Entrevista a Luis María Ferrández, guionista y director del cortometraje El Hilo de Ariadna
<<El cine como herramienta de felicidad a través de un conflicto humano me interesa.>>
[Juan-Luis Valera. CinemaNet]
¿Cómo surgió la idea de El Hilo de Ariadna?
En realidad, como todas las ideas que llevo a guión, casi de la nada, de un pensamiento, de una idea. Quería contraponer como una mujer que tiene una profesión que consiste en hacer feliz a los demás, tiene que luchar contra una propia infelicidad a causa de una posible enfermedad terminal y seguir haciendo reír a los demás. Ha sido preparatorio para el rodaje de mi primera película.
¿Cómo fue el rodaje?
Como la seda. Creo a ciegas en la preproducción profesional, donde todo está muy trabajado. No se puede luchar contra los elementos e imponderables pero cuanto mejor preparado vayas, menos posibilidades tienes de perderte en el camino. Todos los rodajes que he realizado hasta ahora, han sido un camino de rosas.
“Canicas 1939” enfrenta a unos niños a la guerra y “El Hilo de Ariadna” afrontas el cáncer. ¿Por qué te interesa tanto confrontar tus personajes con el sufrimiento?
El conflicto es el alma de una historia. Un personaje conflictuado es un personaje vivo en la ficción. Me aferro a los personajes luchadores: contra la injusticia, contra el sinsentido, llenos de fuerza y esperanza. Si estos te han llamado la atención, espera a ver mi película 25 de Abril. Allí si que hay fuerzas enfrentadas por hacer de la vida un lugar que merezca estar en ella.
El subtítulo del cortometraje dice que «Rodeado de sombras, te llevará a la luz». Sin adelantarnos el final del cortometraje parecería que quisieras dar una visión esperanzadora ante situaciones difíciles. ¿Es así? ¿Qué quieres transmitir al espectador?
Si, es así. La esperanza es uno de los motores que mueve el mundo. Mira, si la gente no tuviera esperanza en un momento adverso, ¿para qué tener ONGS, para qué la ONU, para que Cruz Roja, para qué pensar que las cosas merecen la pena? ¿Para qué estar vivo? No concibo esto como un valle de lágrimas, hay momentos felices y momentos tristes pero en estos últimos, saber que siempre volverán tiempos mejores te hace sentirte presente. El cine como herramienta de felicidad a través de un conflicto humano me interesa. Me gusta que una película me haga llorar y luego me diga: “¡Eh, que al final te voy a regalar una paz o una sonrisa que merecerán la pena!” ¿Te acuerdas de “Cinema Paradiso”?
Sí, comprendo a lo que te refieres. Es curioso, eso que has dicho es lo que Tolkien definía como Eucatástrofe: “el súbito giro feliz en una historia que lo atraviesa a uno con tal alegría que le hace saltar las lágrimas”, la cual, argüía, era la finalidad más alta que podía cumplir un cuento de hadas… Volviendo al cortometraje, eres el guionista además de su director ¿Cómo te has documentado sobre el tema del cáncer? ¿Qué te ha aportado a ti personalmente este tema?
Me llama la atención que el cáncer está anclado de forma impresionante en la sociedad. ¿Quién no tiene un amigo, familiar o conocido que esté luchando ahora contra un cáncer? Es un tema que nos parece que está ahí pero no nos roza, hasta que al final lo hace. Mira, mi mejor amigo tuvo uno con 20 años, y me hizo pensar. Todos estamos en una diana y los dardos a veces pasan tan cerca que…Mi madre tuvo y mi abuela también. Es un homenaje a la gente que lucha en silencio. Son guerreros en silencio. De la calma.
¿Cómo te vino a la cabeza ser director y guionista de cine? ¿Es una vocación desde pequeño o lo descubriste poco a poco?
La descubrí poco a poco. En realidad, me he dado cuenta que es lo único que se hacer bien (eso creo). Nunca me llamó el cine desde pequeño, pero gané un concurso de guiones cuando estudiaba la carrera y el premio consistía en rodar el corto en 35mm. Fue como una droga: desde entonces me enganché y cada cierto tiempo tengo la necesidad de contar algo a los demás a través de la imagen. Escribir es lo que más me gusta. Me sana el alma y me relaja y emociona. La soledad del guionista con su propia creación es lo que más me atrae en este mundo. Crear, en mi, es una necesidad más que un oficio o una ilusión.
