Es casi imposible hacer una película como Casino (1995), que está entre las cien principales películas de la historia, y con la temática del juego, como Indomables, que plasma cómo ver un casino desde el aire, desde otro piso, donde los empleados vigilan a los jugadores para ver si hacen trampas.
Habla también de las apuestas de las carreras de caballos, donde una camarera de un bar escucha a los clientes y los futuros ganadores de estas carreras. Ella apuesta sin que lo sepa su marido, y van escondiendo su pequeña fortuna.
Es la historia de dos hermanos: uno que quiere tener un hogar, trabajar, ser feliz y que todos los días su mujer le espere en casa; el otro, que lleva siempre mala vida, jugador de cartas y con problemas constantes. En medio de estos dos hermanos, una mujer. Es la historia de la vida, de ganadores y perdedores, pero algunos son indomables, como dice el título de esta película.
Ambientada en los años 50, es una historia muy intensa, potente y adictiva. La cinta tiene un aire curioso de cine clásico de los 50 y 60. La ambientación de los años 50 está muy conseguida, igual que la historia y la narrativa. La dirección es sensual y seductora, y se complementa con su gran fotografía y su diseño artístico.
La película se ha estrenado un año después que en Estados Unidos. A pesar de durar dos horas, no se hace larga; todo lo contrario, resulta amena y deja con ganas de que dure más.
Es una película infravalorada, sin premios, sin pena ni gloria, pero es una mini obra maestra de un cine que ya no se hace: romántico, pasional, estético, de alto voltaje emotivo, donde se busca el amor al precio que sea, aunque por ello se corran peligros.
Ya está entre las 100 mejores películas del 2024 y entre las 5000 de la historia.
Puntuación: 8 sobre 10.
*Calificación por edades: no recomendada para menores de 16 años