Título Original: London River |
SINOPSIS
El 7 de julio de 2005 una serie de bombas explotaron en el metro de Londres, todas hechas estallar por terroristas extremistas. Más de 700 personas resultaron gravemente heridas, 56 personas murieron. London River pone rostro humano a este conflicto, mediante el relato de las historias ficticias de dos personas cuyas vidas se han vuelto del revés por este cataclismo. Ousmane es un musulmán que vive en Francia, la señora Sommers es una viuda de guerra cristiana que vive en una isla del canal de la Mancha. Aunque son desconocidos y ambos tienen diferentes formaciones religiosas, estos extraños se verán unidos en la ciudad de Londres por una tragedia compartida: cada uno de los dos ha perdido el contacto con su hijo desde el día de los ataques – la señora Sommers con su hija Jane y Ousmane con su hijo Alí. Juntos rastrearán la ciudad en busca de sus seres queridos, fusionados por la esperanza de que sigan vivos.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, COPE ]
Activadas por terroristas islámicos, un total de cuatro bombas explotaron en Londres el 7 de julio de 2005. Causaron 56 muertos y más de 700 heridos en tres trenes del metro y un autobús. La posible pérdida en esos atentados de sus respectivos hijos —Alí y Jane, que quizás salían juntos— une en la capital inglesa al silencioso Ousmane, un anciano musulmán residente en Francia, y a la señora Sommers, una sencilla mujer cristiana que habita en una de las islas del Canal de la Mancha.
Oso de Plata al mejor actor (Sotigui Kouyaté) en el Festival de Berlín 2009, este angustioso drama se estrena en España coincidiendo con el quinto aniversario de los terribles atentados terroristas en que se basa. En él, sin efectismos ni subrayados, y con escaso acompañamiento musical, el francés de origen magrebí Rachid Bouchareb retorna al intimismo de Little Senegal, después de haber resuelto con dignidad una gran historia épica en Days of Glory.
En su afán de síntesis narrativa y dramática, el guión resulta a veces demasiado escueto y alargado. Pero se aguanta con interés gracias a la serena puesta en escena —con algunos símbolos visuales muy logrados— y a las excelentes interpretaciones de Brenda Blethyn y Sotigui Kouyaté. Además, sus personajes se enriquecen con una sobria e inteligente defensa del sano interculturalismo y de la religión, mostrada como la principal medicina —quizás la única— frente a la soledad y el sufrimiento.
Hijos perdidos
Contenida película sobre las tribulaciones de las víctimas de actos terroristas. Rachid Bouchareb, ha escogido como marco de su historia los atentados de radicales islámicos en Londres, el 7 de julio de 2005. Allí Elisabeth busca desesperadamente a su hija Jane, de la que no ha vuelto a saber tras los terribles sucesos. Lo mismo hace Ousmane, africano subsahariano afincado en Francia, que ignora el paradero de su hijo Alí. Sus respectivas búsquedas se cruzan, por una foto compartida de los dos desaparecidos. Se enteran entonces de que Jane y Alí vivían juntos, estudiaban árabe, frecuentaban la mezquita. Esto produce un rechazo de Elisabeth hacia Ousmane, que sospecha que Alí puede haber sido una horrible influencia en la vida de su hija. Ya no sólo planea el miedo a que se confirme la muerte de uno y otra, sino su posible implicación en los actos terroristas.
Frente a la complejidad del guión de Days of Glory, el anterior film de Bouracheb, aquí el cineasta ha optado por una estructura sencilla, más bien previsible. Su mérito es un buen control de los elementos, que le permite pintar bien la angustia y la esperanza de sus personajes, bien encarnados por Brenda Blethyn y Sotigui Kouyaté, este último premiado como mejor actor en el Festival de Berlín. Resultan naturales y comprensibles los sentimientos mutuos -deseos de ayudar, desconfianza ante lo desconocido, frustración por no poder generar la desea confianza, triste esperanza…-, se pintan levemente las circunstancias personales -ella es viuda, su marido militar murió en la guerra de las Malvinas, tiene una pequeña granja, es cristiana de domingo; él trabaja como guardia forestal, y dejó a la familia atrás en África, reza a Alá-, y al final el film tiene algo siempre agradecible: autenticidad.
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Me parece una película digna de verse, no es excepcional pero pinta muy bien al ser humano en esas situaciones. La interpretación de ambos es excelente la actuación de El, espectacular.