Tú mismo definiste una vez tu cine como «cine social» ¿Qué quieres decir con eso?
Sinceramente, soy anti-etiquetas. El cine es cine y punto. Da igual que escribas “Piratas del Caribe” o “Los lunes al sol”. ¿Es que en “Piratas del Caribe” no hay conflictos sociales? Toda película narra el conflicto de un personaje o con otros o consigo mismo y, en el fondo, eso son relaciones sociales con los demás o contigo mismo. No hay cine social, hay películas que tratan de esto o de lo otro, pero películas al fin y al cabo; y su premisa es entretener, contar una historia y tener un mensaje.
En la producción de “El Hilo de Ariadna” participa la Universidad Francisco de Vitoria, Universidad en la que también trabajas como profesor y asesor académico. ¿Cómo conseguiste involucrar a una universidad en la producción?
Pues porque la universidad está a favor de involucrarse en todo lo que sea apoyar a su comunidad educativa. En este rodaje participaron alumnos a modo de práctica y eso fue bueno para todos. Aquí se estudia la carrera de cine y el cine se aprende haciéndolo. Todos éramos profesionales de esto pero los alumnos te aportan muchas cosas con sus preguntas, y ver sus caras de emoción al estar en un rodaje profesional no tiene precio. Uno me dijo: “Después de ver esto, tengo más claro lo que quiero hacer”. Eso es increíble, porque también es docencia para él y para mí.
¿Cómo es que también eres profesor universitario? ¿Resulta fácil compatibilizar el trabajo? ¿Qué crees que puedes aportar a estos chicos y chicas como profesor y qué puedes aprender de ellos?
Siempre tuve clara mi vocación docente. Mi padre es catedrático y lo he vivido desde pequeño. Además, te da una estabilidad económica, te obliga a estudiar, conocer las novedades del mercado, estar al día de todo, no perder el hilo jamás y eso no tiene precio. Aprendo más desde que soy profesor que cuando era alumno. Tener que enseñar lo poco que sabes te pone las pilas y es gratificante. Yo aporto mis experiencias para decirles: “Mirad, yo me equivoque aquí, no hagáis lo mismo; o esto está así objetivamente” y ellos me aportan humildad. Uno se da cuenta que debe hacer dudar cuando enseña también. Jamás dejaré la docencia. Ahora estoy haciendo la tesis doctoral y también me llaman para dar cursos, seminarios o talleres en diferentes escuelas y centros.
Esta pregunta puede resultar compleja, pero ¿crees que el cine español está suficientemente apoyado por el gobierno? ¿Crees que debe hacer algo más o piensas que el gobierno no debiera interferir? ¿Has recibido apoyo público para “El Hilo de Ariadna”?
No he recibido apoyo público para el cortometraje. Sí para la película (si no, seria imposible hacerla) pero en los cortos no. Mira, yo he visto de todo. Las subvenciones no son precisamente una forma de ayudar en transparencia. No me gustan pero soy consciente de que existen y debemos utilizarlas para hacer cine. ¡Pero buen cine, por favor! Hay grandes películas españolas subvencionadas, y creo entonces que es un dinero que ha merecido la pena; pero otras son verdaderas atrocidades, mediocres y es un dinero que se podía haber utilizado para otra cosa. Pero, claro, hay mucha gente viviendo de las ayudas de “papá estado”. Y los métodos para darlas… He visto una endogamia atroz pero este punto sería demasiado largo de comentar. Hay gente que lleva 40 películas, nadie va a verlas, el cine esta vacío, a nadie le interesa su cine y ahí siguen a peli por año…Otra gente con guiones maravillosos no tienen una puerta abierta porque no son conocidos… ¿Sabes cuántos grandes guiones se quedan sin hacer y cuántos malos guiones se hacen con ayudas del estado? Ni te imaginas. ¿Por qué? Pues porque hay que exprimir la vaca, pero son tantos que la vaca está seca. Y el estado cree que ayudar al cine español es darle más dinero…¡pues van listos!. El cine resurge cuando el producto es bueno, no cuando se compran más parches para remendar un balón destrozado. Y si alguien quiere discutir conmigo de esto, me siento gustoso a tomar un café con él y le cuento lo que he visto, vivido y oído. De todas maneras, hablaré de ello en el libro que estoy escribiendo para la editorial T&B: “Todo lo que te ocurrirá al hacer tu primera película”
Hacer un cortometraje no es nada fácil y la gran mayoría del público no suele visionar estas producciones ¿qué tipo de difusión vais a dar al cortometraje? ¿Cómo vais a llegar a los espectadores?
