No digas nada | El terrorismo en primer plano

Javier Muñoz Morales

Soy Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, así que se supone que lo mío son los números. En realidad, prefiero los libros y el cine. Estoy convencido de que detrás de cualquier película hay una visión del hombre y del mundo que merece la pena descubrir

Disney+ estrenó a finales de 2024 la serie No digas nada, una adaptación del libro superventas del mismo título escrito por Patrick Radden Keefe, que se adentra en la historia del IRA y del conflicto armado entre Irlanda del Norte y Reino Unido a través de algunos de los personajes que vivieron de primera mano aquellas décadas de sufrimiento, y a partir de la desaparición de Jean McConville, madre de diez hijos. No digas nada se incorporó al catálogo de Disney+ sin hacer mucho ruido y con apenas promoción, pero la serie merece por méritos propios que hablemos de ella.

No digas nada nos presenta a las hermanas Price, Dolours y Marian, interpretadas por Lola Petticrew y por Hazel Doupe respectivamente; las dos hermanas crecen en una familia católica de Belfast abiertamente favorable a la lucha armada del IRA frente a la presencia británica en el país. A pesar de ser mujeres piden dar un paso al frente en la organización terrorista para formar parte de algún comando que esté en la primera línea de enfrentamiento contra los británicos.

Nos introduce de lleno en el conflicto en Irlanda del Norte; y, en este sentido, no sólo muestra parte de la historia que sucedió en aquellos años trágicos –con las licencias propias de un producto de entretenimiento– sino que, sobre todo, nos acerca a las historias personales de tantos hombres y mujeres que, voluntaria o involuntariamente, se vieron atrapados por aquel conflicto fratricida y sanguinario. Familias separadas, muertes, encarcelamientos, torturas, traición, miedo, intereses políticos… en aquel Belfast no cabía término medio: o chivato pro-británico, o patriota simpatizante del IRA.

La serie, bien dirigida por Joshua Zetumer, tiene un desarrollo francamente interesante. Las dos tramas principales que avanzan en paralelo son, por un lado, la de las hermanas Price y su relación con el IRA y, por otro, el de la desaparición de Jean McConville y la situación precaria en que se quedan sus 10 hijos. Y a través de numerosos flashbacks en los que una Dolours ya madura y retirada del IRA comparte sus recuerdos, entremezclados con remordimientos, las dos tramas mencionadas convergerán. Todos los personajes principales son reales, existieron de verdad y vivieron aquellos años terribles; y quizás este componente de realismo, junto con las interpretaciones, el guion y el buen ritmo en todos los capítulos, contribuyen a que la serie conecte tan bien con el espectador.

No digas nada se podría dividir en dos partes, con una primera más de intriga donde vemos la actividad del IRA y donde los personajes principales son jóvenes, y una segunda mitad más política, con salto temporal y un cambio de actores que interpretan a los mismos personajes. En cualquier caso, las interpretaciones son realmente buenas en los 4 personajes principales que llevan el peso de la serie, Dolours y Marian Price, Brendan Hugues y Gerry Adams, gracias a su dupla de actores jóvenes/mayores correspondiente. Y una de las claves interpretativas es tanto su capacidad de transmitir emociones como la evolución vital de los personajes.

En resumen, No digas nada es una muy buena serie que toca un tema tan complejo y controvertido como es el del terrorismo del IRA y sus ramificaciones políticas. Conecta muy bien con el espectador y nos acerca a una historia muy potente y muy bien contada.