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ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Dirección y guion: J.C. Chandor. |
SINOPSIS
“Margin call”, ambientada en el arriesgado mundo de las altas finanzas, es un thriller dramático que compromete a las figuras clave de un banco de inversión durante las turbulentas 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Cuando Peter Sullivan, un analista junior, revela información que podría probar la caída de la empresa, origina una toma de decisiones en cadena tanto morales como financieras que producen un terremoto en las vidas de los implicados en el inminente desastre.
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CRÍTICAS
[Juan Orellana – pantalla 90]
Un espectacular reparto es el reclamo de una película tan solvente en su guión como en su dirección de actores. “Margin Call” está escrita y dirigida por el debutante J.C. Chandor, y fue muy bien recibida en los pasados Festivales de Berlín y de Sundance. Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Demi Moore o Stanley Tucci son algunos de los intérpretes de esta disección del lado oscuro de Wall Street.
Concretamente el argumento se centra en un banco de inversión durante las horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Peter Sullivan (Zachary Quinto), un analista jovencito, revela una información que demuestra la quiebra de la empresa, lo que origina una toma de decisiones en cadena tanto morales como financieras, que producen un terremoto en las vidas de los implicados y en todo el sistema bursátil y financiero.
Con un guión de hierro, que recuerda el de obras maestras como “Glengarry Glenn Ross”, de David Mamet, la película convierte casi en un “thriller” un argumento económico y empresarial, y consigue que los conflictos humanos y morales vayan emergiendo hasta situarse en el primer nivel de la trama. Las reflexiones que nos brindan los personajes, especialmente el magnate John Tuld (Jeremy Irons), quintaesencia del capitalismo salvaje, son realmente inquietantes y vuelven a poner sobre la mesa lo que ya nadie duda: la crisis, antes de ser económica, ha sido moral.
Un tempo medido, un montaje preciso, un espacio y un tiempo propios para cada personaje, y una amplia gama de grises, que despejan cualquier tentación maniquea, dan por resultado una película sólida, no ideológica, impactante. Se nota que el director sabe de qué habla gracias a su padre, y este filme debería ser de obligatorio visionado en las facultades de Económicas y Empresariales.
[decine21]
Noche de crisis
En la sucursal neoyorquina de un potente banco de inversión internacional despiden a gran parte de la plantilla debido a unos drásticos recortes. Antes de marcharse, un trabajador veterano le comunica a un joven analista de riesgos el trabajo que estaba realizando. Cuando le da el archivo también le dice «ten cuidado». Éste, presa de la curiosidad, se quedará por la noche para echar un vistazo al material y lo que ve le deja espantado. En resumidas cuentas constata que el valor de los paquetes de activos de la empresa es en realidad nulo, de modo que el agujero real sería mayor que el propio valor bursátil de toda la empresa… Avisados, lo gerifaltes del banco tendrán que tomar decisiones durante la noche.
Sorprendente debut del director J.C. Chandor, quien se lanza al ruedo con una película realmente arriesgada, que apunta al mundo empresarial y más directamente a la crisis financiera mundial que se inició por 2007. No es muy difícil emparejar las similitudes de la empresa del film con el holding Lehman Brothers y su quiebra anunciada en 2008 y causada por los créditos subprime. Lo que llama la atención es cómo Chandor logra armar un excelente guión con un material tan aburrido a primera vista y, ante todo, tan terriblemente simple: el film no es más que adornar la toma de una decisión empresarial. Chandor consigue atrapar como si su historia fuera un thriller de intriga, gracias a unos personajes complejos, tiburones del dinero, tan diferentes como iguales a un tiempo, creaciones espantosas de la avaricia del mercado, pero también humanos.
El film, cuyo desarrollo tiene lugar en un solo día, está ambientado en oficinas nocturnas, con luces artificiales y primeros planos, con tonos azulados y fríos. Y es que ahí es donde se cuece el bacalao mundial, mientras los demás (la «gente normal», dice un personaje) son ajenos a lo que ocurre… Chandor sabe hablar y gritar sobre el capitalismo en un mundo de cuatro paredes, y en este sentido la referencia es Wall Street, pero aquí todo es más crudo, tremendamente más real. Sus gritos son de impotencia, y de rabia (esas referencias reiteradas a las millonarias ganancia de los socios) ante el monstruo que ha creado la sociedad occidental -un mundo donde, más allá de cualquier duda ética, a la postre siempre acaba ganando el dinero (los personajes de Kevin Spacey y de Stanley Tucci lo dicen todo)-, pero cuyo sistema no hay quien lo pare.
Por lo demás, hay un gran acierto de casting, con unos actores que ofrecen momentos memorables, donde se llevan la palma un terrorífico y colosal Jeremy Irons (hacía tiempo que no daba muestras de su poder en pantalla) y un agobiado y cautivador Kevin Spacey. Ambos están tan gigantescos como la crisis que sus personajes provocan. Estamos ante una película crítica y dura con el capitalismo sin escrúpulos de la sociedad moderna, cuya visión es muy triste por su cercanía a la realidad y que hará preguntarse al espectador si los humanos no nos hemos vuelto locos.
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