Mr. Magorium y su Tienda Mágica
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Dirección y guión: Zach Helm. País: USA. Año: 2007. Duración: 94 min. Género: Comedia, fantasía. Interpretación: Dustin Hoffman (Mr. Magorium), Natalie Portman (Molly Mahoney), Jason Bateman (Henry Weston), Zach Mills (Eric Applebaum). Producción: James Garavente y Richard N. Gladstein. Música: Alexandre Desplat y Aaron Zigman. Fotografía: Roman Osin. Montaje: Sabrina Plisco. Diseño de producción: Thérèse DePrez. Vestuario: Christopher Hargadon. Estreno en USA: 16 Noviembre 2007. Estreno en España: 14 Diciembre 2007. |
SINOPSIS
Algo está a punto de cambiar para siempre en la Tienda de Juguetes Mágica de Mr. Magorium. Su excéntrico propietario, de 243 años de edad, quiere retirarse y traspasar la tienda a Molly Mahoney, una alegre e imaginativa joven que desde su adolescencia ha sido su fiel encargada. Para ello contrata a Henry, un contable serio y responsable de la misma edad que Mahoney. Los problemas empezarán cuando la tienda, que tiene vida propia, se rebele contra la nueva situación.
CRÍTICAS
Desde el primer momento que tuve contacto con esta cinta sabía que iba a ser diferente, que, como bien he podido comprobar en mis sentimientos, poco tiene de infantil, poco de adulta, pero que mezcla tan bien todos los conceptos que hace que uno siga su visionado esperando más, desde esa manera que tiene, tal vez para los peques de la casa de explicar a duras penas en que consiste eso de "irse" (yo lo tuve que aprender cuando mi abuelo "se fue", tal vez la persona más buena que he visto en mi vida…), que, a veces es, demasiado profunda para los peques y demasiado infantil para los mayores, pero, que con buena dosis de fantasía y realismo (casi al 50 %) deja en la butaca un extraño regustillo a complicidad.
Es cierto que, y esto lo digo para los adultos, es mejor sentarse a verla dejando los prejuicios fuera, y es que, en estas épocas navideñas, todos debemos ser un poco más peques, y disfrutar recordando a veces estas fechas en las que siendo enanos vivíamos como locos con la ilusión de los regalos (Reyes o Papa Noel, según corresponda) y con esos juguetes que nos hicieron pasar las horas muertas en la habitación de nuestra casa, solo, únicamente así, conseguiremos, no solo entender las referencias disueltas en la película por su director, sino además, salir del cine con una tierna sonrisa infantil de oreja a oreja.
Son ya muchas las ocasiones que me suelo referir a una cinta "Cuasi-teatral" de esas que apenas tienen un desarrollo, hay mucho diálogo, y podría hacerse perfectamente en la sólida estructura de un teatro, esta, es una de esas cintas, puesto que hasta los pocos efectos especiales de la misma, extraño por otra parte en una cinta donde "La tienda mágica" es casi un personaje más, son de una factura tan simple, y a la vez tan bella que podrían ser desarrollados en ese ámbito.
Un alegato a volver a ser niño, una mirada atrás a la madurez, y una manera sencilla, lenta y a la vez eficaz de plasmar lo que, en muchas otras cintas, no saben como hacerlo; me gusta ver que Zach Helm está llevando sus películas hacia un cine que hará las envidias de otros directores como Spike Jonze, Michel Gondry y similares… El futuro está lleno de jóvenes con ganas darle al cine un "new-look".
Me quedo con su Score, con esa melodía que incluso siendo repetitiva se te mete en lo más profundo de la "sesera" y con la espectacular interpretación de Dustin Hoffman, (he leído quien comparaba su papel con el Willy Wonda interpretado por Depp), que convierte a Mr.Magorium en ese juguetero que todos hemos conocido siendo niños y con el que nos encantaba compartir nuestros pequeños deseos (Sr.Cuadrado en mi caso).
Dejando a un lado al personaje excentrico interpretado por Hoffman ¿O es al revés? Natalie Portman esta normal, en su salsa, comedida, sin mostrar mucho en exceso, ni tampoco poco, tiene momentos donde parece mas inmersa en su personaje y otros en los que en sus ojos muestra que poco le importa lo que sucede en pantalla, luego tenemos a Jason Bateman (este hombre me ha caído mal siempre) y últimamente aparece hasta en la sopa (esta vez con la voz de mi gran amigo Luis Posada en el doblaje), y por último el pequeño Zach Mills que parece la versión real del protagonista de "Monster House".
Termino con una frase de Hoffman que me ha encantado: Tu vida es una oportunidad, úsala.
Un lugar muy especial
En plena metrópoli moderna existe una extraordinaria tienda de juguetes destinada a hacer las delicias de cualquier niño dispuesto a disfrutar y a soñar. Se trata de la tienda mágica de Mr. Magorium, un lugar alucinante donde los juguetes son distintos a los habituales, por la sencilla razón de que tienen vida propia. Por fuera parece una casita de cuento al estilo Hansel y Gretel, y por dentro la agitación que reina en la enorme juguetería es fenomenal; allí es imposible aburrirse, hay bolas de goma que se mueven sin cesar, pescado fresco, monos, muñecos que se mueven, libros mágicos? Acompañan especialmente al propietario la dulce Molly Mahoney, una jovencita que sueña con ser alguien especial en el mundo de la música, y el pequeño Eric, un chavalín muy salado con poca facilidad para hacer amigos. Pero Mr. Magorium, que nació en 1764 y por tanto en 2007 tiene la nada desdeñable edad de 243 años, piensa que ya ha vivido suficiente y ha llegado la hora de "irse". Y ha decidido dejar su legado a Molly. Con tales planes y para poner algo de orden legal en sus negocios contrata a un ejecutivo soso llamado Henry Weston, incapaz de "ver" las maravillas que hay en la tienda.
Imaginativa y agradable película, ideal para las fiestas navideñas y las soñadoras mentes infantiles, escrita y dirigida por Zach Helm, quien anteriormente triunfó con el guión de Más extraño que la ficción. La idea de partida es atractiva: una tienda que es como el sueño imposible de todos los niños. Y Helm apunta algunas ideas interesantes, como la de que es necesario creer para ver, y la de que si uno no confía en sí mismo jamás podrá hacer realidad sus sueños. También destaca el enfoque nada traumático que se le da al tema de la muerte, un hecho que sin dejar de ser triste, queda expuesto como el fin natural del ser humano y parte integrante de la vida.
Sin embargo, aun con sus aspectos positivos y amables, el conjunto se resquebraja por la poca consistencia argumental, pues todo se apoya en un conflicto de escasa entidad. Y da la sensación de que se le ha sacado muy poco partido a los demás aspectos del film, tanto a los efectos especiales como a los personajes, especialmente a Magorium, que resulta poco trabajado y es interpretado con pobre originalidad por un Dustin Hoffman en horas bajas. Además es del todo incoherente la resolución de la crisis del personaje interpretado por Natalie Portman, cuyas cuitas personales resultan cuando menos confusas y algo tontas, por decirlo de algún modo. Probablemente lo mejor del film sea la presencia del pequeño Eric, quien aporta frescura a la trama y ofrece algunos momentos logrados, como la divertida conversación a través del cristal o su parlamento en las oficinas del abogado.