Juego sucio | Ladrones, violencia y humor en Nueva York

José Martín Goenaga

Cinéfilo por afición, me gusta seguir de cerca la actualidad cinematográfica para comprender mejor a la sociedad actual y valorar la idea que esta transmite sobre la persona humana y sus circunstancias.

Juego sucio (Play Dirty) es la última película basada en una de las historias del autor estadounidense de novela criminal Donald E. Westlake. Quien vaya a ver una película más o menos seria, se dará cuenta que esta no es la que estaba buscando. Desde la primera escena nos damos cuenta de que esta historia no es una historia al uso, sino que se trata de una especie de juego entre ladrones, entrelazado con violencia gratuita y humor, además de alguna que otra escena sexual más o menos explícita.

Mark Wahlberg (Amenaza en el aire, Arthur, The Fighter, El milagro del Padre Stu) es el protagonista de esta curiosa película, que tiende bastante a una de serie B. Él no lo hace mal, la verdad, y el ritmo del guión consigue mantener a aquel espectador que ha pactado con el género, pegado a la pantalla durante el desenlace. Los demás actores tampoco desequilibran demasiado la fantasiosa historia que se presenta: Lakeith Stanfield (Judas y el mesiás negro, El libro de Clarence), Tony Shalhoub (La maravillosa Sra. Maisel) o Rosa Salazar (A un millón de millas, Alita: Ángel de combate, Undone).

Quizá, los seguidores de Mark Wahlberg esperábamos algo más profundo, que llegase más al corazón, como hizo Arthur o El milagro del Padre Stu, pero quien conoce a Mark Wahlberg desde sus inicios, sabe que le gusta, de vez en cuando, trabajar en películas más desengrasantes y algo desenfadadas, aunque puedan llegar a pasar límites morales en ciertos momentos. Por lo que quién busque algo estilo Wahlberg más espiritual, se puede ir olvidando de este título de Amazon Prime. De hecho, si se estrenó como película en Amazon Prime directamente era porque no pretendía aspirar a más que entretener un rato al espectador.

Violencia demasiado gratuita para algunos gustos, escenas y comentarios sexuales/sensuales que tampoco agradarán a mucho público y una trama llena de fantasía, buscando siempre esa vuelta de tuerca más a la historia, que la hace realmente inverosímil, pues tampoco tiene efectivamente ese objetivo, ni mucho menos, la convierten en una película totalmente prescindible.