El 27 de mayo el Auditorio de la Universidad San Pablo CEU Madrid acogió la gala de entrega de los Premios CinemaNet en sus categorías del Premio “Personaje” (uno real, otro de ficción) y “¡Qué Bello es Vivir!” (uno de ficción, otro documental) y el Premio “Trayectoria”, para quien impulsa el buen cine con empeño y esfuerzo. Fueron presentados por María Ángeles Almacellas, directora de CinemaNet en Madrid, e Ignacio Caballero que presidió el jurado.
Estos premios de CinemaNet se dan cada año en Madrid, mientras que los premios “Familia” se dan en Barcelona.
El presidente de CinemaNet, Daniel Arasa, enmarcó el acto señalando que estos premios no se limitan a reconocer el valor de los films como entretenimiento, aunque esto se tenga en cuenta, sino que son una apuesta en favor de las personas, las familias y la sociedad en general, ya que promueven unos valores humanos, familiares, educativos y sociales que chocan con la corriente imperante. “Estamos por ello inmersos en una batalla cultural”, dijo Arasa, precisando que “una muestra de los valores con los que nos encontramos en esta sociedad se mostró hace pocos días en el esperpento del Festival de Eurovisión. Lo que nosotros hacemos está en las antípodas”.
Por su lado, María Ángeles Almacellas, dijo que “estos premios apoyan a las películas que muestran que el bien, la verdad y la bondad nos llevan a la libertad”.
Premios “Personaje”
El Premio Personaje de ficción lo ganó la joven Lupe Mateo, que interpretó el personaje de Andrea, una niña de 15 años que intenta contactar con su padre que se fue de casa, en la película El amor de Andrea. Es la primera película de esta joven actriz. Además de ella recogió el premio su director, Manuel Martín Cuenca (con su bebé en brazos). El centro de la película está en el derecho de los hijos a poder tener y tratar a su padre.
El Premio de Personaje real, se lo llevó la película La Sirvienta, de Pablo Moreno, y su protagonista la actriz Cristina González del Valle, que representaba a Santa Vicenta María, la santa patrona del servicio doméstico, fundadora de las religiosas de María Inmaculada, que murió con 43 años y cuyos restos descansan en su casa madre en la calle Fuencarral de Madrid. El director de la película, Pablo Moreno, y varias religiosas de la congregación acudieron a la entrega del premio.
Premios ¡Qué bello es vivir!
Los premios “¡Qué Bello es Vivir!”, que celebra la grandeza y belleza de la vida o ponen en evidencia los déficits en ella para ayudar a subsanarlos, se otorgó a la película juvenil italiana Glassboy, de Samuele Rossi. Su protagonista es un niño con una enfermedad, cuya familia no le deja salir de casa. El muchacho aprende a abrirse a los demás, supera reveses, aprende lo que es la amistad y saber perdonar. Ante la imposibilidad de acudir su director, recogió el premio Filomeno Martínez, distribuidor de European Dreams Factory.
Otro galardón fue para el documental Hay una puerta ahí, de Facundo y Juan Ponce de León, dos hermanos cineastas uruguayos. Recoge con imágenes reales la relación entre el doctor Enric Benito, oncólogo experto en cuidados paliativos, con Fernando Sureda, enfermo de ELA y antiguo directivo futbolista.
Sureda fue activista pro-eutanasia, pero al ir quedando inmovilizado, hablaba por Internet con el doctor Benito, que le llamaba desde Mallorca a Uruguay. Ambos personajes tenían una edad similar y sentido del humor. El enfermo hablaba de sus frustraciones y fracasos y el médico reconocía sus sentimientos y le animaba a aceptarlos. «¿Qué pasaría si lloras?», planteaba el médico. «Con la enfermedad, te estás haciendo bebé, y es normal: necesitas que te cuiden, quieres llorar…» La empatía y cercanía aumentaba entre ambos. «Hoy estás un poco ñoño, te lo voy a decir: te quiero mucho», le comenta el médico. En su evolución de 9 meses, Sureda pasó de ateo militante a declararse «agnóstico esperanzado».
El jurado valoró la «audacia y profundidad» del documental, que mantiene «atento y conmovido» al espectador y despierta a la belleza de la trascendencia. Desde Mallorca se conectó por Internet el médico, valorando el apoyo Fundación López Mariscal y explicando que lo que se recoge es la experiencia del Grupo de Espiritualidad de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, que tiene un acompañamiento transconfesional.
Lucía González Barandiarán, premio de Trayectoria
Por último, CinemaNet premió a Lucía González Barandiarán de Bosco Films, quien ya recibió los premios ¡Bravo! 2019 y el de Artes de la Imagen de Religión en Libertad en 2023. Juan Orellana, crítico de cine y presidente de Signis España, alabó su trayectoria. Lucía encontró su vocación por el cine de valores en el año que trabajó en Los Ángeles con Metanoia Films, la productora de Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde. De vuelta a España, trabajó con Karma Films, con European Dreams Factory y en 2017 creó Bosco Films, que hoy es distribuidora y productora.
Recordó que su primer contacto consciente con el «buen cine» de valores fue en un acto de CinemaNet en 2007 con la película Sophie Scholl, sobre los jóvenes de la Rosa Blanca, resistentes al nazismo en la Alemania de los años 40. Dio gracias a Dios porque, dijo, «siempre me encuentro con gente buena y talentoso». Y finalizó diciendo: «¡Gracias a todos y que siga el buen cine!»