Lo ha cogido una distribuidora que los envía a todos los festivales de cine nacionales e internacionales. Muestras, pases, talleres, mercados etc. Al final, salvo la sala de cine, no varía tanto con un largo. Un corto es una película que dura menos, no una película peor o menor. Es una película. Veo más talento en el mundo del corto que en otros mundos de mayor metraje… ¿Sabes por qué? Porque tu pones tu dinerito y entonces, como es tuyo, más te vale la pena que se mueva y sea bueno si quieres recuperar el gasto. Nosotros siempre que hemos hecho un corto, lo hemos producido, tratado, distribuido y exhibido igual que si fuera un largometraje.
Has comentado que estás trabajando en tu primer largometraje, “25 de Abril”. ¿Nos podrías comentar un poco más de qué trata, qué tema quieres abordar en tu primer largometraje?
25 de Abril surgió de una experiencia vivida en un centro de acogida de enfermos de SIDA. Evidentemente, la historia que luego he transformado en guión no tiene ningún parecido con la realidad pero surgió de ese lugar. A un actor en el mejor momento profesional y personal de su carrera, le llega un guión en el que su personaje es un enfermo de SIDA. Para prepararlo se va a un centro de estos y de repente allí, se enamora de una de las enfermas de VIH. Todo empieza a cambiar en su universo, hasta su forma de pensar, actuar y sus prioridades. A partir de aquí varios personajes, empiezan a encontrar la brújula de su vida recomponiéndose todas ellas de los retales rasgados que las conformaban. Es una historia no sólo de amor, sino de sentido. La película esta en preproducción y confío en que será una obra digna en todas sus vertientes.
Hace unos meses salieron las estadísticas de asistencia y las películas españolas están perdiendo espectadores de forma alarmante. ¿Por qué crees que la gente no va a ver «cine español»?
Bueno…hay varios factores. Es mentira que la gente no va a ver cine español. Mira “El orfanato”: 23 millones de euros. Hay público para todo. El 50% de la gente que va al cine es adolescente. Mira “Mar Adentro”, “Los Otros”…o Torrente…. La comedia y el terror, el género funciona. Pero en realidad nadie sabe lo que va a funcionar. “El hijo de la novia”, drama romántico: pelotazo. Creo que el público quiere ver buenas películas, independientemente de la marca del país que traiga. Soy de los que piensa que no siempre el público tiene la razón, como el cliente. No. Hay veces que sí, y hay veces que no. Aun así, hay que hacer de todo, pero, por favor, sin caer en la mediocridad, en lo fácil en lo ridículo, en lo zafio. Hagamos de todo, pero con estética, con sutileza, con elegancia. No me interesa un guión con encefalograma plano. El cine es entretener, sí, pero se puede entretener de varias maneras sin tener que recurrir a las tonterías fáciles y groseras. Y no nos engañemos, eso de que el público es el que dice lo que se ha de hacer es mentira. ¡Mentira! “Estudio 1” era el programa más visto en su tiempo. Es un problema de ofrecer. Tú te compras lo que hay en el mercado, eliges y decides. ¿Quieres hacer una comedia de adolescentes? Pues haz “Juno”, y no “Pajilleros Supersónicos”, que seguro lo agradecerás.
Luis María Ferrández (Madrid, 1977), es Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid en la especialización de guión, realización y producción cinematográfica. Está realizando actualmente la tesis doctoral en cinematografía por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Profesor en la universidad Francisco de Vitoria de las asignaturas: Tecnología Y análisis cinematográficas, Guión de cine y realización y producción audiovisual. En cine, ha escrito y dirigido varios cortometrajes, entre los que destacan “Canicas 1939” (2005), con el que ha participado en numerosos festivales nacionales e internacionales, y el último hasta ahora: “EL HILO DE ARIADNA” (2008). Es el guionista de las películas “25 DE ABRIL”, (en preproducción) “VAN GOGH Y LA MUSA DE MERMELADA” y “EL SUEÑO GRANATE”.