[Diego Portillo – Colaborador de CinemaNet]
Luchando contra el cambio climático, congelamos el mundo. Así comienza la nueva película del director surcoreano Bong Joon Ho (conocido internacionalmente por ser el director y guionista de la aclamada The Host), basada en la novela gráfica francesa Le Trasperceneige, que nos presenta un futuro cercano en el que los únicos supervivientes se encuentran en un tren que recorre una línea circular transcontinental sin detenerse en ningún momento.
Pese a las inconsistencias de la propuesta (un tren en perpetuo movimiento, unas vías circulares por todo el mundo que no llegan a atascarse por acumulación de nieve cuando sólo hay un tren circulando por ellas una vez al año, una producción de alimento difícilmente sostenible, un tren que protege del frío no se sabe muy bien cómo y que ha de estar en perpetuo movimiento no se sabe muy bien por qué…), el director consigue articular una película interesante, que no llega a aburrir en ningún momento y con una dosis de crítica social y medioambiental que, si bien podría haber sido más profunda y mordaz, se agradece.
Joon Ho ha conseguido rodearse de un reparto internacional capitaneado (nunca mejor dicho) por el norteamericano Chris Evans (el capitán América de Los Vengadores y de los films en solitario del superhéroe o la Antorcha Humana de Los 4 fantásticos), como el líder de la rebelión en un papel que cumple a la perfección. A éste le acompañan el surcoreano Song Kang-ho (visto en la anteriormente mencionada The Host), los británicos Jamie Bell (Billy Elliot o quién pone cara y movimientos al nuevo Tintín de Spielberg y Jackson en Las aventuras de Tintín), John Hurt (Alien: el octavo pasajero, la excelente miniserie The Confession, V de Vendetta) y Tilda Swinton (Michael Clayton, Quemar después de leer, la bruja blanca de Las crónicas de Narnia), la cual está enorme en un personaje mezquino, odioso e histriónico que la actriz interpreta de manera sublime. También aparecen, en roles con menor tiempo en pantalla, la norteamericana Octavia Spencer (Criadas y señoras), la canadiense Alison Pill (conocida por su papel de Maggie Jordan en la serie The Newsroom) y el norteamericano Ed Harris (La Roca, El show de Truman, Apollo 13, Enemigo a las puertas) como el magnate constructor del ferrocarril que da título al film.
Si bien la fotografía no es nada del otro mundo, el director nos sorprende con algún que otro plano interesante y algunos momentos en slow-motion realmente sugestivos. Además, aunque se nota la falta de medios en algunos planos del exterior del tren (los cuales, por suerte, no son demasiado abundantes), el director consigue crear una atmósfera opresiva que resultará muy atrayente para los fans de la ciencia-ficción apocalíptica.
Las escenas de lucha, en líneas generales, están muy bien resueltas, con un montaje no demasiado frenético y algunos planos bastante interesantes, habida cuenta que dicha acción se desarrolla íntegramente en el interior de un tren, con las limitaciones espaciales que esto conlleva.
Joon Ho, sin embargo, consigue aprovechar enormemente un escenario tan limitado como un tren, convirtiendo una posible desventaja del film en una virtud. De este modo, el departamento de arte ha logrado dotar de vida a cada vagón a través de la funcionalidad para la que fue creado y el diseño (pese a que algunos de ellos sean bastante surrealistas y no demasiado prácticos para la situación que se presenta, visualmente son muy interesantes). Así, llegas a quedarte con dudas sobre algunos vagones que deben existir por fuerza en el tren y no se ven en ningún momento, llegando a desear verlos simplemente por curiosidad.
Por otra parte, la banda sonora de Marco Beltrami (nominado al Oscar por El tren de las 3:10 y En tierra hostil) cumple su función de acompañamiento a lo largo de toda la película, pero sin llegar a destacar en ningún momento. Es posible que hubiese acaparado demasiada atención, pero quizás se hubiese agradecido un toque un poco más personal en la banda sonora por parte de Beltrami, al menos en algunos momentos.
En definitiva estamos ante una película surcoreana con toques de cine de autor, con ansias de ser un blockbuster, y que tiene un mejor planteamiento que desenlace (el cual a mi gusto se queda un poco cojo, sin resolver algunos detalles). Pese a ello, recomendable verla para todos aquellos que les guste la temática apocalíptica debido al desarrollo tan entretenido que el director nos ofrece.