Sinopsis
A Sara (Verónica Echegui) todo le sale mal: su tienda-taller de accesorios con plumas no arranca, su novio está trabajando a miles de kilómetros y su padre (Jordi Sánchez) acaba de descubrir que su madre (Elvira Mínquez) lleva dos años poniéndole los cuernos. La gota que colma el vaso llega cuando su hermana, Lucía (Alba Galocha), anuncia que va a casarse con Aaron (Álex García), un popular cantante que además lleva siendo el amor platónico de la protagonista desde el instituto.
Crítica
El amor en tiempos líquidos
No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas tiene aires de retrato generacional pasado por un filtro de comedia ligera. La taquillera María Ripoll firma esta adaptación del best-seller de Laura Norton buscando seducir al público con su aire hipster de Malasaña y su azúcar de comedia romántica.
Mirada con ojo crítico, “No culpes al karma…” cumple con lo de “comedia” a ratos –tiene alguna escena divertida, pero sin pasarse- y se lía con lo de “romántica”. Y es éste segundo aspecto el que merece una reflexión más profunda. El film es hijo de su época: un divertimento posmoderno, reflejo de una sociedad líquida y frívola.
En el mundo de Sara todo se vive con ligereza. El amor aparece como efervescencia hormonal –una traducción del modelo de príncipe Disney al Madrid contemporáneo- y el matrimonio –tanto en el caso de los padres de la protagonista como en el de su hermana-, como un corsé. Las varias infidelidades que salpican la trama no se ven como algo grave, y se perdonan –aunque no por amor auténtico, sino porque encajan las piezas del enredo romántico-.
Es así con todo: el sexo es banal y carente de significado más allá del placer animal, un trío sexual se reduce a un recurso cómico y la marihuana, a una receta para aliviar tensiones. En No culpes al karma… la ética se diluye entre las risotadas para Instagram del personaje de Alba Galocha y los mohines del de Verónica Echegui. El propio karma del título resulta una suerte de versión atea, reducida y buenrollista de la Providencia.
Si hasta aquí no hemos hablado de la trama, la dirección o los actores, es porque tampoco son nada destacable. La trama romántica principal es adolescente y forzada; la dirección, invisible, y el trabajo actoral, irregular: todo el carisma que derrocha Álex García o la languidez controlada de Alba Galocha es lo que le falta a la protagonista o a un Jordi Sánchez que parece encallado en su papel de Antonio Recio.
En definitiva, una comedia romántica mediocre, a ratos machacona y a ratos pastelosa. Un artefacto concebido para ser éxito de taquilla feel-good que, mirada con algo de distancia, revela más de su entorno de lo que sus propios creadores seguramente creen. Como objeto de análisis tiene interés, pero como película, desde luego, es flojita.
Ficha técnica

- Título Original: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
- Dirección: María Ripoll
- Guión: Carlos Montero, Breixo Corral (Novela: Laura Norton)
- País: España
- Año: 2016
- Duración: 98 min. min.
- Género: Comedia romántica
- Interpretación: Verónica Echegui, Álex García, David Verdaguer, Alba Galocha, Cecilia Freire, Elvira Mínguez, Jordi Sánchez
- Productora: Zeta Cinema
- Música: Simon Smith
- Fotografía: Pau Castejón
- Estreno en España: 11 de noviembre de 2016