Primer documental sobre el Credo rodado en formato 3D que realiza un recorrido por los grandes interrogantes sobre la fe, la vida y Dios a partir de varias decenas de testimonios relatados por personas muy diferentes entre sí. Rodado con gran sensibilidad y belleza, se encuentra entre los tres mejores documentales religiosos de 2013. Sus sobrados méritos seguro le proporcionarán nuevos reconocimientos, el primero y el más importante de los cuales será, sin duda, el del público, no forzosamente creyente, que tendrá ocasión de deleitarse con una pequeña obra de arte.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título original: Jo crec. |
SINOPSIS
¿Existe Dios? ¿Es el mundo fruto de una casualidad? ¿Por qué existe el mal? ¿Qué ocurre después de la muerte? Millones de seres humanos de todas las épocas se han formulado estas y muchas más preguntas sobre el trascendente y el significado de la vida.
En “Yo creo”, desde testimonios anónimos como el de un pastor o una bailarina hasta grandes intelectuales, se sinceran sobre en qué creen y por qué. Cada uno de ellos representa una vida y unas circunstancias, todas ellas tan diferentes y a la vez tan cercanas, que es muy difícil que el espectador no se encuentre reflejado de un modo u otro. La fuerza emotiva de los testimonios, la belleza de la naturaleza, la pureza de la Palabra de Dios, el arte sacro y una sensacional banda sonora original complementan esta obra de referencia, que toma el Credo católico como recorrido argumental y que intenta mostrar la belleza de la fe.
“Yo creo” dará una visión nueva, inesperada y, sobre todo, sincera de la fe, un documental sobre la belleza de la fe que invita al encuentro personal con Jesucristo.
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CRÍTICAS
[Mª Ángeles Almacellas – CinemaNet]
“Yo creo” es un documental sobre la fe católica dividido en tres partes, articuladas siguiendo los tres grandes capítulos del Credo: “Creo en Dios Padre”, “Creo en Dios Hijo”, “Creo en Dios Espíritu Santo”. Plantea grandes preguntas sobre la fe –“¿Existe Dios?”, “¿Es el mundo fruto de una casualidad?”, “¿Por qué existe el mal?”, “¿Qué ocurre después de la muerte?”–, a las que van dando respuesta numerosos testimonios de creyentes que hablan con espontaneidad de su propia experiencia. Pero, a diferencia de otros documentales, no incluye declaraciones de personas que no comparten la fe. Lo que en principio pudiera parecer una limitación, resulta ser un gran acierto, puesto que de lo que se trata es de que diversas personas, muy distintas entre sí, expliquen con naturalidad y sencillez el papel que juega la fe en sus vidas. Realmente, lo que pretende la película no es conocer la presencia de la fe en el mundo, sino la influencia y el valor de la fe para llenar la vida de sentido. En el fondo, “Yo creo” busca dar una visión nueva, fresca, sugerente sobre el hecho de creer, que constituya una invitación a acercarse a la persona de Jesucristo.
Rodado en 3D, ofrece unas imágenes de tal hermosura que el documental no solo constituye un posible instrumento para la reflexión, sino que entra en la dinámica de la “Via pulchritudinis”, de llegar a Dios por el camino de la belleza. Paisajes indescriptibles y espléndidas muestras de arte cristiano —arquitectura e imaginería— son un regalo para la vista que casi dejan sin aliento, conmueven íntimamente y nos sitúan ante la inefable perfección del Misterio. A lo que se unen los emotivos testimonios que llegan hasta lo más profundo del corazón del espectador. Y todo ello, con una banda sonora de gran calidad, que está totalmente a la altura de una película espléndida desde todos los puntos de vista.
No sorprende que “Yo creo” haya sido considerado uno de los tres documentales religiosos de 2013 mejores del mundo, en el festival “Mirabile Dictu”, los “Oscar” del cine religioso, que se celebró en Roma el pasado mes de junio, y donde se presentaron cerca de 2.000 producciones internacionales. Tiene sobrados méritos, que harán, además, que consiga nuevos reconocimientos, el primero y el más importante de los cuales será, sin duda, el del público, no forzosamente creyente, que tendrá ocasión de deleitarse con una pequeña obra de arte.
[Jerónimo José Martín – COPE]
¿Existe Dios? ¿Es el mundo fruto de una casualidad? ¿Por qué existe el mal? ¿Qué ocurre después de la muerte? ¿Está Dios presente en mi día a día? Estas son algunas de las radicales preguntas que afronta el debutante Vicenç Vila en este audaz documental, con versión en 3D y rodado íntegramente en catalán. Estructurado en torno a los tres grandes artículos del Credo —Creo en Dios Padre, Creo en Dios Hijo, Creo en Dios Espíritu Santo—, su objetivo es mostrar la hondura antropológica y teológica de la fe cristiana a través de los reflejos de la belleza divina y de los sentidos testimonios de decenas de creyentes: hombres y mujeres, pobres y menos pobres, sacerdotes, religiosos y laicos de todos los ámbitos laborales.
El resultado es un poco discursivo y abigarrado, pero sintetiza muy bien el punto de vista católico de las grandes cuestiones —el sufrimiento, el mal, la oración, la caridad, la gracia…—, a través de testimonios convincentes, veraces y emotivos, que desvelan el trato íntimo de los entrevistados con Dios y la importancia decisiva que tiene en su vida cotidiana. Todo ello, envuelto por una cautivadora contemplación de la belleza de la naturaleza y del arte cristiano, captada por la deslumbrante fotografía de Gemma Bas y acompañada por la preciosa banda sonora de Jordi Sanjuan. Lógicamente, este documental no agota el tema, pero plantea las preguntas adecuadas y ofrece numerosas respuestas incisivas y profundas. Unas preguntas y respuestas de gran valor pedagógico y catequético, que interpelan al espectador, creyente o no, y pueden ayudarle a robustecer su fe, a recuperarla o a descubrirla.
Como ha señalado Carmen Giussani en la edición digital de la revista “Huellas”, la película “mueve y conmueve, porque devuelve a los breves pasajes de la Escritura su contemporaneidad inagotable. Porque remite a una Presencia que entra en la historia y sale al encuentro de cada uno cual padre del hijo pródigo. Porque ama las preguntas y se mide con las respuestas. Porque sabe dejarse tocar por la Gran Belleza”. No estaría mal que la viera Paolo Sorrentino. Le daría muchas luces sobre la angustiosa búsqueda existencial que retrata en su oscarizada película.
Más información: Para conocer las salas de cine donde pueden asistir a la proyección de “Yo creo”, visiten el siguiente enlace: http://www.jocrec.net/YoCreo/?page_id=436
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