En Hoyo de Manzanares (Madrid) se hizo famoso Clint Eastwood en 1964 por la película Por un puñado de dólares y, como él dijo: “Volveré a Los Ángeles y haré mis propias películas”. Y así fue.
El fenómeno del spaghetti western, que nació en la década de los 60 y duró quince años, tuvo su cuna en las tierras de Almería. Muy pocos conocen que fue en un pueblo de Madrid donde surge esta temática, en 1962, con la primera película El sheriff terrible. Eran coproducciones con Italia y se rodaron más de 100 películas durante diez años. Fue el primer poblado de decorados con edificaciones estables en Europa.
Entre ellas se encuentra Por un puñado de dólares (1964), una de las películas más influyentes de Sergio Leone. El documental narra cómo fueron esos años de cine en el municipio y cómo ese poblado, hoy conocido como Golden City, cambió la vida de los habitantes, conformando parte de su historia reciente e identidad.
La idea de instalar Golden City nació del productor, director y guionista Eduardo Manzanos, que había trabajado en coproducciones con Italia, y que montó la empresa junto a Jaime Pérez Cubero y el pintor José Luis Galicia, quien “acabó decorando y construyendo todas las remodelaciones del poblado durante su existencia”, ha explicado a EFE el codirector, coproductor y guionista del documental Iván Karras.
Hay catalogadas alrededor de un centenar de películas rodadas parcial o totalmente en este poblado, y una de ellas, Por un puñado de dólares, sentó las bases del llamado spaghetti western o eurowestern, un tipo de película del Oeste con mayor abundancia de primeros planos, violencia o bandas sonoras de Ennio Morricone, ha señalado el otro director del documental, Miguel Ángel Guerra.
En este documental de gran contenido hablan muchos de los protagonistas de este hecho tan poco conocido: tener un plató en los 60 solo para el género del western. Con la visión de expertos en cine como el historiador Carlos Aguilar, el productor Andrés Vicente Gómez, el director Víctor Matellano y otros protagonistas, se cuentan muchos detalles de los procesos de los rodajes y cómo contrataron a Clint Eastwood.
Eran otros tiempos, en los que hacer una película de western era éxito asegurado y se hacían películas a todo tren; a veces, en el mismo poblado se rodaban dos películas. Los que hacían de extras, que eran vecinos de Hoyo de Manzanares, ganaban tres veces más en un día de rodaje que en un día de trabajo, y dio mucho empleo a toda la población.
Este documental ya se ha colocado entre los 10 mejores de este 2025 y entre los 2000 mejores de la historia. Es necesario verlo para conocer una historia rescatada después de 8 años de preparación.
Puntuación: 9 sobre 10.