Algunos pueden calificar el trabajo deTerrence Malick como de ejercicio manierista o pretencioso, pero lo cierto es que sus formas sustentan un pensamiento profundo sobre la vida y la felicidad, sobre el arrepentimiento y el perdón, sobre Dios y el alma humana. Y no falta tampoco la sensibilidad exquisita para tratar asuntos muy interiores, y el respeto para mostrarlos sin ofender a la inteligencia del espectador.
Crítica de El Árbol de la vida
That’s a smart aneswr to a difficult question.