Llegando a ti | Clichés y valores de un romance adolescente

Willy García

Valenciano. Licenciado en Historia. Amante de la animación japonesa y friki en términos generales.

El pasado verano Netflix estreno la tercera temporada del anime Kimi ni todoke que ponía el colofón final a una serie que llevaba pausada 13 años, desde que emitiera su segunda temporada en el año 2011. El recibimiento por parte de los fans, que habían perdido la fe en ver animado el final de la historia, oscilaba entre el jubilo y la histeria debido a lo querida que es esta obra para los seguidores de la animación japonesa y sus razones tienen -tenemos- para ello.

Antes de entrar en materia es justo informar al lector de que soy muy consciente de los riesgos que implica recomendar una serie sobre romance adolescente, pretendiendo sacar valores de la misma y mas tratándose de una obra de anime. Y si, en esta obra el espectador se va a encontrar con clichés, tópicos, arquetipos y elementos narrativos clásicos en las «historias de amor de instituto» a los que todos estamos habituados y que hemos visto en numerosas ocasiones. Aun así, durante el visionado y según van avanzando los capítulos nos daremos cuenta que tras ese decorado de comedia romántica genérica  hay mucho material interesante que podemos escrutar y que detrás de su fachada simplona hay muchos valores que rescatar. Porque si de algo va este anime es justamente de eso, de las barreras que nosotros mismos construimos y si nos atrevemos romperlas para conectar con los demás.

Sadako es un chica de tez pálida y una larga melena oscura que -debido a su torpeza para relacionarse- aterroriza a sus compañeros, los cuales la llaman Sawako -en referencia a la niña de The Ring- produciendo que se generen rumores respecto a la posibilidad de acabar maldecido si te relacionas con ella. La joven, por su naturaleza sencilla e incluso algo infantil, hace esfuerzos por intentar remediar esta situación sin pensar en ningún momento que sus compañeros guarden malas intenciones sino que se debe a un malentendido de comunicación por su parte. Sadako, aun teniendo un gran problema de confianza, no se victimiza ni culpa a los demás de su situación. Decide, a su manera, intentar enfrentarse al mundo y no huir de sus problemas.

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Con esta actitud, aunque de manera torpe y casi por accidente, consigue conocer a Chizuru y Ayane que se convertirán en las primeras amigas de la joven y serán un apoyo incondicional y constante a lo largo de la serie. Ambas tienen puntos en común con ella pues, aunque socialmente son mas hábiles que Sadako, también son juzgadas de manera superficial por parte de sus compañeros. Chizuru es vista como una chica poco femenina, brusca y simplona mientras que Ayase es considerada una mujer fácil que busca relaciones esporádicas.

Tras esta primera «victoria» por parte de la protagonista la serie continua su curso centrándose en el desarrollo de la relación de Sadako con Shouta, el interés amoroso de la joven. Pero esta historia contara con el acompañamiento de una consecución de secundarios bien trabajados, que aportan un elemento diferenciador a la trama y que -al igual que la protagonista- se encuentran encerrados dentro de sus propias barreras, las cuales deben decidir si echan abajo o no.

A lo largo de la historia se irán abordando una serie de temas desde la perspectiva de un adolescente, es decir, de una persona que esta descubriéndose a si misma y aprendiendo nuevas facetas del mundo que le rodea. Aun así, esto no es razón para que la serie no intente abordar temas tan serios como puede ser la diferencia entre el amor y el encaprichamiento, el aprender a ser justo con uno mismo o la lucha contra la frustración, observado todo desde un prisma mas maduro.

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La obra -debido a su temática- seguirá los pasos de cualquier comedia romántica y caerá en los conocidos tópicos que suelen acompañar este tipo de historias (celos, frustraciones, enfados y reconciliaciones) pero la virtud de Llegando a ti es la de intentar llevar a cabo una reflexión. Que pretende ser madura pero a la vez asequible para su publico objetivo –adolescentes- sobre temas que normalmente se tratan de forma mas pasional en este tipo de obras, no necesariamente dando una respuesta sino generando nuevas preguntas. No es perfecta y no siempre sus conclusiones son las mas acertadas, pero puede ser un anime al que darle una oportunidad y que puede abrir temas de debate interesantes entre padres y adolescentes.