La actriz Montserrat Salvador y tres películas asiáticas han sido las ganadoras de los XVIII Premios Cinematográficos “Familia” promovidos por CinemaNet. La primera recibió la Ola de Oro por su trayectoria, mientras que a las tres películas Una familia de Tokio, De tal padre tal hijo y Una vida sencilla, estrenadas en España en 2013, se les reconocen los valores humanos, familiares y educativos. En el acto de entrega del premio se pidió un Gaudí de Honor para la veterana actriz.
El director de cine, guionista y presidente de CinemaNet Lluís Josep Comerón presentó e hizo entrega de la Ola de Oro a la actriz galardonada Montserrat Salvador. El jurado decidió por unanimidad conceder el premio a la veterana actriz por su larga trayectoria y su aportación en valores al cine. La artista galardonada, a su vez, felicitó al director por mantenerse inflexible en la época del destape y querer transmitir siempre en sus películas belleza y positividad, sin tener que recurrir a según qué tipo de escenas. También explicó su trabajo: “Interpretar un personaje es creérselo. Yo no sé fingir, yo he sido muy tímida pero cuando tenemos la oportunidad de interpretar otras vidas es un placer y es un regalo”, señala la actriz premiada.
El director hizo una atractiva exposición del oficio del actor: “Los juegos de los niños son ficción y en estos juegos son actores. Y esto es lo que hacen los actores: quieren seguir jugando… the players, en inglés; los que actúan, los que juegan. Y además hacen de esto su sistema de vida, aunque este trabajo no sea fácil y dependa siempre del trabajo de otros”. Resaltó también la profesionalidad de Montserrat Salvador, su elegancia en la puesta en escena y su capacidad de trabajo.
Resumen biográfico de la actriz
Montserrat Salvador Deop nació en Tarragona, en 1927, pero siendo una niña sus padres se exiliaron a finales de la Guerra Civil por ser republicanos. Tuvo que desarrollar parte importante de su carrera artística en Francia, Argentina y Colombia, regresando a España en el año 1976. Se casó con el director teatral Esteban Poy.
Ha trabajado en el cine, teatro y televisión. Entre las películas en que ha actuado se encuentran La ciutat cremada (Antoni Ribas, 1976), La muerte de Mikel (Imanol Uribe, 1984), Daniya, jardí de l’harem (Carles Mira, 1988), Si te dicen que caí (Vicente Aranda, 1989), La febre d’or (Gonzalo Herralde, 1993) o La Moños (Mireia Ros, 1997), así como en diversas películas del director Lluís Josep Camerón. Muy importante también ha sido su participación en varias series de televisión, entre otras destacan: fue la madre del doctor Vilches en Hospital Central (Telecinco), hizo el papel de Lourdes en El Cor de la Ciutat (TV3) y de madre de Eugenio en Cuéntame cómo pasó (TVE).
Películas premiadas en la XVIII edición
El acto lo cerró Josep María Caparrós Lera, catedrático de Historia y Cine de la Universidad de Barcelona y vicepresidente de CinemaNet que comentó que el jurado decidió premiar a tres películas asiáticas por su apuesta en valores humanos, familiares y educativos, y por la visión optimista de la vida.
Una familia de Tokio, del veterano Yoji Yamada, es la historia de una familia japonesa, cuyos padres ancianos se desplazan del campo a la ciudad para visitar a sus tres hijos en la gran capital. Las relaciones familiares denotan valores humanos y espirituales poco frecuentes en las pantallas occidentales. Dota a sus personajes de contrastates: en unos una gran humanidad, generosidad, gran corazón y amor incondicional frente a otros de cierto mal carácter, debilidades egoístas o el vicio del alcohol.
De tal padre tal hijo, de Hirokazu Kore-eda, narra la historia de dos familias de distinta clase social que se ven afectadas por un cambio de hijos. Éste lo realizó una enfermera, por una venganza ajena a las familias. El director destaca el amor, el cariño y el sacrificio por encima de los lazos de sangre. Al final las familias, cuando se enteran no aparecen exentas de dolor, pero parecen quedar unidas en una sola. Con una bella puesta en escena comedida logra emocionar al espectador. Describe magistralmente a sus personajes y las relaciones entre padres e hijos, desaveniencias conyugales y los distintos modos de enfocar la educación.
Una vida sencilla, de Ann Hui, es un canto a la tercera edad, a los ancianos que acaban sus días en residencias, a sus cuidadoras y a las familias que acogen a estas personas. Expone el valor y respeto a los mayores, así como la gratitud que hay que tener hacia quien ha gastado su vida por servir a los más jóvenes. Es una película que conmueve pero que no elude hablar del dolor y la muerte con serenidad y con un toque de buen humor.
Estas tres películas premiadas son un estímulo a Occidente en plena crisis de valores ya que el cine suele transmitir también la realidad de una sociedad.