Angry Birds, la película es la adaptación cinematográfica del conocido videojuego de los pájaros cabreados. Sus directores Clay Kaytis y Fergal Reilly buscan extraer la esencia del mismo y llevarla a la gran pantalla, pero el resultado final es simplón y previsible.
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Título Original: The Angry Birds Movie Dirección: Clay Kaytis, Fergal Reilly Guión: Jon Vitti País: Estados Unidos Año: 2016 Duración: 97 min Música: Heitor Pereira Género: Animación Productora: Rovio Mobile / Sony Pictures Animation / Sony Pictures Imageworks (SPI) Estreno en España: 13 de mayo de 2016 |
SINOPSIS
La película nos lleva a una isla poblada enteramente por aves felices que no vuelan… o casi enteramente. En este paraíso, Red, un pájaro con problemas de mal genio, el veloz Chuck y el volátil Bomb nunca han terminado de encajar. Pero, cuando la isla recibe la visita de unos misteriosos cerdos verdes, tendrán que ser estos insólitos marginados los que descubran qué traman esos cerdos.
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CRÍTICAS
[Pablo Gugel – Colaborador de CinemaNet]
En 2009 tres jóvenes finlandeses de la compañía Rovio Entertainment crearon Angry Birds. Hoy, siete años más tarde y 3.500 millones de descargas después, la película homónima, basada en el videojuego, se estrena en nuestros cines. La gallina de los huevos de oro sigue cacareando y, en función de la taquilla, puede haber Angry Birds para rato.
Pero, ¿qué se puede esperar de una película basada en un videojuego de una temática tan sencilla? Para los menos gamers es necesario explicar que el videojuego de Angry Birds consiste en lanzar con un tirachinas diferentes tipos de pájaros, cada uno con sus características propias, y derribar los cerdos verdes que se encuentran subidos en diversas plataformas. Una mecánica de juego sencilla, pero muy adictiva. De manera intencionada o no, la película es igual: simple y con el objetivo claro de divertir y entretener, sin muchos más alardes.
Angry Birds cuenta la historia de Red, un pájaro malhumorado con problemas serios de convivencia que no encaja en la idílica sociedad de Isla Pájaro, basada en la paz y la armonía. Sin embargo, la llegada de un grupo de cerdos verdes revoluciona la vida de la isla y Red, junto con Chuck y Bomb -sus compañeros de terapia- se convierte en la mayor esperanza para Isla Pájaro.
Clay Kaytis y Fergal Reilly dirigen la primera aventura cinematográfica de estos singulares pájaros y su primer largometraje de animación como directores. En él, Kaytis y Reilly apuestan por la baza de la identificación emocional de los espectadores entre lo que ven y lo que sintieron cuando jugaron. Por ello, cada pájaro conserva las mismas características que en el Angry Birds original y estas diferencias tienen una gran importancia en la trama. La música, y el humor, en ocasiones gamberro, completan los puntos fuertes de esta película, que en la versión española cuenta con voces muy reconocibles como las de José Mota o Santiago Segura.
Lo peor es un guion bastante básico y previsible, que además deja la puerta abierta a una secuela, y su excesiva simpleza. Angry Birds entretiene sí, e incluso puede divertir, pero en la era de la animación que estamos viviendo, con recientes películas como Inside Out o Zootrópolis en la competencia, cada uno debe valorar si es suficiente.
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