Dune: Parte 2 | Una película engañosa

Javier Muñoz Morales

Soy Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, así que se supone que lo mío son los números. En realidad, prefiero los libros y el cine. Estoy convencido de que detrás de cualquier película hay una visión del hombre y del mundo que merece la pena descubrir

Dune Parte 2 es el primer gran estreno en cines de 2024; o, al menos, uno de los más esperados por el gran público. Desde que en 2021 Denis Villeneuve sorprendiera a propios y extraños con su versión de Dune, el clásico de la ciencia ficción escrito por Frank Herbert, el gran público esperaba con expectación la segunda parte de esta saga. La propuesta es, a grandes rasgos, la misma que en la primera entrega pero con más acción, más trama y más efectos especiales.

Pocas películas pueden presentar un reparto de actores tan “de campanillas” como la saga Dune. Timotheé Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, Austin Butler, Léa Seydoux, Florence Pugh… todos ellos jóvenes actores que están llamados a ganar muchos premios en los próximos años. Y junto a ellos, intérpretes consagrados como Javier Bardem, Josh Brolin, Christopher Walken o Stellan Skarsgard. Un dream team difícilmente igualable, aunque me atrevería a decir que ninguna actuación en Dune Parte 2 será merecedora de premios.

El punto fuerte de Dune Parte 2 reside fundamentalmente en el apartado de la imagen. La película es, visualmente, muy potente. Los planos, el encuadre, la composición, el juego de blancos y negros… esto, junto con unos parajes desérticos infinitos, una arquitectura futurista y casi brutalista y un vestuario cuidadísimo, contribuyen a una imagen apabullante y a una estética muy cuidada. Y como guinda del pastel, la brillante música de Hans Zimmer que acompaña maravillosamente a lo largo de toda la película.

Todo contribuye en Dune Parte 2 a generar una sensación de frialdad y deshumanización. Sólo en los Fremen se ven unos rasgos más humanos, de comunidad propiamente dicha. Pero el sentimiento de venganza y de odio larvado que existe en algunos personajes, la visión política dominada por la traición y el poder del más fuerte, así como el papel que juega la religión, marginada a un mero reducto de visionarios y fundamentalistas, puede despertar en el espectador una sensación muy desalentadora.

Por todo esto Dune Parte 2 es una película engañosa. Nos podemos quedar en el mero disfrute de un espectáculo visualmente arrollador pero, si vamos más al fondo, podemos tener la impresión de que las interpretaciones de los actores no llegan a conectar con el espectador. A tal punto llega la frialdad que preside toda la película y que se percibe claramente en alguna escena clave para el desarrollo posterior de Dune.

En resumen, Dune Parte 2 confirma la carrera ascendente de Denis Villeneuve como director. Sin duda, la película está muy bien hecha y es entretenida, a pesar las más de dos horas y media de duración, aunque con puntos débiles que pueden pasar desapercibidos al espectador. En cualquier caso, es una cita obligada para los amantes de la ciencia ficción que van a disfrutar mucho esta adaptación. Veremos qué nos depara la tercera parte de esta gran producción.