Sinopsis
Una profesora universitaria se encuentra en una encrucijada personal y profesional cuando una alumna estrella lanza una acusación contra uno de sus colegas y un oscuro secreto de su propio pasado amenaza con salir a la luz.
Crítica
Caza de brujas | Interesante drama que se atreve a cuestionar discursos de moda políticamente correctos
No es habitual ni mucho menos, pero de cuando en cuando aparecen en cartelera películas muy sencillas que intentan salirse de la norma y cuestionar la sociedad actual así como los discursos imperantes, la mayoría impuestos por una minoría radical que intenta silenciar a la mayoría que no piensa como ellos. Caza de brujas, de Luca Guadagnino, es una de esas películas.
Una profesora universitaria se encuentra en una encrucijada personal y profesional cuando una alumna estrella lanza una acusación contra uno de sus colegas y un oscuro secreto de su propio pasado amenaza con salir a la luz.
Leo en compañeros de profesión que este filme ha sentado mal a determinado público que se autodefine como progresista, “ellos sabrán por qué, yo no”. Pues la razón es sencilla: a nadie le gusta que le pongan delante del espejo y salgan a relucir sus defectos, sobre todo si son muchos y alardea de no tenerlos, y más aún cuando se define con el adjetivo de moda: “antifascista”, más vacío que nunca porque cuando todo es fascismo, nada lo es.
Y sí Guadagnino es muy pero que muy pedante y pone la historia al servicio de su peculiar forma de filmar (agotadora esa música durante todo el metraje y ese diálogo entre dos constantemente interrumpido por un tercero que ni pincha ni corta, por citar solo dos ejemplos), pero aquí las cosas como son: no le ha faltado valentía para poner en el punto de mira a unos cuantos sectores que se autodenominan “progresistas” o “modernos”, pero que vienen a ser los que se quejan de todo pero les gusta vivir “a todo trapo” (si se me permite la expresión) valiéndose de lo mismo que critican. Y sobre todo, de esos niños ricos universitarios (en la película son estadounidenses, pero se puede extrapolar a otros países) que piensan que por tener largas charlas metafóricas imposibles de entender para el 99 % restante del mundo ya están por encima de él, o que esta sociedad está dominada por el “patriarcado”, pero a la vez son conscientes de que han logrado la paradoja de que una mujer, por el hecho de ser mujer, deba ser creída en su relato, y el hombre, por el hecho de ser hombre, debe ser culpable y apartado de la vida pública, básicamente el tristemente célebre #MeToo; ¿que al hombre le han arruinado la vida? Se lo merecía, es el momento de las mujeres. “¿Estás buscando justicia restaurativa o venganza?”, que pregunta la protagonista, y ahí reside la clave.
Evidentemente todo eso es muy incómodo para los mismos que han conseguido ese efecto pero luego reclaman ser creídos cuando el escándalo les estalla a ellos mismos delante. Ahí pone el foco el director acompañado de su guionista Nora Garrett, quien escribe unos diálogos bastante buenos con frases punzantes como “soy culpable diga lo que diga, ya hay sentencia”, denunciando a todos aquellos que pretenden sustituir a la figura del juez. ¿Para qué queremos a esos profesionales que han superado durísimas oposiciones cuando tenemos jóvenes que han leído tres publicaciones en redes sociales y ya tienen veredicto?
Por desgracia guionista y director meten mucha carga ideológica woke y LGTBI y sus infinitas siglas, aunque también es verdad que no escatiman en críticas hacia ellos también. De aquí nadie sale indemne porque no hay nadie libre de pecado que pueda tirar la primera piedra.
La parte menos cuidada, y es una pena porque daba para algo mucho mejor, es la relacionada con el matrimonio que vemos en pantalla, donde el marido encarnado por el actor Michael Stuhlbarg se muestra demasiado inocente respecto de lo que le está pasando la protagonista y aceptando de forma absurdamente natural situaciones muy desagradables.
El metraje, eso sí que no hay quien lo salve, es tremendamente excesivo, llegando a unos 139 minutos que en 100, incluso menos, habría sido mucho más directo y claro. En la parte actoral, Julia Roberts está estupenda como siempre y muy natural, no teniendo miedo a mostrar que los años también pasan por ella y sin rechazar primerísimos primeros planos. Así que tenemos un filme que hace reflexionar y critica discursos impuestos por minorías radicales así como las denuncias por acoso, muchas de ellas cuestionables, que deben ser investigadas con calma por auténticos profesionales. Quitando parte de su desmedido metraje y las tonterías woke, Caza de brujas sí que puede llevar a una buena tarde de cinefórum.
Ficha técnica

- Título Original: After the Hunt
- Dirección: Luca Guadagnino
- Guión: Nora Garrett
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Duración: 139 min.
- Género: Drama. Thriller
- Interpretación: Julia Roberts, Andrew Garfield, Chloë Sevigny, Ayo Edebiri, Michael Stuhlbarg, Thaddea Graham, Will Price
- Productora: Imagine Entertainment, Frenesy Film Company, Big Indie Pictures
- Música: Trent Reznor, Atticus Ross
- Fotografía: Malik Hassan Sayeed
- Estreno en España: 17-10-2025