El cine español es mágico; este año fue quizá el mejor de los todos los tiempos. Nos llega una nueva película de un director Daniel Sánchez Arévalo, ya consagrado con sus dos grandes películas Gordos (2006) y Azul Oscuro Casi Negro (2006), con una historia mágica, coral y llena de vida.
Cuando hay una película con un gran director, un actor como Javier Gutiérrez, una actriz como María Vázquez y cinco secundarios que están maravillosos, más que los actores principales; y a esto hay que añadirle un gran guion y una gran historia, con música, gaitas y baile. Solo nos puede salir una película de diez, con la atmósfera de Galicia, de sus pueblos, de su vida y preocupaciones para subsistir. Destacar también la gran actuación de Judith Fernández y Fernando Fraga que dan mas vida esta película, una pareja que enamora.
Cuenta la historia de un pueblo de 102 personas que quieren participar en un concurso de rondallas en Vigo, donde participan otras 14 bandas. Ver todo el proceso de los ensayos ya emociona, pero ver el día del festival no solo hace llorar, un total de ocho minutos a lágrima viva, en el pase de prensa saltaron mis emociones y cuando terminó la actuación hasta aplaudí. ¡El cine es mágico! El director hace una de las escenas sobre los difuntos con mucha ternura, ver cómo celebrar el año nuevo una familia compuesta por una madre y dos hijas, cómo van al comentario a tomar las uvas con el padre fallecido o cómo su hija le toca la gaita.
Grandes momentos de la historia de dos hermanos que son policías, viven juntos, van a remo juntos y por la banda se rompe la amistad; con diálogos perfectos, hay momentos de ellos que son como la pareja tan famosa de los conocidos humoristas Tip y Coll. Película que lo tiene todo, ante todo emoción y además de ser divertida, sales del cine con el alma llena de vida.
Un gran mensaje de esta película es que en la vida es mejor quedar segundo que ganador, para ser número uno siempre hay tiempo. Me recuerda a la película Ronda española (1952) donde más de cien chicas de los coros y danzas de la Sección Femenina se embarcan rumbo a América para mostrar la riqueza del folklore español. Durante la travesía, la relación entre las muchachas y la tripulación resulta de lo más animada; además, en todos los escenarios el éxito las acompaña siempre.







