Simpático y emotivo documental, se centra exclusivamente en el penitente camino de peregrinación. los testimonios y cánticos que reúne resultan frescos, auténticos y divertidos, muy humanos, y logran su objetivo de emocionar al espectador con la fe sencilla que muestran y con los consiguientes detalles de caridad y generosidad —ese compartir como virtud— que genera esa fe. No es poca cosa para los tiempos ferozmente individualistas que corren
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Director y guionista: Francisco Campos Barba. |
SINOPSIS
Una romería, siglos de tradición, una peregrinación que congrega anualmente a cerca de un millón de personas. Alegría, cansancio, hermandad y mucho “compartir”.
Francisco, alumno en la Universidad de Sevilla ha vivido en carnes propias la devoción por la Virgen del Rocío. Él ha visitado muchas veces la Ermita pero no ha peregrinado hacia ella. Cámara al hombro, y tras reunir fotos antiguas de la Romería- algunas de más de dos siglos de la Hermandad de Pilas-, comienza el camino solo (2011) con la hermandad de Triana para terminar con una nueva familia y muchos testimonios que “compartir”.
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CRÍTICAS
[Jeronimo José Martín – COPE]
Formado en Francia, el sevillano Francisco Campos Barba debuta en el largometraje con este simpático y emotivo documental, surgido como trabajo de investigación para un curso de Antropología de la Universidad de Sevilla.
Desde niño, el director había visitado muchas veces la ermita onubense de la Virgen del Rocío; pero nunca había peregrinado hacia ella. Así que, tras ilustrar los créditos iniciales con fotos antiguas de las romerías al Rocío realizadas por la Hermandad de Pilas, su pueblo natal, Campos Barba acompaña desde Sevilla a la nutrida y festiva Hermandad de Triana para vivir desde dentro el camino hacia la ermita y comprobar en vivo su tesis de que El Rocío —como anticipa el título del filme— es compartir.
Así, cámara al hombro, a través de espontáneas y jugosas entrevistas con gente muy normal —nada de famoseo— y de todas las clases sociales, el director y su modesto equipo indagan en las íntimas motivaciones religiosas, culturales y personales de una selección significativa de ese millón de personas que todos los años, desde hace siglos, peregrinan hacia la ermita de Rocío para pasar con la Blanca Paloma el Domingo de Pentecostés y el denominado Lunes de Gentío.
Algún rociero más purista echará en falta imágenes de la propia imagen de la ermita y de esos dos impactantes días señeros de la popular romería, pues Campos Barba se centra exclusivamente en el penitente camino de peregrinación. En todo caso, los testimonios y cánticos que reúne resultan frescos, auténticos y divertidos, muy humanos, y logran su objetivo de emocionar al espectador con la fe sencilla que muestran y con los consiguientes detalles de caridad y generosidad —ese compartir como virtud— que genera esa fe. No es poca cosa para los tiempos ferozmente individualistas que corren.
Tradición religiosa andaluza
Una mirada costumbrista, amable, religiosa y natural sobre El Rocío, una romería que se ha convertido en un acontecimiento que cada año congrega a miles y miles de personas, que se atreven a viajar durante muchos kilómetros hasta Almonte para honrar a la Virgen María. Integrado en la Hermandad de Triana de Sevilla, el debutante Francisco Campos Barba va recogiendo sus vivencias a lo largo de su primera peregrinación hasta El Rocío, de modo que va dejando claro que para él y para todas las gentes “El rocío es compartir”.
El autor, alumno de la Universidad de Sevilla, entrega un documental rodado con cámara al hombro y con guión prácticamente improvisado con el objetivo de acercar esta realidad cultural y religiosa de ancestral tradición en España y sobre todo en Andalucía. Se agradece que el autor ofrezca El Rocío es compartir a quienes se sienten ajenos a esta realidad, por no ser creyentes o sobre todo por no haber participado en ella o por considerar que se trata de algo más folclórico que religioso.
Por medio de entrevistas muy espontáneas a los rocieros que va encontrando por el camino, Francisco Campos logra un bello hermanamiento con las gentes, quienes le hacen ver el sentido auténticamente religioso de esta tradición. De este modo, se huye con claridad de una visión fiestera y poco seria de El Rocío, aunque algo de eso hay, claro, y el propio director recuerda las palabras de la canción: “en El Rocío comer, beber, cantar y bailar. Todo es rezar”. Para completar el conjunto todo El Rocío es compartir está impregnado de sentidas canciones rocieras.
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Se puede ver por ahora en:
Cine Paz – C/ Fuencarral, 125, Madrid
16:30 – 18:45 – 21:30
La Dehesa Cuadernillos – Ctra. Barcelona Km. 34,s/n, Alcalá De Henares –
17:30 – 19:00 – 20:30