A la deriva

Rebeca Jareño

Humanista y futura comunicadora audiovisual. Cinéfila por vocación, de ahí la formación que he escogido pues creo que es muy importante e interesante la relación que hay entre la literatura, el arte y el cine.

Nos encontramos ante una película que nos adentra en mar abierto, un mar imparable que nos transmite que no debemos olvidar la pequeñez del hombre frente a la inmensidad del océano. La cinta aporta de original un giro narrativo hacia el final de la misma y a lo largo del filme se alterna con frecuencia entre pasado y presente haciendo uso de flashbacks.

Valores y virtudes

En esta película Tami, tras despertarse una vez pasado el huracán y ver el barco en ruinas, sin tener esperanza de ser rescatada o de que alguien sepa su posición, tuvo que reunir una fuerza de voluntad enorme para tratar de salvarse a sí misma y al único hombre que había amado. En su viaje a la deriva durante más de un mes se perciben valores tales como el sacrificio, amor incondicional, perseverancia, entereza y coraje.

A la deriva es un filme que nos recuerda lo importante que es aprovechar cada instante que tenemos con las personas que amamos, que no debemos perder el tiempo en discusiones que no llevan a ninguna parte y que hemos de decirnos más a menudo que nos queremos. La película nos enseña a valorar el tiempo que hemos podido pasar junto a nuestros seres queridos. En definitiva, nos ayuda a apreciar la vida y a comprender el sentido de la misma o, al menos, a reflexionar sobre ello.

Calidad cinematográfica

Debido a que el director de esta película, Baltasar Kormákur, es un gran amante de la naturaleza, encontramos que lo que destaca en la película no son tanto los diálogos de la misma sino los momentos de acción. Al rodarse cámara en mano en diferentes ocasiones, se logra transmitir la crudeza de la historia, la dura experiencia que la pareja atravesó. Las escenas que tienen lugar en el mar consiguen hacernos llegar esas terribles circunstancias a las que se enfrentaron los protagonistas. La puesta en escena por tanto es uno de los grandes fuertes de la cinta, sobre todo en las partes del guion que tienen lugar en el mar y que no presentan diálogos.

A la deriva es una película que a nivel cinematográfico cojea en cuanto al giro original del director que tiene lugar hacia el final de la cinta, pues no acaba de quedar bien justificado pudiendo provocar en el espectador la sensación de que ha sido en parte engañado, pero que, desde el punto de vista de las virtudes y buenos valores que narra se trata de un filme que no podemos dejar de recomendar desde Cinemanet.