En mayor o menor medida todos conocemos a Steve Jobs, pero ¿cuánto sabemos de él realmente? Danny Boyle, Aaron Sorkin y Michael Fassbender se han propuesto redescubrir al creador de Apple mirando directamente dentro de su psique: ¿genio, filántropo, egoísta, megalómano, padre? Tal vez todo al mismo tiempo.
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ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: Steve Jobs |
SINOPSIS
Steve Jobs creó, junto al menospreciado Steve Wozniak, una empresa que revolucionaría el mundo de los ordenadores personales y llevaría la informática a un nuevo nivel. Desde fuera, Jobs ofrece la imagen del perfecto emprendedor y triunfador, pero entre bambalinas la realidad del fundador de Apple es muy distinta.
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CRÍTICAS
[Guille Altarriba. Colaborador de Cinemanet]
Un aburrimiento. Este es por norma general el calificativo que reciben los biopics de personajes famosos (y Steve Jobs más que famoso se ha convertido ya en una auténtica celebridad). Porque ¿cuál es el interés de ver en pantalla la puesta en escena maquillada de una vida que ya conocemos? Al fin y al cabo, sabemos cómo acaba y, como decía aquel, “basado en hechos reales” significa que pasó más o menos así pero que todos eran más feos. Por suerte, el “Steve Jobs” de Danny Boyle es la excepción que confirma esta regla.
El director de “Trainspotting” o “Slumdog Millionaire” tiene muy claro que no quería rodar un anuncio de Apple de dos horas y que recorrer paso a paso la vida de Steve Jobs no tendría demasiado interés en una película. Por eso, apoyado en un guión de Aaron Sorkin (“El ala oeste de la Casa Blanca”, “The Newsroom”), decide asomarse a solamente tres momentos de la vida de Jobs: los minutos previos entre bambalinas a tres presentaciones de producto.
Sobre el papel puede sonar aburrido, pero en pantalla esta estructura casi teatral en tres partes muy diferenciadas sirve de vehículo perfecto para que Boyle deconstruya a gusto. Por partida doble, además: por un lado hace saltar por los aires la idea del biopic tradicional y por el otro dispara contra la imagen que cientos de anuncios y frases virales de motivación nos han vendido de Steve Jobs. Lejos de ensalzar la figura del creador de Apple como un segundo mesías, Boyle y Sorkin lo retratan como un ególatra extremadamente ambicioso a quien le traen sin cuidado los que están a su alrededor.
Con este planteamiento, habría sido sencillo caer en la caricatura barata, en saltar de un extremo al otro: ¿Que todo el mundo ama a Steve Jobs? Pues nosotros vamos a destrozarle. En cambio, el mosaico que construyen a tres manos Boyle, Sorkin y Michael Fassbender (que le pone cara y alma al personaje) es mucho más interesante. Es cierto que el fundador de Apple aparece como un genio asocial que no duda en pisotear a sus amigos, pero la película no es un juicio sino un ejercicio psicológico. La intención última es intentar comprender a la persona que fue Jobs, con luces y sombras, y aquí entra en juego una segunda lectura del film.
Desde esta otra perspectiva, “Steve Jobs” es una película sobre la paternidad, real o asumida. ¿Un niño adoptado ha de verse como un rechazado o como alguien a quien han elegido? ¿Un tercero tiene derecho a ejercer de padre si el biológico no cumple su función? ¿Qué es, en definitiva, ser un buen padre? Todas estas cuestiones se plantean en la película y son las que en última instancia humanizan al protagonista. Sin ánimo de revelar la trama, es la evolución de la relación de Steve Jobs con su hija el verdadero núcleo de la película y una puerta entreabierta a la esperanza.
Para acabar con algún apunte desde un punto de vista más cinematográfico, el trabajo actoral es en conjunto muy sólido. Del reparto destaca un Fassbender que, aunque no se parece en nada a Steve Jobs, consigue que este hecho no chirríe. También Kate Winslet y Seth Rogen merecen reconocimiento por cómo dan vida a los Pepitos Grillos de la cinta y añaden sabor al conjunto. En definitiva, no es una película perfecta (el director a veces se pasa de experimental con los planos y no deja la cámara quieta) pero “Steve Jobs” es directa, honesta y busca hacer algo diferente a lo ya visto. No está mal para tratarse de un biopic, ¿no?
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