Dicen que la mejor etapa para el ser humano para conseguir grandes cosas es entre los 30 y los 40 años. En este caso, en esta película de la debutante como directora Ana Lambarri, se retrata de forma magistral la vida de una mujer de 35 años que lo tiene todo por su capacidad, pero está en una crisis total por muchas adversidades que la desbordan: la enfermedad de su padre, su trabajo precario, la mala relación con su hermana y una pareja que después de dos años no acaba de arrancar.
Ella es una experta en informática y la contrata una empresa. Esto ya es el desbordamiento total de una mujer que estaba tocando fondo. Magnífica película que retrata a muchas mujeres que tienen familia, pareja, un trabajo, pero que no son felices y en ninguna parte encuentran paz.
Participó en el Festival de Málaga, donde no ganó ni un premio. Pasó sin pena ni gloria por las carteleras y la última vida está en las plataformas. Es una película maravillosa por la gran actuación de Susana Abaitua, actriz infravalorada, y por sus grandes secundarios: Natalia Huarte, Ane Gabarain y Andrés Lima. Un buen guion y, lo más importante, desde que empieza la película hasta el final, te atrapa la historia, su desarrollo, su narrativa y cómo está contada con talento.
Es una película que podría ganar el Goya de calle. Películas con puntuación de cinco lo han hecho; esta es de 8 sobre 10 y ya entra en mi lista de las 500 mejores películas del cine español de la historia y de las 25 mejores del 2025. Es de esas películas que se ven sin esperar nada y te sorprenden y te atrapan hasta la última toma.
Gran frase de la actriz principal: “Mi padre decía que hay cosas que no tienen solución y hay que aceptarlo”. Película que habla de la familia, las relaciones de pareja, de trabajo, de la soledad, de la crisis de una mujer y todo plasmado en 113 minutos.
Está en Movistar.