Sinopsis
Otro emocionante capítulo del icónico universo cinematográfico basado en hechos reales. Vera Farmiga y Patrick Wilson se reúnen por última vez para interpretar a los famosos investigadores de lo paranormal Ed y Lorraine Warren en una poderosa y escalofriante adición a la franquicia.
Crítica
Expediente Warren: El último rito | Una despedida a medio gas para una saga que se merecía más
Cuarta y, previsiblemente, última entrega de una saga a la que los fans del cine de miedo y posesiones tienen un inmenso cariño, no sin razón. Lo empezado por James Wan, maestro en el género y que aquí ejerce de productor, cae en manos del director Michael Chaves (el mismo de la anterior película) con guion de Ian Goldberg, Richard Naing y David Johnson tomando la realidad como base, como las anteriores. Tenía todos los elementos para despedirse por todo lo alto con un caso que dejara boquiabierto al espectador, pero el resultado es regular a todas luces.
Otro emocionante capítulo del icónico universo cinematográfico basado en hechos reales. Vera Farmiga y Patrick Wilson se reúnen por última vez para interpretar a los famosos investigadores de lo paranormal Ed y Lorraine Warren en una poderosa y escalofriante adición a la franquicia.
Desde 2013 han pasado 12 años desde la primera entrega de la saga, Expediente Warren (The Conjuring), y película tras película ha dado tiempo de sobra para que nos encariñemos con el matrimonio en la ficción formado por Patrick Wilson y Vera Farmiga. La química entre ellos es indudable y llenan la pantalla sin problema. Pero todo lo que empieza, termina, y aquí la publicidad ha prometido muchísimo (se vende como el caso más escalofriante que, de hecho, les hizo retirarse de los exorcismos) para tener un desenlace tibio, muy tibio. Por cierto, lo de “otro emocionante capítulo” no lo decimos nosotros, es la sinopsis oficial dada por la distribuidora, lo aclaramos porque puede sonar raro leer poco después que el desenlace es tan tibio.
Evidentemente no vamos a desvelar nada de la trama que no deba saberse, solo faltaba, pero sí es nuestro deber avisar de que aunque el metraje trate debidamente a la Iglesia católica (aunque podría ser mejor), el matrimonio Warren se ha enfrentado a demonios mucho más terroríficos en anteriores entregas, siendo el caso que nos ocupa algo mucho más ligero. La novedad en este filme tiene que ver con las nuevas incorporaciones: Judy, la hija de los Warren (Mia Tomilson), y Tony, su novio (Ben Hardy), ambos fenomenales, sobre todo él en el tramo final.
Primero lo bueno: el comienzo, ambientado en 1964, es excelente, con un parto de infarto y un precioso milagro (aunque ya de por sí una nueva vida lo es). Saltamos entonces a 1986 con una ambientación absolutamente conseguida (magníficos los insertos de grabaciones reales del programa de Larry King, mítico presentador de aquel entonces) y algunos golpes de humor efectivos que remiten a productos imperecederos como Cazafantasmas o Los Goonies. Luego llegan varios sustos, algunos efectivos, y ciertos momentos que pueden llevar al respetable a apartar la mirada unos segundos por la visceralidad que se alcanza, parece que Chaves estuviera pensando “os vais a enterar, nuevas generaciones, de cómo me las gasto si me lo propongo”. Imposible no mencionar la secuencia en la sala de los espejos, muy inquietante y realmente lograda, al igual que lo que tiene lugar en un desván. Y se habla, de paso, de enfrentar los miedos en lugar de evitarlos u obviarlos (fácil de decir, muy difícil de hacer), de saber creer en las nuevas generaciones y pasar el testigo, así como de la unión familiar, clave en los momentos en los que la fe puede flaquear (recordemos la mítica frase de “la familia que reza unida, permanece unida”). Obviamente hay una constante aparición de elementos religiosos y peticiones a su intercesión, todo ello muy agradecido.
Y sin embargo el conjunto no acaba de funcionar debido a varios problemas entre los que se encuentran una duración excesiva (más de 2 horas de metraje) y una historia que tarda mucho en arrancar y en enseñar sus verdaderas cartas. Además no llegan a cumplirse las promesas de ver en pantalla cosas que se van anunciando ni llegamos a percibir el peligro del que no hacen más que avisarnos. “Hay un demonio muy peligroso detrás de todo esto” dice un personaje, pero a la hora de la verdad no hay un enfrentamiento que haga grandes a los héroes. Como decimos, se las han visto con espíritus mucho más diabólicos y peligrosos en anteriores entregas, y se supone que ésta era la más escalofriante, pero nada más lejos de la realidad, así que el tramo final es un quiero y no puedo.
En todo caso se agradecen los créditos explicativos de la historia de los Warren tras todo el metraje, un clásico de la saga, y una pequeña posdata visual tras los mismos (sería el correspondiente a la escena poscréditos), pero la sensación final es que es una despedida a medio gas con una historia que prometía pegarnos a la butaca e irse por todo lo alto como se merecían estos queridos personajes, y la realidad es que se van cabizbajos por un final que no les hace justicia. Ojalá, pero no va a pasar, James Wan hiciera algo al respecto con una quinta entrega…
Ficha técnica

- Título Original: The Conjuring: Last Rites
- Dirección: Michael Chaves
- Guión: Ian Goldberg, Richard Naing, David Johnson
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Duración: 135 min.
- Género: Terror. Thriller
- Interpretación: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Mia Tomlinson, Ben Hardy, Madison Lawlor, Elliot Cowan, Beau Gadsdon, Peter Wight, Kate Fahy, Kíla Lord Cassidy, Rebecca Calder, Orion Smith
- Productora: New Line Cinema, Atomic Monster, The Safran Company, Warner Bros
- Música: Benjamin Wallfisch
- Fotografía: Eli Born
- Estreno en España: 5-9-2025