Uno de los mejores países donde se hace cine es Irlanda, que en mi lista de las 2000 mejores películas de la historia ocupa el puesto 15 en número de producciones.
Cuando estamos cerca del 2026, nos llega esta película del 2024 que se estrenó el pasado año en Berlín y que hace homenaje a estas mujeres que trabajaban en un convento y a las que les fueron quitados muchos bebés al nacer.
Es una historia real donde el protagonista, en 1985, trabaja como comerciante de carbón para mantenerse a sí mismo, a su mujer y a sus cinco hijas. Una mañana temprano, mientras reparte carbón en el convento local, descubre estos abusos, lo que le obliga a enfrentarse a su pasado y al silencio cómplice de un pueblo controlado por esta dudosa práctica. Su mujer cree que, para triunfar en la vida, hay cosas que hay que ignorar, pero él es un hombre bueno y no puede pasar por alto lo que está viendo en el convento.
Gran película con actuaciones sobresalientes de Cillian Murphy y Eileen Walsh, que dan vida a esta historia tan dura y tan bien plasmada por su director Tim Mielants, con una fotografía cuidada entre el beis y el marrón, de textura áspera. Las conversaciones del matrimonio en el salón de estar y en el dormitorio están tan logradas que parece que en la película se esté leyendo un libro.
La escena de la monja superior con el actor principal es de gran dimensión y está entre las más logradas de esta temática sobre monjas. Con un final sublime, donde Cillian Murphy se lava las manos y ayuda a una mujer que sacó del convento para presentarla a su familia como una más. Era Navidad y llevaba un par de zapatos nuevos para su esposa. Toda esta escena, casi en silencio y con pocas palabras, retrata a la perfección este homenaje a las mujeres que perdieron a sus hijos.
Los asilos de las Magdalenas fueron unas instituciones creadas en Irlanda para acoger a mujeres «de dudosa moral»: aquellas que habían caído en la prostitución, tenido relaciones sexuales, eran madres solteras o víctimas de abusos. Entre 1922 y 1996 acogieron a decenas de miles de mujeres. Eran enviadas allí por las autoridades, la policía, instituciones o sus propias familias, allí trabajaban pero, según el relato, también sufrían infinitos castigos físicos y veían cómo, en muchos casos, les quitaban a sus bebés. Se estima que unas 30.000 mujeres fueron internadas en dichos lugares durante los 150 años de historia de estas instituciones. El último asilo de las Magdalenas cerró sus puertas el 25 de septiembre de 1996 en Irlanda.
La hermana Magdalena, escrita y dirigida por Peter Mullan en 2002, causó un gran impacto en todo el mundo y sobre todo en Irlanda.
Gran película que entra entre las 50 mejores películas del 2024. Puntuación: 7 sobre 10, bordeando el 8.