Zootrópolis 2 | Disney vuelve a acertar con una magnífica secuela apta para todos los públicos

Miguel Soria

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la UCM, Máster COPE de Radio y Televisión; crítico de cine en Pantalla90 y responsable de la sección de videojuegos en Aceprensa; director y presentador del pódcast 'Enciende el mando'

Disney está imparable y para bien. Por fortuna lejos parecen quedar esos tristes tiempos de ideologías modernas y supuestamente transgresoras que provocaron el efecto contrario al buscado. Se quería llegar a más público y parecer “al día” y se logró alejar a las familias y provocar pérdidas milmillonarias. Y como no hay nada como perder dinero en grandes cantidades se ha corregido el rumbo y vuelto a la esencia: guion, guion y guion de calidad, sin chorradas. Por eso Zootrópolis 2 es todo lo que una secuela debería ser y es para todos los públicos, acierto total de la compañía del ratón Mickey.

Los policías novatos Judy Hopps y Nick Wilde se ven envueltos en un gran misterio cuando Gary De’Snake llega a Zootrópolis y pone patas arriba la metrópolis animal. Para resolver el caso, Judy y Nick deben infiltrarse en nuevas y sorprendentes partes de la ciudad, donde su creciente colaboración se pone a prueba como nunca antes.

Parece que fuer ayer pero han pasado 9 años desde la llegada de la fabulosa Zootrópolis con la que Disney maravilló a todos mezclando ‘buddy movie’ (compañeros muy distintos obligados a trabajar juntos), comedia, thiller (investigación) y acción. No vamos a engañarnos, el listón estaba altísimo y se había perdido el factor sorpresa, así que hacer una segunda parte que mereciera la pena parecía casi imposible dado el cierre tan bueno de la primera, pero aun así el director Jared Bush, repitiendo en la silla y haciendo las veces de guionista, y Byron Howard se han armado de valor y han pergeñado una trama muy interesante y original que mantiene al respetable pegado a la butaca en todo momento respetando tanto a los niños como la inteligencia de los adultos.

Todos los personajes de la primera entrega vuelven y se explota aún más ese compañerismo entre protagonistas tan distintos entre sí: una conejita amante de la acción y en constante búsqueda por hacer cumplir la ley y un zorro astuto que prefiere la tranquilidad. No pueden ser más distintos… pero a la vez complementarios, de hecho toda la película es un mensaje de que hay que aceptar al otro como es y apoyarse en él más que intentar hacer que cambie, porque las diferencias nos pueden hacer más fuertes. Tolerancia, respeto y alejar los prejuicios ya que las apariencias engañan y, como decía el lema de Transformers, puede haber más de lo que los ojos ven, solo hay que fijarse un poco y tener paciencia.

Y claro, hablamos de Disney, así que la animación es espléndida y va acompañada de diálogos ingeniosos (gracias a Dios nuevamente solo con actores de doblaje profesionales), miles de guiños y bromas que hacen referencias a todo tipo de productos, unos más modernos y otros más “clásicos”. Y hay muchísimos momentos tronchantes, pero para no alargarnos solo citaremos uno que tiene lugar en una cocina y otro delante de un ordenador, con bromas que gustarán tanto los más pequeños como los que ya tengan canas. También persecuciones brillantes con secuencias adrenalínicas que no dan ni un segundo de respiro. Se ha echado la carne en el asador y el resultado es sobresaliente.

Disney ha hecho un grandísimo trabajo entregando un más y mejor para toda la familia con mensajes muy positivos y un metraje más que entretenido, poco más se puede pedir. Si los padres estaban ansiosos por encontrar la opción adecuada para ir al cine con la prole, dejen de buscar ya que esta es la película que estaban esperando. Y recomendamos quedarse hasta el final de los créditos ya que la paciencia tiene su premio.