«The Mandalorian habla más directa y profundamente al alma que las enormemente nostálgicas películas de Star Wars de J. J. Abrams«. La frase pertenece a un artículo de Andrew Petiprin en el portal estadounidense Word on Fire, desarrollado por el obispo Robert Barron. En él, analiza esta serie desde un punto de vista antropológico y espiritual, y le saca una reflexión muy interesante.
La primera temporada de The Mandalorian aterrizó hace poco en nuestras pantallas, como caballo de batalla de Disney +, la plataforma de streaming con la que los dueños de Marvel y Star Wars quieren hacer la competencia a Netflix o HBO. La serie cupera el espíritu de Una nueva esperanza –con su fusión de influencias del western y el cine de samuráis- y nos presenta a un nuevo protagonista, Mando.
«Él no tiene nombre, cara ni pasado -escribe Petiprin-, es un cazarrecompensas invencible con un corazón de oro. Vive por un código de honor que le prohíbe quitarse el casco, y está atado al celibato y a la pobreza. Lo que gana tras sus cacerías lo gasta en añadir piezas a su armadura, y el resto lo dona a los niños huérfanos».
Mando -él mismo un huérfano de guerra- se ha convertido en un contratista fiable: se encarga de sus misiones sin hacer preguntas morales sobre el sentido de las mismas… hasta que se cruza en su camino un ser particular, que los fans ya conocen como «Baby Yoda». «Las aventuras de Mando siempre le conectan a la inescapable vocación de proteger a esta vida, joven y vulnerable», continúa el autor, y llegamos a este párrafo:
«A medida que avanzan los capítulos, va realizando sacrificios cada vez mayores por aquellos que le rodean. En cierto momento aprendemos que los padres de Mando murieron para protegerle, y él descubre que está dispuesto a hacer los mismo por otros. La primera temporada de The Mandalorian es un retrato del crecimiento en la caridad»
Otro personaje que encarna también este ejemplo de amor sacrificado es Kuiil, interpretado por Nick Nolte. «El universo moral de The Mandalorian –concluye Petiprin- no es la dicotomía maniquea de la Fuerza, sino la lucha diaria por hacer lo correcto en la que todos nos podemos ver reflejados, aunque se sitúe en un reino alienígena». En definitiva, diversión y valores con los que podemos disfrutar toda la familia.
De las mejores series que he visto últimamente
Definitivamente una de las mejores series, la verdad la vi con mi novio y gracias a el quede enamorada a este tipo de series :3