda el tema de la familia, fundamental para reflejar la crisis de esta terapeuta. Maravillosa la escena de Jodie Foster con su exmarido, cuando él le pregunta por qué se separó de ella. La respuesta final: que lo sigue queriendo mucho y podrán ser amigos.
También destaca la trama final, donde Jodie le pide perdón a su hijo y va a su casa. Él responde: “Usted se ha equivocado de piso, mi madre nunca pide perdón”. Gran actuación de Jodie Foster: tan meticulosa en su trabajo, en su forma de ser, en su carácter.
Es una película que tiene algunos fallos de guion, pero desde el minuto uno te atrapa y ya está entre las cien mejores películas del 2025. Y qué bonito ver a Jodie Foster hablando francés y con unos secundarios maravillosos, destacando a uno de los fetiches del cine francés, Daniel Auteuil, que la acompaña en la trama, logrando en algunos momentos hasta una película romántica.
Puntuación: 7 sobre 10.







