Sinopsis
Una fábula épica romana ambientada en una América moderna imaginada. La ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina, un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero, que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. Dividida entre ellos está la socialité Julia Cicero, la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido su lealtad, obligándola a descubrir lo que realmente cree que la humanidad merece.
Crítica
Valorar Megalópolis es tarea harto complicada que requiere tiempo, valentía y una profunda reflexión. Hacerlo a brochazos sería reducir la extravagante vidriera diseñada por Francis Ford Coppola. Es en todo caso un cúmulo de sensaciones confrontadas.
Estamos ante un mastodóntico proyecto marcado por la singular y atrevida mirada de su icónico director, algo que, se me permita, vale oro y está en peligro de extinción. Esto nos regala una singularidad entre medianías, que derrocha carisma y fenómenos dignos de estudio. No siempre va de la mano de la calidad, pero sí le da un preciado sello en un continuo adentrarse en la esfera de lo desconocido. Creo esta una de las claves para abordarla, porque entenderla es otro mundo, se trata de una fase claramente experimental entre el director y los espectadores. Es un tirarse al vacío con evidentes consecuencias maravillosas y terribles, pero siempre fascinantes y dignas de aplaudir.
La frecuente sensación de caos en esta distopía retrofuturista hace que estés sumido en la confusión y en agónica búsqueda de razones lógicas para seguir el camino pedregoso, como ese cruel espejismo en el desierto. Se vislumbra su particular ojo sobre poder, sociedad, contrastes de luz y sombras, esperanzas humanas y futuro oscuro, a través de esa rara y sentida manera de asemejarlo a la vieja, gloriosa y endogámica Roma. Es aquí cuando entran en juego los sentidos, que de esto la cinta va sobrada, a través de un apartado técnico apoteósico y una mezcla continua de impulsos visuales y auditivos en una extraña orgía onírica, psicológica, material y espiritual. Todo ello buscando que este exageradísimo y teatralizado viaje se vuelva único.
Si analizamos el desarrollo narrativo, hay un claro error de cálculo en los tiempos y la sucesión de inflexiones dramáticas que tornan en desequilibrio. La primera parte es arrolladora y está llena de exquisiteces y cierta claridad de ideas, pero luego vira hacia la innecesaria repetición de conceptos que lastran las tramas y los personajes de manera acelerada y entregada al sinsentido. No digo que aburra, no lo hace, o que el ritmo sea malo, no lo es, pero sí se desvirtúa conforme avanza y termina por autoflagelarse.
El problema de Megalópolis no está en hacer balance de virtudes y errores, que los tiene, sino en vivir coherentemente ese imparable choque de elementos, no buenos y malos, sino tantas veces incompatibles. Ahí es donde está el peligro de perderse para siempre, no aguantar, quebrar el juicio y pensar que es un engaño. No pienso que lo sea, pero entiendo que lo parezca. Y esto es imperdonable, porque como director has de equilibrar la oda al séptimo arte, que lo es, con tu responsabilidad con el público, que en la vida real es quien acude al Coliseo a disfrutar del show y poner el dedo hacia arriba o hacia abajo.
Me cuesta creer que alguien complete el viaje sin turbación o que lo valore como un absoluta maravilla. Tampoco comparto las críticas que lo califican como un desastre insalvable o una obra maestra. Veo esta pieza como digna de estudio, es más, quizá de culto tardío por haber sido lanzada en un tiempo que no le corresponde, algo que ha pasado tantas veces.
Lo indudable, que Coppola ha trabajado día y noche durante cuarenta años para cumplir, aunque en parte fallido, este sueño de Megalopolis, y el cine es también soñar, y en grandes dosis. Es un agujero de gusano que, como en Interstellar, sucede cada mucho tiempo con forma científica y fondo de profunda fe. Hay muchísimo corazón y mimo, se nota a cada plano. ¿Cae en la pretenciosidad? Por entero, se gusta a sí misma y lo hace saber, pero así son los genios como Francis, locos en gran parte incomprendidos. Sin duda es algo especial que no te deja indiferente.
Ficha técnica

- Título Original: Megalópolis
- Dirección: Francis Ford Coppola
- Guión: Francis Ford Coppola
- País: Estados Unidos
- Año: 2024
- Duración: 138 min.
- Género: Ciencia ficcíon, distopía
- Interpretación: Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Jon Voight, Laurence Fishburne, Dustin Hoffman
- Productora: American Zoetrope
- Música: Osvaldo Golijov, Grace VanderWaal
- Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
- Estreno en España: 27 de septiembre de 2024