ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: Wolnosc jest w nas |
SINOPSIS
Popiełuszko es una historia épica sobre la vida y martirio del padre Jerzy Popiełuszko, héroe del movimiento Solidarnosc (Solidaridad), que fue brutalmente asesinado por los servicios de seguridad del gobierno regente polaco en octubre de 1984. En la película, vista por más de 1,3 millones de personas en su país, también se reflejan los vertiginosos días de SOLIDARNOŚĆ, así como la situación política de la Polonia de los años 80.
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CRÍTICAS
[MªÁngeles Almacellas -Cinemanet]
Historia épica sobre la vida y martirio del padre Jerzy Popieluszko, héroe del movimiento Solidaridad, que fue brutalmente asesinado por la policía nacional del régimen socialista en octubre de 1984. Considerado como un héroe por el pueblo polaco, fue beatificado el 6 de junio del pasado año en Varsovia.
En Popieluszko, también se reflejan la situación de opresión en la Polonia de los años 80, los inicios del sindicato Solidaridad y la lucha del pueblo por la libertad.
Se trata de una magnífica película que muestra en qué consiste la auténtica libertad, que implica atenencia a la verdad y rechazo de cuanto sea contrario a la dignidad del hombre. Y vemos cómo, cuando un hombre se adhiere incondicionalmente a los grandes valores, al mirar hacia lo alto, queda en situación de abrirse a la Trascendencia. Así, en la historia, vemos cómo varios personajes, con una vida personal desordenada, se acercan al padre Jerzy para que los oiga en confesión.
[Juan Orellana- Pantalla90]
La película polaca Popieluszko, la libertad está en nosotros, dirigida por Rafal Wieczynski en 2009, no es sólo una historia épica sobre la vida y martirio del padre Jerzy Popieluszko, sacerdote diocesano brutalmente asesinado por la policía comunista en octubre de 1984, sino que también es un reflejo del pueblo polaco, y especialmente de la Iglesia y del movimiento Solidaridad. La película, vista ya por casi millón y medio de personas en Polonia, es un monumento a la memoria histórica en la línea de cintas como Katyn o La vida de los otros. Su aire documental no le resta fuerza narrativa, sino que contribuye a darle veracidad a la historia.
Cronológicamente, la cinta arranca con el primer viaje de Juan Pablo II a Polonia en 1979, un acontecimiento extraordinario que conmocionó al pueblo polaco, duramente reprimido bajo un implacable régimen comunista prosoviético. El guión va a subrayar continuamente los aspectos sacerdotales de Popieluszko (Adam Woronowicz), al que nunca se le muestra como un agitador político, sino como un pastor, y eso sí, también un patriota. El filme va recorriendo distintos episodios, hasta llegar al octubre de 1984 cuando es secuestrado y asesinado. Las últimas palabras que se oyen son las de Juan Pablo II proclamando el martirio de Popieluszko. Un rótulo nos recuerda que fue beatificado en 2010.
Es muy notable que el Cardenal Glemp haya accedido a representar su propio papel en la película, precisamente para reparar un apoyo que el propio prelado reconoce que fue escaso por su parte. Pero no es el único que se representa a sí mismo en el filme. A pesar de su corte algo televisivo, esta película es un monumento a la memoria histórica europea.
[decine21]
El héroe de Solidaridad
Jerzy Popieluszko fue un carismático sacerdote polaco que se convirtió en un héroe de la lucha por la libertad del sindicato Solidaridad. En 2010, fue beatificado por el papa Benedicto XVI, en Varsovia. Su figura había inspirado una correcta cinta, Conspiración para matar a un cura, rodada en inglés por la también polaca Agnieszka Holland, con Christopher Lambert y Ed Harris como protagonistas, que si bien seguía a grandes trazos la historia real, cambiaba los nombres de los personajes. También existe un poco conocido telefilm británico, The Deliberate Death of a Polish Priest, con Brian Cox.
En esta ocasión, otro compatriota, Rafal Wieczynski reconstruye la interesante historia de Popieluszko, en polaco, con un estricto respeto a los hechos reales. Muestra el acercamiento del protagonista al sindicato en un momento en el que éste ha intensificado sus protestas contra el régimen satélite de la Unión Soviética, que decreta la ilegalidad de Solidarnosc, impone la ley marcial y sofoca brutalmente las pacíficas concentraciones de los ciudadanos. En este contexto, Popieluszko reivindica los valores que están siendo reprimidos en sus valiosas homilías de los domingos, que acaban siendo masivas. Desde ese momento, el régimen le considera un peligroso y molesto enemigo del comunismo.
Wieczynski, que normalmente es actor, sólo había dirigido anteriormente un film, desconocido fuera de Polonia. Se nota su inexperiencia porque sus secuencias no son brillantes, pero sí son lo suficientemente eficaces como para hacer avanzar la historia. De esta forma, el montaje y la fotografía son rudimentarios y televisivos, pero no desentonan, mientras que los actores resultan creíbles. Cuenta con un gran presupuesto, que permite mostrar a miles de extras en secuencias como la de la multitud que acude a escuchar al protagonista a la iglesia.
A pesar de todo, la cinta adquiere una gran intensidad, pues divulga una época de la historia reciente de Polonia quizás no lo suficientemente conocida, sobre todo fuera de ahí. Abundan las anécdotas curiosas de la etapa clandestina del sindicato, reflexiona sobre el valor del sacrificio y logra profundizar en la dimensión humana de un hombre valeroso, que consideraba que no necesitaba luchar por la libertad porque se sentía libre, y que sólo parecía preocupado porque no le mataran estando solo, sin testigos que no pudieran declarar lo ocurrido frente a la previsible versión falsa del régimen.
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