Una joven prometedora

José Martín Goenaga

Cinéfilo por afición, me gusta seguir de cerca la actualidad cinematográfica para comprender mejor a la sociedad actual y valorar la idea que esta transmite sobre la persona humana y sus circunstancias.

Una joven prometedora -o Promising Young Woman en su versión original- es un film que transmite mucho más de lo que puede parecer a primera vista pues, aunque se haya visto el trailer, este no nos da demasiadas pistas de la verdadera profundidad con la que después nos encontramos en la película.

La cinta empieza de manera algo desconcertante. Con un aire retro en la tipografía y una música curiosa -un remix de la canción Boys de Charli XCX- nos adentra en un local nocturno en el que se nos muestra a una serie de hombres bailando. En seguida nos damos cuenta de que hay una mujer tirada en unos sofás al fondo, que parece haber bebido demasiado. Un chico se acerca y comienza la película…

No quiero desvelar lo que sucede a lo largo de las siguientes escenas, pero se puede decir que la película nos adentra en el mundo de esa mujer. Poco a poco vamos conociendo las verdaderas razones de su inusual comportamiento, pues ella vive una especie de doble vida que parece no entenderse al principio. Entramos en su mente y en su sufrimiento y en cómo las heridas del pasado han dejado un rastro que no será fácil de borrar. Ella decide hacer frente a ese sufrimiento erigiéndose en justiciera de una tragedia que no se resolvió en su momento. Así, se va encontrando a lo largo del filme con las distintas actitudes de las personas que se cruzan en su camino. Digamos que ella tiene un milimetrado plan a seguir, que consiste en vengarse una a una de las personas que cometieron ese crimen para que respondan ante la justicia, y lo va llevando de manera magistral, sin que el implicado se dé cuenta de ello hasta el final.

La trama es original, y el guión, bajo mi punto de vista, está muy bien escrito. Una joven prometedora conjuga el humor y el drama de manera muy atractiva para el espectador. El final, además, es inesperado, lo cual da a la película un sabor final agradable, dejando pensativo al espectador.

Una crítica a la sexualidad “de usar y tirar”

La historia, que se va desvelando poco a poco, es de carácter muy profundo, y muestra la realidad del dolor que tienen que vivir muchas personas hoy en día y cómo parte de la sociedad no se da cuenta de la problemática con la que estas se enfrentan. La película es muy crítica con la visión de una sexualidad de “usar y tirar”, de objetivizar a la mujer y ver en ella un cuerpo del que disfrutar, sin apenas llegar a conocerle. De hecho, la película resalta como muchas veces no se conoce ni siquiera el nombre de esa chica.

Finalmente, hay que decir que la película no deja de ser un thriller, pero un thriller con un mensaje fuerte a favor de la dignidad de la mujer y una crítica salvaje a una sociedad postiza que sólo busca el placer sexual y el aparentar que todo va bien, cuando la realidad que se esconde es muchas veces muy distinta. Quizá no sea un film que guste a todos los públicos, pues su mensaje es duro (el abuso sexual y sus consecuencias) y hay algunas escenas que pueden herir sensibilidades (uso de droga, alcohol, intento de aprovecharse sexualmente de una mujer borracha o una fiesta de despedida de soltero algo sensual), pero no cuenta con nigún contenido explícito y pienso que a quienes les gusten los thrillers y además quieran llevarse un mensaje profundo y humano de su visionado, les encantará.

Una joven prometedora fue nominada a cinco premios Oscar de la Academia (Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz Principal, Mejor Guión Original y Mejor Montaje) haciéndose finalmente con el de Mejor Guión Original. No es poco para ser el primer largometraje de la directora, productora, guionista y actriz británica Emerald Fennell, más conocida últimamente por su papel en la exitosa serie The Crown, en la que interpreta a Camilla Parker-Bowles.