![]() |
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: Another Earth |
SINOPSIS
Las radios y demás medios de comunicación informan de que ha aparecido en el cielo una réplica exacta del planeta Tierra que tiene los mismos continentes y las mismas ciudades, presumiblemente los mismos habitantes… Poco después la joven Rhoda Williams, aspirante a astrofísica, causa un accidente, que acaba con la vida de la esposa y el hijo del músico John Burroughs.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
[José García Pelegrín. Colaborador de CinemaNet]
Ciertos filmes tratan en realidad de algo diferente de lo que, a primera vista, desarrolla su argumento; especialmente el género de ciencia ficción ofrece, bajo la superficie de una trama futurista, la posibilidad de abordar cuestiones de gran calado. Por ejemplo, “Matrix”, la famosa película de Larry y Andy Wachowsky, plantea —envuelta en el género de película de acción con excelente coreografía y efectos especiales innovadores— la cuestión filosófica acerca de lo que denominamos realidad. O, por citar otro ejemplo: en “Monsters”, de Gareth Edwards, el argumento típico de ciencia ficción sirve sencillamente como marco para analizar la relación entre dos personas.
También “Otra Tierra”, de Mike Cahill, premiada en el Festival de cine de Sundance, podría considerarse superficialmente como una película de ciencia ficción: el filme comienza con la aparición de una nueva estrella en el cielo, un planeta desconocido. Conforme se va acercando a la Tierra, aparece cada vez mayor, hasta que permite reconocer en él la perfecta imagen de la Tierra; por este motivo se le denomina sencillamente “Tierra 2”. Durante una transmisión de televisión en vivo, la científica Dr. Joan Tallis establece contacto con Tierra 2 y mantiene una conversación con una científica llamada Dr. Joan Tallis, que resulta tener su misma biografía. La fascinación que despierta el haber encontrado un mundo paralelo a la Tierra hace salir a la calle a muchas personas, que contemplan el planeta con nuevos ojos. Pronto, una empresa comienza a ofrecer viajes a Tierra 2.
Sin embargo, este argumento sólo sirve de marco para el verdadero tema de “Otra Tierra”. El guión de Mike Cahill trata realmente de la estudiante Rhoda Williams (Brit Marling): tras celebrar el ingreso en la Universidad, y bajo la influencia del alcohol y de la fascinación que le despierta el nuevo objeto celeste, provoca un accidente de tráfico. Después de cumplir una condena de cárcel de 4 años, abandona el sueño de estudiar Astrofísica, y asimismo cualquier interés por su futuro. Para enfrentarse a su pasado y expiar su culpa, Rhoda se introduce bajo un pretexto en la vida de la persona cuya felicidad destruyó: el otrora prestigioso compositor John Burroughs (William Mapother), quien perdió a su esposa embarazada y a su pequeño hijo en el accidente causado por Rhoda. La muchacha se ocupa de ordenar y arreglar primero la casa de Burroughs y después, poco a poco, toda su vida. Una y otra vez pospone el momento de contarle la verdad. Cuando, inesperadamente, Rhoda obtiene la posibilidad de viajar a “Tierra 2”, lo considera como una oportunidad de obtener el perdón.
El lenguaje formal de “Otra Tierra” está estrechamente ligado a su origen como película de cine independiente: el hasta ahora documentalista Mike Cahill no sólo es coautor del guión y director, sino asimismo director de fotografía y editor. La actriz principal, Brit Marling, no sólo representa el papel principal, sino que también es coautora y coproductora de la película. “Otra Tierra” combina un lenguaje alegórico —sobre todo en el uso de los colores y otros símbolos— y el uso de la imagen de grano muy grueso con una utilización de la cámara lenta propia del videoclip y una estética encantadoramente retro, por ejemplo en el empleo de programas de radio y televisión.
Por otro lado, “Otra Tierra” ensambla este estilo heterogéneo con un tema recurrente, clásico, del cine: la superación de la culpa. En este aspecto resulta evidente la diferencia, por ejemplo, con «Melancolía” de Lars von Trier: mientras que este aboca en un fatalismo nihilista, la melancolía que sobreviene a Rhoda tras el accidente no le sustrae la esperanza de reparar la tragedia que causó.
[Traducción al español por Inés Parra para CinemaNet, revisada por el autor]
[Juan Orellana. Pantalla 90]
El joven director Mike Cahill, curtido en diversos puestos técnicos, se pone tras la cámara para afrontar su primer largo de ficción tras su debut con un documental sobre Cuba en 2004. “Otra tierra” se basa en un guión escrito a medias entre el director y la actriz Brit Marling, que es además la protagonista absoluta del filme y su productora. La película entrelaza dos tramas argumentales. Una es el drama de una joven, Rhoda (Brit Marling), que por un despiste al conducir se lleva por delante a una familia. Han pasado cuatro años y la conciencia de culpa y el arrepentimiento le obsesionan desde que salió de la cárcel. La otra trama es de ciencia ficción: se ha descubierto un planeta que es una copia exacta de la Tierra y de sus habitantes. Ambas historias se cruzan cuando Rhoda comprende que la existencia de esa nueva tierra puede ayudarle a lavar su pasado.
La película tiene un marcado tono indie, y sabe crear una atmósfera densa, creíble, con hondura dramática y con fuerza hipnótica. Es inevitable asociar ciertas escenas con nombres como Shyamalan, Kubrick, Iñárritu e incluso con el Tarkovski de “Solaris”. El filme hace gala de un lenguaje muy posmoderno en sus códigos visuales, en sus encuadres poco finos, su textura a menudo con grano y sus eventuales desenfoques. El acento en el filme de Cahill está en la necesidad de ser perdonado y curar las heridas, más que en un clásico “volver a empezar”. En realidad, lo que Rhoda anhela es “otro” yo, un nuevo yo. No es casual que Rhoda trabaje como limpiadora, metáfora de su búsqueda de purificación.
Ciertamente, el filme carece de la trascendencia nítidamente cristiana de “El árbol de la vida”, pero la presencia del misterio atraviesa la vida de la protagonista, como se expresa tan cinematográficamente en muchos planos. Además, el sacrificio tiene un papel central en el camino de redención que propone Cahill en su filme.
¡Debate esta película en nuestros foros!